El padre de Yéremi en libertad tras ser denunciado por segunda vez por abusos sexuales a una menor

El padre del niño desaparecido hace 14 años en Canarias, Yéremi Vargas, ha sido puesto en libertad por el juzgado después de que otra menor de edad lo denunciara por abusos después de que su propia hija lo hiciera a principios de esta semana.

Juan Francisco Vargas, padre del niño desaparecido hace 14 años en Canarias, Yéremi Vargas, ha sido puesto en libertad por el juzgado después de que otra menor de edad lo denunciara por abusos, unos días después de que su propia hija lo hiciera, a principios de esta semana. Vargas está acusado de un delito contra la libertad e indemnidad sexual y se ha negado a declarar ante la autoridad judicial. Ante esta situación el juez lo ha dejado en libertad pero le ha impuesto una orden de alejamiento de la menor, le ha retirado el pasaporte, le ha prohibido abandonar la isla de Gran Canaria y tendrá que firmar en el juzgado cada lunes.

El martes, cuando este periódico reveló la detención del padre de Yéremi y los motivos de ésta, la noticia llegó a todos los rincones del país. Uno de esos rincones fue Puerto del Rosario, en Fuerteventura, donde una madre y sus hijas no daban crédito a lo que estaban sabiendo en tiempo real. Se trataba de una ex pareja de Juan Francisco Vargas y su hija de 13 años. Esta mujer sería justo la pareja anterior a la actual del padre de Yéremi, con la que habría estado manteniendo relaciones durante la pandemia y el confinamiento. ¿Por qué decirlo así? Porque precisamente la imposibilidad de viajar entre islas en Canarias durante la crisis sanitaria del Covid es importante en esta historia.

La madre de la segunda niña denunciante y Juan Francisco mantuvieron su relación en Las Palmas de Gran Canaria mientras las hijas de la mujer se encontraban en Fuerteventura. No fue hasta el levantamiento de las restricciones sanitarias hasta que la pareja pudo trasladarse desde Las Palmas para vivir allí con las niñas de la mujer. Al parecer, y siempre según la versión de la segunda niña que ha denunciado a Vargas, los presuntos abusos se habrían producido en ese lapso de tiempo, justo cuando su madre y su novio se mudaron a vivir con ella y su hermana.

Tocamientos y gestos obscenos

La convivencia y las relaciones parecieron seguir con total normalidad hasta el mes de diciembre de 2020. Fue entonces cuando la niña de 13 años se sinceró con su hermana mayor para decirle que el novio de su madre había abusado de ella. La niña se refirió en todo momento a tocamientos y gestos obscenos, igual que el relato de la hija biológica de Juan Francisco que lo denunció este mismo lunes.

La hermana mayor de la presunta víctima no titubeo y compartió con su madre lo que le había dicho esta. La madre montó en cólera y decidió no sólo acabar la relación con Juan Francisco en ese momento, sino que lo echó inmediatamente de sus casas y de las vidas de ella y sus hijas. Lo que no hizo la mujer fue denunciar, según fuentes conocedoras del caso, para no complicarse la vida ni ella ni la de sus hijas.

Juan Francisco regresó a Las Palmas de Gran Canaria y volvió a emprender otra relación sentimental. Según algunos medios al padre de Yéremi Vargas se le atribuyen hasta seis hijos biológicos en relaciones con siete mujeres diferentes. Sea cierto o no, el caso es que Vargas comenzó a vivir con otra mujer que también tenía un hijo pequeño. Se trata de la persona que estaba en la misma cama con él, el niño pequeño, Vargas y su hija de 13 años la madrugada del lunes, cuando la menor aseguró que trató de abusar de ella.

Cuando Juan Francisco fue puesto en libertad con una orden de alejamiento la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer, la UFAM, recibió la llamada desde Fuerteventura de la madre que lo echó de casa por abusar presuntamente de su hija. Dos policías viajaron desde Las Palmas de Gran Canaria y se entrevistaron con la madre y la niña. Lo que escucharon se encuentra bajo secreto de sumario, pero la consecuencia fue que ayer miércoles los policías de la UFAM llamaron a la casa de la hermana de Juan Francisco en Vecindario.

El hombre se había refugiado allí escapando de la marabunta de medios de comunicación que merodeaban su barrio. Se le leyeron sus derechos y fue conducido a la Jefatura de la Policía Nacional, donde pasó la noche hasta esta mañana cuando pasó a disposición judicial y fue puesto en libertad con la medida cautelar de acudir al juzgado todos los lunes.