Casado cumple su promesa y regala una cocina nueva a las monjas que atienden las colas del hambre

Lo prometido es deuda. Y es por eso que Pablo Casado ha visitado esta mañana el Comedor Social de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, de Madrid para cumplir con su promesa: regalar una nueva cocina a las monjas de Chamberí.

Este comedor social es un centro asistencial que cuenta desde hoy con un renovado equipamiento en su cocina, fruto de la donación realizada por el Partido Popular. Hay que recordar que el presidente del PP, Pablo Casado, visitó el pasado 16 de julio esta colegio de Madrid  junto a un grupo de voluntarios del distrito de Chamberí -que colaboran a lo largo del año aportando alimentos para atender a personas y familias en situación de vulnerabilidad -, como les contamos en OKDIARIO. Personas que ayudan a paliar las colas del hambre que se producen todos los días a las puertas de este colegio madrileño.

Nueva Cocina

Desde que Casado supo de las necesidades del comedor solidario, porque así se lo pidieron las propias monjas en su momento, el Partido Popular se puso en marcha para gestionar y llevar a cabo la donación de una nueva cocina que sirve y facilita la labor caritativa de las Hijas de la Caridad.

Fundado hace más de un siglo, el Comedor María Inmaculada viene atendiendo a personas que carecen de recursos materiales para cubrir una necesidad tan elemental como es ingerir al menos una comida caliente al día. Esta trayectoria desinteresada y asistencial para con los más necesitados convierte a esta monjas de Chamberí en una de las obras sociales más antiguas de Madrid y una congregación religiosa premiada por los premios Principe de Asturias de la Concordia 2005.

Ubicadas en un imponente edificio centenario, de ladrillo visto, este lugar se ha convertido en un solicitado centro de acogida e intervención social, que trata de paliar a diario las distintas situaciones de exclusión que lacran el siglo XXI; como son las personas sin hogar, con enfermedades mentales, o las víctimas de adicciones. Las colas del hambre por desgracia se repiten cada mañana en la puertas de este colegio de monjas, que a partir de hoy, estrena cocina.