Morant también contrató para el CSIC a la empresa israelí de gestión de bibliotecas pese al veto de Sánchez
El CSIC la valoró como una "herramienta esencial para el acceso a recursos bibliográficos"
Sánchez incluso llegó a pedir a la UE la suspensión del acuerdo de asociación que tiene con Israel


El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, encabezado por la socialista Diana Morant, también ha contratado para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), dependiente de su cartera, a la empresa israelí de gestión de bibliotecas Ex Libris a pesar de la firme oposición del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, a establecer vínculos comerciales con el país hebreo.
El organismo dependiente de Ciencia lleva utilizando esta empresa desde finales de 2017. El CSIC ha firmado varios contratos sucesivos con la empresa Ex Libris, el último en 2022, que tenía que volver a prorrogar al ejercicio siguiente. Es decir, después de los brutales atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023, en los que fueron asesinadas 1.200 israelíes y otros 253 fueron capturados como rehenes. La nueva prórroga también comenzó a ejecutarse tras la respuesta del país hebreo que tanto ha criticado el Gobierno.
Si bien la firma de la prórroga fue en julio de 2023, el CSIC comenzó a hacerla efectiva en diciembre de 2023 y, a día de hoy, sigue utilizando ese sistema para gestionar su catálogo de libros. De ese modo, hace caso omiso a los continuos vetos contra Israel que proclama el presidente del Gobierno.
Se trata de un contrato para la «cesión de derecho de uso de una plataforma de gestión bibliotecaria y de la herramienta anexa de descubrimiento y de consulta de catálogos bibliotecarios, destinada a la Unidad de Recursos de Información Científica para la Investigación de la Organización Central de la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas».
El coste para las arcas públicas del uso del software Alma, de la empresa israelí Ex Libris, en el CSIC, alcanzará los 229.300,83 euros, ya que se han ejecutado las prórrogas de 24 meses que elevaría el coste del contrato hasta su máximo valor estimado. La empresa israelí, por tanto, prestará este servicio al organismo público hasta diciembre de 2025.
CSIC: «Herramienta esencial»
El CSIC se vanaglorió de haber implementado esta plataforma: «Alma ha sido una herramienta esencial para el acceso a recursos bibliográficos y científicos para nuestra comunidad investigadora y para la investigación en general».
Además, el organismo dependiente del Ministerio de Morant alabó este sistema por haber «evolucionado y mejorado en los últimos años para adaptarse a las necesidades cambiantes de la investigación y la gestión de bibliotecas, y ha contribuido significativamente a la promoción del acceso abierto a la información científica».
Sin embargo, aún más reciente es la contratación de la misma empresa israelí por el propio Ministerio de Ciencia para la gestión bibliotecaria del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT). Específicamente, se contrató para el «suministro de las licencias de uso de los sistemas de gestión bibliotecaria ALMA Y PRIMO para la Unidad de Documentación y Biblioteca».
El contrato del CIEMAT se formalizó en enero de este mismo año y tiene una duración de tres ejercicios. Por tanto, después de las críticas del Gobierno a Israel por la reacción tras los atentados del 7 de octubre.
Choque de Sánchez contra Israel
Todo ello mientras Pedro Sánchez mostraba un choque frontal con la administración israelí. El líder socialista incluso ha llegado a pedir que la Unión Europea suspenda de inmediato el acuerdo de asociación que tiene con Israel al considerar que era «más que evidente» que este país está violando el respeto a los derechos humanos en Gaza.
Sánchez fue el responsable, personalmente, de que se cancelara el contrato para la compra de munición del Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska a una empresa israelí.
En octubre de 2024 se hizo público que España iba a ejecutar la compra de munición a Israel, pero ante las presiones de sus socios, el Gobierno prometió rescindir este contrato. Un panorama que cambiaba radicalmente en abril. Entonces, daba marcha atrás y confirmaba la compra millonaria de balas israelíes por valor de 6,6 millones de euros. Pero, finalmente, tras las presiones de los socios de Gobierno, Sánchez tomó la decisión de rescindir el contrato.
La cartera de Diana Morant no ha sido la única. La Biblioteca Nacional de España, dependiente del Ministerio de Cultura que dirige Ernest Urtasun (Sumar), también contrató a la empresa israelí Ex Libris por casi 1,4 millones de euros. Todo ello a pesar del boicot que promueve el partido liderado por la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, a las empresas de Israel.
Y es que la formación de Yolanda Díaz, Sumar, exigió romper con la compañía a través de una pregunta parlamentaria en la que no se mencionaba que este software lo utilizara la Biblioteca Nacional, pero sí se aludía a «53 establecimientos» de la «red de bibliotecas del Estado».
Varios representantes del movimiento fundado por la también ministra de Trabajo quisieron conocer la «fecha prevista para que no se continúe con la licencia del programa informático Alma en las bibliotecas públicas del país». En su cuestión parlamentaria, pedían «que se rescinda cualquier contrato con empresas israelíes o de capital israelí que operen en España». Y, por último, si había «previsiones acerca de informar a la Fiscalía para que examine las responsabilidades de las empresas participantes en proyectos y negocios en los territorios ocupados que realicen actividades comerciales en España».