La presencia del podemita Asens en el homenaje a los golpistas dinamita cualquier acuerdo de Gobierno
El Congreso de los Diputados vivió, ayer miércoles, el primer acto electoral de las elecciones del 10 de noviembre. Lo que tenía que ser una comparecencia del presidente en funciones, Pedro Sánchez, para dar cuenta de los últimos consejos europeos se convirtió en un maratón de reproches con la vista puesta en las urnas.
Paralelamente, en Barcelona, el negociador de Podemos Jaume Asens, participaba en un acto de homenaje a los golpistas. En Moncloa tomaron nota de ello. “No se puede confiar en su palabra, no hay nada que hacer”, sentenciaba una fuente cercana a Sánchez.
La presencia de Asens, miembro destacado del grupo confederal de Unidas Podemos y uno de los ministeriables de Pablo Iglesias, en el acto separatista no agradó al PSOE. La cuestión catalana es una de las que más separan a ambos partidos a la hora de firmar cualquier acuerdo, sea de cooperación, coalición o de legislatura. La promesa de Iglesias de que Cataluña no sería un obstáculo, daba un poco de aire a los socialistas, pero el gesto de Jaume Asens con los independentistas “demuestra que siempre van a la suya y harían lo mismo en caso de cogobernar”.
El PSOE: “No queremos estar cada día pendientes de cómo nos la van a liar”
Esta es la última de una serie de acciones protagonizadas por los podemitas, empezando por la abstención a Sánchez el 25 de julio, que desgastan la confianza entre ambos y generan intranquilidad en el núcleo duro de decisión del PSOE. Desde el pleno de ayer, prácticamente no quedaba ninguna posibilidad de volver a la mesa negociadora, pero este apoyo de Asens a los golpistas “es la gota que colma el vaso y lo acaba de dinamitar todo” apuntan a OKDIARIO.
En el PSOE “no queremos estar cada día pendientes de cómo nos la van a liar” sostienen en Ferraz. Aseguran que “la prioridad” del presidente en funciones “es gobernar y asegurar la estabilidad del Gobierno” y con Podemos “están demostrando que es imposible garantizar un mínimo de tranquilidad de que nunca se van a airear diferencias sustanciales en cuestiones de Estado, que puedan poner en entredicho la firmeza del Gobierno”.