La Policía detiene a un imán yihadista en Getafe por radicalizar a alumnos en una escuela musulmana

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La Policía Nacional ha detenido en Getafe a un imán, de origen marroquí, acusado de delitos de integración en organización terrorista y adoctrinamiento yihadista. El hombre aprovechaba su actividad de profesor en una madrasa, una escuela religiosa musulmana de estudios superiores, para llevar a cabo actividades por Estado Islámico.

La Policía Nacional ha informado, en una nota de prensa, de que el detenido ayudó a establecerse en España a un terrorista yihadista del ISIS que había vuelto de Siria. Al detenido, que ha ingresado en la cárcel este mismo sábado, se le han intervenido varios centenares de archivos con contenido yihadista y manuales de capacitación militar.

Durante la operación, realizada el pasado jueves, también se procedió al registro del domicilio del imán detenido. En su casa, la Policía se incauto de numeroso material informático, teléfonos y documentación de distinta índole. Todo el material hallado en su domicilio se está analizando por los agentes.

Según la investigación de la Policía antiterrorista, el imán detenido prestó ayuda a un combatiente retornado de Siria cuando este tuvo que instalarse en España. El terrorista a quien asistió fue detenido en Cataluña en 2018 por agentes de la Comisaría General de Información.

Los agentes a cargo de la investigación pudieron comprobar que el imán estaba integrado en la vida diaria de la ciudad madrileña de Getafe y ocultaba su verdadera ideología radical para no levantar sospechas. Pero su actividad en internet le delató ante los investigadores, que pudieron constatar que era seguidor declarado del Estado Islámico y que consumía continuamente cientos de archivos de propaganda yihadista en la que se glorificaba y proclamaba mártires a quienes mueren durante la ejecución de un atentado.

Según la investigación de la Policía, el imán detenido profesa el islamismo radical siguiendo la ideología takfiri y se encontraba plenamente adherido a los postulados del Estado Islámico. Siguiendo estas creencias, el detenido «vendría realizando, de forma continuada en el tiempo, labores de captación y adoctrinamiento a terceros a través de redes sociales».

Entre el material incautado al acusado de yihadista, se encontraron manuales de autocapacitación militar yihadista. El imán se sirvió de internet para conseguir un gran número de contactos de miembros del ISIS que se encontraban en zona de conflicto. Uno de estos contactos fue el terrorista retornado de Siria al que ayudó prestando apoyo logístico en España.

La investigación comenzó hace dos años a raíz de detectarse en este país la presencia de este miembro del Estado Islámico retornado de Siria. La investigación policial se ha llevado a cabo, de forma conjunta, por agentes de la Comisaría General de Información y de la Brigada de Información de Madrid y ha sido coordinada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional y dirigida por el Juzgado central de instrucción número 1. Los agentes han contado con la colaboración del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y con la Dirección General de Vigilancia del Territorio (DGST) de Marruecos.

«Por pura curiosidad»

El pasado lunes 30 de noviembre, la Audiencia Nacional juzgó a un joven mauritano por consumir vídeos de contenido radical islamista. El detenido alegó que participaba en los grupos de mensajería instantánea en los que se difundían aquellos vídeos por «pura» curiosidad. 

En estos grupos, el investigado explicó que la información que veía era de carácter general, y que no se detenía en «ningún momento» en material relacionado con inmolación de niños, asesinatos, elaboración de explosivos o de cómo atropellar a personas con un camión, lo que calificó de «barbaridad».

El hombre juzgado fue detenido el pasado mes de noviembre de 2019 acusado de que iba a incorporarse a la actividad terrorista en un futuro próximo.

La Fiscalía pidió para un total de 4 años y medio de cárcel por los delitos de autoadoctrinamiento y autoadiestramiento terrorista por los que, además, solicitó 10 años de inhabilitación y tres de libertad vigilada. El letrado de la defensa, por su parte, solicitó su absolución al considerar que el acusado tenía más grupos de contenido «normal» y su puesta en libertad de forma inmediata.

El acusado, que participaba en 28 grupos de mensajería, declaró que comenzó a acceder a las redes sociales desde la revolución de Túnez y que accedió a los grupos de WhatsApp a través de enlaces de Telegram por «pura curiosidad». La policía encontró en su teléfono una guía sobre cómo elaborar explosivos con base de nitrato sódico, ante lo que ha declarado que «no recuerda haber hecho esa descarga» ya que no es una persona que quiera hacer daño a los demás y que «una cosa es verlo en una pantalla de móvil y otra llevarla a cabo».

El detenido añadió que parte de esos vídeos que tenía los había obtenido colaborando con un amigo que tenía en el Ministerio del Interior y que, a cambio de ayudarle a regularizar su residencia en España y «algo de dinero», le pidió que monitorizara las redes sociales para localizar vídeos de contenido yihadista. Según su relato, advirtió de ese contacto a los policías que lo detuvieron, pero los tres agentes que participaron en la detención y que participaron en el juicio lo negaron. 

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