Sánchez acude a la reunión con Ayuso para forzarla a pedir el estado de alarma que ella rechaza

Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su despacho de Doñana.
Carlos Cuesta

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró este sábado en La Sexta Noche que no acudía a la reunión con Isabel Díaz Ayuso con el objetivo de «juzgar o tutelar» al Gobierno de la Comunidad de Madrid. Un talante que contrasta con la cerrazón que ha demostrado hasta ahora con las propuestas del Gobierno de Ayuso. El plan de Sánchez en esta reunión es ofrecer un apoyo creciente acompasado de la petición de más medidas de control e intervención por parte de Díaz Ayuso, de forma que la llegada masiva de ayuda pase por una petición del estado de alarma por parte de la presidenta madrileña.

Ese es el fin que busca Pedro Sánchez, algo que le permitiría oficializar que no ha sido él mismo quien ha impuesto el estado de alarma y quien ha generado el descontrol con su nueva inacción y negación de la segunda ola del virus, sino que ha sido una comunidad del PP la que lo pide. Lo cierto es que si hubiese querido ayudar podría haberlo hecho tras cualquiera de las seis cartas remitidas por la Comunidad de Madrid solicitando, desde julio, medidas y apoyo del Gobierno central en competencias donde las comunidades autónomas no pueden entrar.

La respuesta de Díaz Ayuso será invocar la Ley General de Salud Pública y el resto de medidas que permiten aplicar restricciones parciales sin tener que aplicar un confinamiento general y un estado de alarma que, como ya ha señalado la presidenta madrileña, hundiría la economía.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez descuenta la evidencia de un impacto tremendo en la economía española. Un desplome sin precedentes en la marcha del PIB desde la Guerra Civil. Por ello necesita una cabeza de turco a la que culpar de ese parón y depresión. Y si Madrid solicita el estado de alarma, el discurso estará servido para el PSOE. Porque ya podrá culpar a Ayuso del golpe económico.

Por eso la presidenta madrileña no reclamará el estado de alarma e invocará medidas de restricción parcial combinadas con políticas de control de la enfermedad con cribados de test PCR: para que una parte mayoritaria de la población madrileña pueda seguir circulando y trabajando y, de ese modo, se evite el colapso económico.

Más policía y material

Sánchez, por su parte, ofrecerá apoyo policial y envió de material. Pero lo cierto es que la presencia policial se dosificará de manera gradual hasta que Ayuso solicite el estado de alarma. La Comunidad de Madrid carece de policía autonómica, con lo que su necesidad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en materia de control público es mayor que en otras regiones españolas. También de militares que puedan ayudar tanto en las labores de rastreo como en el control del cumplimiento de las medidas.

Además, el ofrecimiento de material que hará Sánchez se parecerá mucho al supuestamente enviado en la primera: y es que nunca llegó el material anunciado a los almacenes de la comunidad.

Además, hay que tener en cuenta que la reserva estratégica de material anti COVID que debía haber adquirido el Gobierno para esta segunda ola no es encuentra ni siquiera comprada porque, como publicó OKDIARIO, está aún “en revisión” pese a haber ya más de 6.000 muertos en esta fase de la pandemia.

Hay que recordar que Pedro Sánchez ha aceptado, por fin, colaborar con la Comunidad de Madrid para combatir el coronavirus. Tras 6 cartas de Isabel Díaz Ayuso solicitando la implicación del presidente del Gobierno en la lucha contra la pandemia, el presidente ha aceptado acudir a Sol para discutir el plan de freno al Covid-19. Pero Sánchez, además, no lo hará sólo para ofrecer ayuda. En esa reunión exigirá a la Comunidad de Madrid una rendición de cuentas del uso realizado de los fondos de la lucha contra el COVID.

Ofrecimiento de Sánchez

Pedro Sánchez envió el pasado jueves una carta a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ofreciéndole la «ayuda» del Ejecutivo central para tratar de poner freno a la expansión del coronavirus en la región. Sánchez, al que Ayuso envió varias hasta seis cartas durante la pandemia sin obtener respuesta hasta ahora, se ofrece a acudir incluso al despacho de la presidenta en la Puerta del Sol, cuando el presidente aún no la ha recibido en Moncloa.

Pero la reunión entre los dos líderes llevará de la mano un nuevo capítulo del plan de Pedro Sánchez para atacar a Ayuso. En la cita, el presidente exigirá a la presidenta madrileña la demostración de que está haciendo un correcto uso de sus recursos en el combate del virus.

Según el Gobierno, los 16.000 millones de euros anunciados -que no desembolsados- en pagos a las autonomías para luchar contra el virus son suficientes para tener todos los recursos a pleno funcionamiento. La realidad, sin embargo, es bastante distinta. Fuentes autonómicas estiman en 25.000 millones de euros el gasto asumido sólo en la primera ola del coronavirus. Traducido: esos 16.000 millones no cubrirían ni el gasto del primer asalto del COVID-19. Y ahora España se sumerge en el segundo.

Por si fuera poco, de esos 16.000 millones sólo 9.000 van destinados a sanidad: el resto tiene que cubrir el también lógico incremento de gasto en materia de adecuación de las escuelas para adaptarse a las exigencias de la pandemia, y en incentivos para apuntalar la maltrecha economía.

Y, por si esos argumentos fueran poco significativos, encima, Madrid y el resto de comunidades autónomas, seguían pleiteando antes del comienzo de la crisis del coronavirus con el Estado por las cantidades debidas por el Gobierno central en materia de financiación autonómica. En el caso de Madrid, ese enfrentamiento afectaba a nada menos que 1.237 millones de euros.

Pero, pese a todo ello, Sánchez exigirá una justificación del uso de sus recursos en la lucha contra el coronavirus.

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