Sánchez quiere ahora retrasar el congreso del PSOE a julio con la excusa de las elecciones catalanas

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El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en la noche electoral del 20D (Foto: Getty)

Es la última maniobra de Pedro Sánchez para intentar mantenerse al frente del PSOE, consciente de que los principales barones socialistas ya han puesto fecha de caducidad a su liderazgo y han comenzado a planear su relevo.

Sánchez pretende aplazar ahora hasta el verano la celebración del congreso del PSOE, con la excusa de que el partido debe centrar todos sus esfuerzos en las elecciones anticipadas que muy probablemente se celebrarán en Cataluña el próximo mes de marzo.

Según sus estatutos, el PSOE debería celebrar su congreso federal el próximo mes de febrero. Pero Pedro Sánchez sabe que en esta cita le espera una noche de los cuchillos largos a la que difícilmente sobrevivirá como secretario general.

Los principales barones socialistas como Susana Díaz (Andalucía), Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha) y Guillermo Fernández Vara (Extremadura) ya cuestionan abiertamente la continuidad de Sánchez, después de que el PSOE registrara los peores resultados de su historia en las elecciones generales del pasado 20D: los 110 escaños obtenidos por Alfredo Pérez Rubalcaba hace cuatro años quedaron reducidos a 90.

Los líderes regionales ya pusieron contra las cuerdas a Sánchez en el comité federal del 28 de diciembre, al imponerle unas líneas rojas que le alejan de La Moncloa: la dirección socialista acordó que el PSOE sólo se sentará a negociar con Podemos si Pablo Iglesias renuncia a la celebración de un referéndum de independencia de Cataluña.

Una condición que hace casi inviable el acuerdo, ya que Iglesias es rehén de las llamadas «candidaturas de confluencia» que simpatizan abiertamente con el soberanismo: la coalición En Comú Podem de Ada Colau aportó 12 de los 69 escaños conseguidos por Podemos, mientras que otros 9 diputados corresponden a la lista presentada en la Comunidad Valenciana junto a Compromís, que también defiende la formación de los Països Catalans.

De este modo, el socialista Pedro Sánchez se encuentra ante una situación imposible. Por un lado, rechaza participar en una gran coalición de gobierno constitucionalista, junto al PP y Ciudadanos, que serviría para hacer frente al desafío del independentismo en Cataluña.

El ataque de Iglesias a los barones

Y por otro lado, los barones socialistas le cierran la puerta a un pacto de gobierno de izquierdas que no sólo necesitaría sumar a Podemos, sino también a los independentistas de ERC o de Democracia y Libertad, la nueva coalición de Artur Mas.

Los líderes regionales del PSOE tienen además un nuevo motivo de agravio, ya que en la dirección del partido nadie ha alzado la voz para defenderles frente a los ataques de Pablo Iglesias.

En una acto celebrado el pasado 28 de diciembre, el líder de Podemos citó expresamente a Susana Díaz, Emiliano García-Page y Guillermo Fernández Vara para situarles en el «bloque inmovilista» partidario de pactar con el PP y Ciudadanos.

Intentando sacar partido de la división interna de los socialistas, Pablo Iglesias se mostró dispuesto a dialogar sólo con el «sector sensato» del PSOE que ansía pactar con Podemos. Los tres líderes regionales aún están esperando que alguien del equipo de Pedro Sánchez les defienda públicamente frente a los ataques de Iglesias.

Primarias para que Susana Díaz sea candidata

Así las cosas, Pedro Sánchez sabe que su liderazgo es más frágil que nunca. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, contaría ya con los apoyos necesarios para convertirse en la nueva secretaria general del partido, y por tanto en candidata a la Presidencia del Gobierno ante unas probables elecciones anticipadas, si el congreso del PSOE acuerda celebrar primarias.

De ahí el empeño de Pedro Sánchez en aplazar la convocatoria del congreso: ahora pretende retrasarlo hasta junio o julio con el pretexto de que el partido debe centrar todos sus esfuerzos en las elecciones catalanas previstas para el mes de marzo.

El objetivo se Sánchez es ganar tiempo para repetir como candidato a la Presidencia del Gobierno, si Rajoy se ve obligado a convocar elecciones anticipadas para la próxima primavera ante la imposibilidad de cerrar un pacto de gobierno.

Pero los barones regionales no están dispuestos a aceptar más demoras. Como ha informado OkDiario, Susana Díaz ya tiene comprometidas las firmas necesarias (equivalentes a más de la mitad de los miembros del comité federal) para forzar la convocatoria del congreso, en el caso de que Sánchez insista en aplazarlo.

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