Llarena concluye la comunicación de procesamientos con Turull, Bassa y Forcadell
El magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena concluye este miércoles la ronda de declaraciones indagatorias fijadas esta semana para comunicar su procesamiento a los investigados en la causa abierta por el ‘procés’ separatista en Cataluña que se encuentran en prisión preventiva. Los procesados que serán trasladados mañana de prisión al despacho del juez son el ex consejero de Presidencia y ex candidato a la Generalitat Jordi Turull; la ex consejera Dolors Bassa y la ex presidenta del Parlament Carme Forcadell.
En lo que respecta a Turull, el magistrado del alto tribunal le atribuye indiciariamente los delitos de rebelión y malversación por impulsar la movilización desde sus funciones de portavoz de la Generalitat. Además, le acusa de gestionar y diseñar la inserción publicitaria del referéndum ilegal, coordinar infraestructuras informáticas para la votación y reclutar a voluntarios.
En cuanto a Dolors Bassa, en el auto de procesamiento el juez LLarena señala que la ex consejera de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia actuó en connivencia con el huido Antoni Comín y asumió el control de los locales dependientes de sus respectivas consejerías para el referéndum. Además, el instructor considera que existen pruebas que demostrarían que permitió que su departamento soportara parcialmente el gasto de papeletas, censo y citaciones a los componentes de las mesas y por ello también los considera posibles culpables de rebelión y malversación de caudales públicos.
Forcadell dio coartada al ‘procés’
Por último, con respecto a Forcadell, el auto de Llarena detalla su participación «medular» desde los comienzos del proceso independentista como presidenta de la ANC. Después, como presidenta del Parlament tramitó la aprobación de la legislación de soporte que sirve de coartada legitimadora al proceso, aún contrariando las reiteradas prohibiciones y requerimientos del Tribunal Constitucional, de acuerdo con el auto.
Para el juez, la participación de la ex presidenta del Parlament en todo el proceso «ha ido de la mano con la violencia de las últimas fases del proceso», ya que que estuvo presente en la manifestación del 20 de septiembre y arengó a la movilización para el día siguiente ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), poniendo a la la institución al servicio del violento resultado obtenido con el referéndum y de la proclamación de la ‘república’, por lo que la considera culpable de rebelión.
Hasta el momento, las declaraciones indagatorias celebradas ante el instructor del caso por el ‘procés’ en el Tribunal Supremo Pablo Llarena han evidenciado el cambio de estrategia de varios de los investigados una vez se ha hecho público el auto que los procesa por delitos de rebelión y malversación.
Así, los ex consejeros Josep Rull y Raül Romeva utilizaron su comparecencia de este martes para reprochar al magistrado la vulneración de sus derechos y la politización del procedimiento judicial, mientras que el tercer compareciente, el ex consejero de Interior Joaquim Forn —en prisión desde noviembre— fue más templado rechazando la existencia de violencia y reiterando que acata la aplicación del artículo 155 y renuncia a la política.
Los dos primeros actuaron el mismo modo que hicieran el lunes el ex vicepresidente Oriol Junqueras y los que fueran líderes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Ómnium Cultural Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, quienes frente a declaraciones anteriores de sometimiento a la legalidad optaron por reprochar ante el instructor de ausencia de separación de poderes en España.