Disturbios en Barcelona

La Policía indignada con Marlaska: «Nos jugábamos la vida en Barcelona mientras él tomaba mojitos»

Policías
Policías vigilando las calles de Barcelona (Foto: EFE)

«Nos jugábamos la vida en Barcelona mientras él tomaba mojitos». Así han reaccionado muchos agentes de Policía Nacional a las fotografías publicadas por OKDIARIO en las que se ve cómo el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, cenaba en el madrileño barrio de Chueca mientras su Policía se batía el cobre en Barcelona.

Al ambiente ya de por sí caldeado por aguantar bajo extremas condiciones, turnos de más de 12 horas y falta de previsión, se le suma ahora el vídeo que muestra al ministro de Interior tomándose una hamburguesa, una copa de vino y un mojito junto a su jefe de gabinete, Rafael Pérez, en plena noche de disturbios en Barcelona.

«Esto es intolerable. Tendría que estar aquí, coordinando a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, y no de cena y copas por ahí». Comentarios como este son repetidos entre los policías nacionales que trabajan para desactivar los actos vandálicos de la Ciudad Condal.

La presión cada vez más alta provocada por unos incidentes cada vez más peligrosos, ha puesto a los agentes de la Policía Nacional en una situación insostenible. Sin previsión en los desplazamientos, los agentes están aguantando turnos con exceso de horas y sin posibilidad de relevos a tiempo.

Por todo ello, las imágenes del ministro del Interior en funciones ha enfurecido aún más a los agentes de policía: «Tenemos un sentimiento de rechazo total», afirman fuentes del cuerpo policial.

«Mira, lo que no puede ser es que a nosotros nos estén lanzando piedras y barras de metal mientras el ministro está de juerga en Madrid», se quejan otras.

El máximo responsable de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado fue cazado por OKDIARIO en uno de los locales de moda de la capital, donde es habitual ver a gente de la farándula y caras conocidas. A las 23:00 horas, hora en la que fueron tomadas las imágenes, Fernando Grande-Marlaska se mostraba relajado en uno de sus locales favoritos mientras los Mossos y la Policía intentaban sofocar los disturbios en Barcelona. El ministro había llegado al local a las 22:00 horas y permaneció en él hasta poco después de la medianoche.

En esos momentos, los agentes continuaban desplegados por la capital catalana intentado lidiar con los CDR que, cada vez más agresivos, lanzaban todo tipo de material hacia ellos e incendiaban las calles de Barcelona en un asedio continuo que se repitió la noche anterior.

«Mientras él estaba de cenita yo tenía a mi familia en Madrid preocupada por mí», añaden fuentes de los agentes desplegados en Cataluña.

Según ha comprobado este periódico, los agentes se encuentran verdaderamente «crispados» y no entienden cómo, pese a las condiciones, Fernando Grande-Marlaska decidió actuar de esa manera: “»Entiendo que tenga que cenar, aunque a nosotros la comida que nos han dado… pero, ¿de cena por ahí mientras nosotros estamos así?», se preguntan.

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