Patxi López culpa a «la tormenta» y no a Marlaska de que los guardias civiles no tuviesen lanchas

El portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Patxi López, ha atribuido el fatal desenlace que acabó con la vida de dos agentes de la Guardia Civil en Barbate a circunstancias meteorológicas «muy especiales». Según el socialista, «una tormenta» obligó a los miembros de la Benemérita a usar una zódiac el pasado viernes porque «algunas de las lanchas de la Guardia Civil no podían operar en esa tormenta» y eso les impidió defenderse del ataque de la narcolancha, exculpando así al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

El político vasco ha tratado de responder a las críticas contra el Gobierno y el titular de Interior por la gestión de la lucha contra el narcotráfico. La Guardia Civil viene denunciando desde hace años la falta de medios para combatir a las mafias. Además, Marlaska liquidó en septiembre de 2022 la unidad de élite dedicada a la lucha contra el narcotráfico.

En su lugar, ha atribuido a «la tormenta» que en esos días azotaba el litoral gaditano la responsabilidad de lo ocurrido. «Estamos en unas circunstancias muy especiales», ha detallado López. El dirigente socialista ha ahondado en su explicación, afirmando que «debido a una tormenta, hay unas lanchas del narcotráfico que deciden ir al puerto y que algunas de las lanchas de la Guardia Civil no podían operar en esa tormenta».

Patxi López sí que ha admitido que «hay que mejorar los medios». Además, ha tratado de justificar la falta de dotaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en que «cada vez que la Policía o la Guardia Civil aumenta su eficiencia, los narcotraficantes aumentan sus medios y su violencia». Ante ello, ha reconocido que hay que » ir mejorando». «El ministerio está dispuesto a mejorar lo que haga falta», ha expresado, en una entrevista de Telecinco.

«Hay que mejorar»

«Todos pensamos que hay que mejorar los medios en el Campo de Gibraltar», ha admitido el ex lehendakari socialista. En todo caso, ha asegurado que durante el mandato del PSOE al frente de la Presidencia del Gobierno, «se ha pasado de una inversión de 0 euros a más de 40 millones en materiales» que se ha destinado, según su versión, a drones y tecnología «para combatir el narcotráfico».

«Este Gobierno es el que más ha hecho», ha tratado de sacar pecho López, a la vez que ha rebatido a quienes acusan a los socialistas de cerrar la unidad de lucha contra el narcotráfico en el Estrecho, el OCON-Sur. «Se ha disuelto el organismo, pero el plan, sus efectivos y sus medios, todos los medios, se han distribuido en las diferentes comandancias territoriales», ha argumentado el portavoz socialista.

Los datos de la Memoria de la Fiscalía General del Estado 2022 chocan con las afirmaciones de Patxi López. En el documento se destaca la «reducción de procedimientos penales en la provincia de Cádiz», así como «una menor presión policial» contra el narcotráfico. La Fiscalía advierte además que la «desaparición del grupo operativo OCON Sur» se produjo «sorpresivamente y sin comunicación previa a la Fiscalía de Andalucía, ni a la Fiscalía Especial, ni a los órganos judiciales».

El asesinato de los guardias civiles

El suceso, que ha provocado una gran conmoción, se produjo en la noche del pasado viernes, cuando unos narcotraficantes embistieron a dos agentes de la Guardia Civil en el puerto de Barbate (Cádiz). Los agentes iban a bordo de una pequeña zódiac, con la que se acercaron al puerto de la localidad gaditana para tomar los datos de varias narcolanchas que se refugiaron de la tormenta.

La mayoría de las embarcaciones abandonaron el muelle, salvo una. Para escapar del cerco de la pequeña nave de la Guardia Civil, los narcotraficantes arrollaron la zódiac, matando a dos agentes e hiriendo a uno de gravedad.

La narcolancha de los traficantes era de entre 12 y 14 metros, 5.000 kilos y contaba con 3 motores que le aportaban 900 caballos de potencia. Sin embargo, la zódiac de la Guardia Civil apenas tenía 5 metros de eslora,  pesaba unos 500 kilos y tenía sólo 80 caballos.

Los fallecidos son dos agentes que dejan tres hijos huérfanos. Se trata de David Pérez Carracedo, un guardia civil natural de Barcelona, pero que llevaba varios años de servicio en Barbate. Su viuda protagonizó momentos de tensión durante el funeral al pedir al ministro Marlaska que no  le impusiera la medalla al mérito a título póstumo

El otro agente asesinado es Miguel Ángel González Gómez, un guardia civil de 39 años, natural de San Fernando, y que deja mujer y una hija pequeña.