El objetivo de Koldo y Ábalos: declarar ante el Supremo después de que lo haya hecho Cerdán
El ex ministro y quien fue su asesor quieren que sea Cerdán el que dé explicaciones en primer lugar, lo que le resultará comprometedor


El ex ministro de Transportes y ex secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, y el que era su asesor ministerial y compañero de viaje de Pedro Sánchez –literal– en la reconquista del poder del partido que acabó aupándole a La Moncloa, Koldo García, quieren que el Tribunal Supremo tome declaración en primer lugar a Santos Cerdán. Es decir, que el primero en dar explicaciones judiciales sea el brazo derecho del presidente del Gobierno y ejecutor al más alto nivel de las estrategias de Sánchez en las filas socialistas y en las negociaciones de pactos con los independentistas para aferrarse al poder. Ábalos y Koldo declararán siempre que se les devuelva el material que se les ha incautado en los dispositivos.
La UCO coloca a Santos Cerdán en una posición protagonista en la trama de corrupción destapada en el PSOE y que se valió del Gobierno para obtener mordidas por la adjudicación de obras públicas. Se calcula que fueron más de mil millones en mordidas que, según apunta la investigación, se encargaron de repartirse los cabecillas: Cerdán, Ábalos y Koldo. La investigación pone el punto de mira también en el propio PSOE, ante las sospechas de que parte de esas comisiones ilegales pudieran haber acabado en las arcas del partido liderado por Sánchez.
Los otrora socios en esta trama corrupta destapada por la UCO han acabado distanciados. Las conversaciones intervenidas por los investigadores han destapado el malestar que la actitud de Cerdán causó en Koldo y que éste compartió con Ábalos. Por entonces, Ábalos y Koldo se habían visto defenestrados en el Gobierno y en el partido, mientras que Cerdán había visto reforzado su poder como nuevo secretario de Organización del PSOE y hombre de la máxima confianza de Sánchez para mantener engrasados sus pactos. Esto fue especialmente evidente en las reuniones que Cerdán mantuvo con el prófugo Puigdemont en el extranjero.
Esa confianza quebrada entre Ábalos-Koldo y Cerdán, a vueltas también con el reparto de las mordidas, se juega ahora en el Tribunal Supremo. El ex ministro y el que fue su asesor pretenden aplazar su declaración en sede judicial alegando indefensión, por no haber tenido acceso a las últimas periciales practicadas con los registros que han permitido a la UCO hacerse con nuevo material. Fue el caso, en especial, de los discos digitales intervenidos en el registro de la casa de Ábalos en Valencia.
El objetivo de posponer esta comparecencia ante el Supremo de Ábalos y Koldo –han sido citados para testificar este lunes– responde a una estrategia de defensa que compromete a Cerdán. El ex ministro y quien fuera su asesor, si logran que Cerdán sea el primero que declare en sede judicial, tendrán así una valiosa información a partir de la cual diseñar su defensa y lanzar un posible contraataque. Cerdán tendría así una situación comprometida para él: si descarga responsabilidades en Ábalos y Koldo, podría ser la gota definitiva que colme el vaso de ambos para lanzar a la ofensiva, colaborar con la Fiscalía en busca de peticiones de pena menos severas a cambio de destapar detalles desconocidos hasta ahora. Un enrevesado horizonte judicial que obliga a Sánchez a tentarse la ropa.