Los policías enviados a reprimir a los trabajadores de Navantia: «Para esto sí nos quiere Marlaska»
Las protestas de los trabajadores de los astilleros de Cádiz se recrudecen y los agentes desplegados en la zona se están enfrentando a graves agresiones por parte de los manifestantes
Marlaska pone a la Policía en la diana del terrorismo
Barricadas, cortes de carretera y cuatro heridos durante las protestas de la huelga del metal en Cádiz
La intervención policial, calificada de alto riesgo, que estos días se está llevando a cabo en Cádiz para contener las protestas de los trabajadores de Navantia, ha llegado en mitad del hondo malestar que entre el colectivo policial ha provocado el anuncio de la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, la calificada por sus retractores como Ley Mordaza. De hecho, la intervención de las unidades de intervención policial y las de respuesta rápida de la Policía Nacional afecta precisamente a uno de los puntos más conflictivos de la citada reforma legal: la retirada de determinado equipamiento que usan estas unidades antidisturbios. Los policías siguen preocupados por el cambio de la Ley de Seguridad y le recuerdan al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que intervenciones como la de Cádiz se verán afectadas.
Cuando se anunciaron las movilizaciones en los astilleros andaluces, Interior autorizó el refuerzo de la protección de determinadas instalaciones por parte del Cuerpo Nacional de Policía, vamos, que Marlaska decidió interponer a sus agentes entre las empresas astilleras, unas instalaciones militares y los trabajadores. Como puede apreciarse en las imágenes que han trascendido en los últimos días la tensión fue aumentando y los manifestantes pasaron de realizar fogatas y quema de neumáticos a levantar barricadas y cortar carreteras. De hecho, en las últimas horas esos cortes han supuesto importantes problemas para el mantenimiento de servicios esenciales como la sanidad de la zona, que ha visto incluso alterados sus horarios de intervenciones quirúrgicas importantes ante la imposibilidad de algunos profesionales de llegar a su puesto de trabajo.
Pero lo peor estaba por llegar, ya que a medida que ha pasado el tiempo aumentaba la tensión y los agentes desplegados han tenido que enfrentarse a los trabajadores que pretendían causar desperfectos directamente en las sedes de las empresas contra las que se manifestaban. Los agentes allí desplegados han tomado imágenes de los objetos con los que han sido atacados por parte de los trabajadores, quienes no solamente han arrojado piedras contra estos policías, sino que han usado tornillería de gran tamaño que ha llegado a herir a alguno de los agentes y que han dañado parte del equipamiento tan robusta como por ejemplo los cascos tácticos policiales.
Por su parte, la orden de las unidades desplegadas ha sido la que viene siendo habitual bajo el mandato del ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska: aguantar hasta el último momento y no cargar ni usar munición no letal si no es estrictamente necesario. Afortunadamente esa orden sigue dependiendo exclusivamente del jefe de cada equipo desplegado.
La nueva ley cambiará estas actuaciones
“Para esto sí que nos quiere este ministro”, explican a OKDIARIO fuentes policiales en contacto con los agentes desplegados en Cádiz. Y es que curiosamente, esta es la primera gran intervención de los equipos de intervención policial después de que todas las fuerzas policiales en bloque hayan, o bien plantado a Marlaska, o bien comunicado a la cara su intención de celebrar una enorme manifestación policial a cuenta de la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, cuyos detalles afectan directamente al trabajo policial.
“No se trata exclusivamente del tema de poder grabarnos o no durante nuestras actuaciones”, explica uno de los organizadores de la citada manifestación. “En los medios se habla mucho de la reforma y se pone el acento en el derecho a poder grabar a policías, y es importante, porque nos preocupa nuestra seguridad y la de nuestras familias y sobre todo qué se puede hacer con esas imágenes, incluso si se pueden llegar a manipular, pero ese es sólo un aspecto de esa reforma que nos preocupa”.
Hay otros, y alguno muy relacionado con lo que está pasando en Cádiz. Algunas de las medidas afectan a la efectividad policial en disturbios como los ocurridos en las protestas contra Navantia. Ahora un detenido podrá estar sólo bajo custodia policial sin cargos dos horas en lugar de seis, lo que restará efectivos policiales para atender las labores de intervención para ocuparse del detenido de inmediato. Pero esto tampoco es lo que más preocupa a los agentes consultados por OKDIARIO.
“En Cádiz nos están tirando tornillería pesada, y nosotros respondemos o con salvas sin munición o apuntando la bocacha de las escopetas al suelo para que las pelotas de goma salgan rebotadas desde el suelo y sean menos lesivas al impactar”, explica uno de los policías consultados, quien anuncia que de salir adelante la reforma las pelotas de goma desaparecerán y que se retirará todo el material considerado “lesivo”. Lo malo de eso es que no existe aún previsión de con qué se va a sustituir el material retirado.
En Cádiz la situación acabará siendo controlada por las fuerzas policiales, pero en el futuro, si la Ley cambia, también cambiarán los acontecimientos. Un ciudadano ha acabado detenido en estas protestas por llevar material incendiario y además resistirse a los agentes. Esto lo sabemos por el atestado de los hechos, que con la nueva Ley perderá su presunción de veracidad y todo acabará siendo la palabra del detenido contra la de los policías. Marlaska ha encontrado el camino más corto para colocar a los agentes a la altura de los sospechosos, pero, como asegura un agente de la UIP, “cuando se lía como se ha liado en Cádiz bien que tira de ellos para recibir piedras y tornillos”.