Pique entre Congreso y Senado por el nuevo horario de los plenos para conciliar
El adelanto del horario para que los plenos del Congreso se celebren a las 12 de la mañana a partir del próximo 28 de marzo-en lugar de a las 15 horas, como hasta ahora-ha provocado un ‘pique’ entre la Cámara baja y el Senado.
La razón es que, de acuerdo a ese nuevo horario, la votación de iniciativas en el Congreso tendría lugar en torno a las 17 horas, la misma a la que se produce la comparecencia de los ministros en la sesión de control al Gobierno en el Senado, que se inicia a las 16 horas. De hecho, es una fotografía habitual que la bancada del Ejecutivo permanezca prácticamente vacía durante la sesión en el Congreso y los miembros del Gobierno acudan a esta Cámara a partir de las ocho de la tarde, una vez finalizada la correspondiente en el Senado y para cumplir con las votaciones.
En fuentes parlamentarias se reconoce que el cambio-fijado este martes por la Mesa del Congreso tras la propuesta presentada por el grupo de Ciudadanos-no ha sentado especialmente bien en el Senado, aunque consideran también que esas diferencias serían «salvables» con un acuerdo entre ambas Cámaras.
Fuentes del Senado aseguran en cambio que en la Cámara Alta no se ha recibido ninguna comunicación del Congreso sobre los cambios que está preparando y que se pondrán en marcha en breve.
«Si eso se produce en un momento, habrá que buscar la fórmula de coordinación para evitar esas superposiciones de horario», ha considerado este martes Pedro Sanz, su vicepresidente primero.
Lo cierto es que el Congreso no logra adaptar el horario de sus plenos para facilitar la conciliación de la vida personal y laboral de parlamentarios y trabajadores de la Cámara, como han requerido los distintos grupos.
Para cumplir con ese objetivo-que figura en los programas electorales de las diferentes formaciones-el inicio de la sesión ya se había adelantado en una hora, de las 16 a las 15 horas. En realidad, ese mínimo adelanto ocasionó más problemas que ventajas ya que, en la práctica, no evitaba que los plenos se alargasen en muchas ocasiones más allá de las 8 de la tarde. Además, obligaba a apurar las ruedas de prensa que se celebran tras la Junta de Portavoces. El cambio era muy discutido entre los diputados y los periodistas que habitualmente cubren la información parlamentaria, y, de hecho, era habitual que las bancadas permaneciesen prácticamente vacías en las primera horas de la sesión.
Este nuevo adelanto tampoco está exento de problemas, ya que a la hora a la que comenzarán a partir de ahora los plenos algunas formaciones aprovechan para convocar la reunión de sus grupos parlamentarios para tratar asuntos internos del partido y preparar los debates, lo que obligará a que esa cita se pase al lunes por la tarde.
El nuevo horario afecta además a los diputados que no residen en Madrid, ya que les obligará a pasar un día más fuera de sus lugares de origen lo que, en la práctica, sería un inconveniente más para la conciliación. Cabe recordar que el sistema de retribución del Congreso ‘premia’ a esos diputados con un plus de 1.823 euros libres de tributación para alojamiento y manutención.