España
Elecciones Cataluña 2021

Moncloa forzó el 14-F pese al virus para investir a Illa y ahora se declara «satisfecha» si vota el 50%

En Moncloa reconocen que la participación del domingo en Cataluña puede ser incluso más baja que la registrada en 2006 con el Estatut

  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

La participación en las elecciones catalanas del próximo domingo será el centro de todas las discusiones sobre la legitimidad de sus resultados. Y es que a todos, desde Moncloa hasta el Govern, les preocupa que esa participación pueda no llegar ni siquiera al 50%. Alcanzar al menos ese porcentaje, después de haber forzado que los comicios no se aplazaran por la pandemia para aprovechar el ‘efecto Illa’, es el objetivo de Moncloa para darse por satisfecha, pese a que se trataría de una de las movilizaciones más bajas de la historia.

El precedente de las presidenciales en Portugal provoca temor en Moncloa, que defendió la celebración de las elecciones este domingo, frente a la petición del Govern catalán de aplazarlas. En el país luso, hace unas semanas, no se alcanzó ni el 40% de los votos. El miedo al virus puede provocar que ocurra algo similar en Cataluña. Otros países como Italia o Francia han seguido los pasos de lo que inicialmente hizo la Generalitat, promoviendo el retraso.

Desde Moncloa, que veía en el aplazamiento una amenaza al supuesto ‘efecto Illa’ y a sus intereses electorales, sostienen que la situación epidemiológica no impide la celebración de los comicios y que votar el domingo será seguro. Desde la Generalitat, sin embargo, estiman que unos 14.000 contagiados acudirán a su colegio electoral. En Moncloa esperan que «ojalá todo se desarrolle como hasta la fecha, sin ningún tipo de incidencia, y los ciudadanos en Cataluña puedan participar». Los miembros de la mesa deberán ir con EPI y usar mascarilla.

Y es que uno de los principales temores, tanto por parte de los gobiernos como de la Junta Electoral Central, es que el domingo no se puedan constituir todas las mesas a la hora y eso obligue a retrasar la apertura de algunos colegios y la validación de los resultados. Más de 25.000 de las 70.000 personas llamadas a formar parte de las mesas han recurrido la decisión.

Desde el Ejecutivo quieren «ser optimistas” y tener «la confianza de que todas las personas que tienen derecho al voto saben de la importancia de estas elecciones y actuarán en consecuencia”. Recuerdan que todos los ciudadanos que deseen expresar su opinión en las urnas gozarán de “todas las garantías de protección de la salud y de derecho al voto”.

Tras una fuerte campaña para promover el voto por correo, que ha crecido de forma exponencial respecto a 2017, en Moncloa recuerdan que “nuestra tarea y deber gubernamental es reiterar el llamamiento a todos los ciudadanos a la participación”. A día de hoy se ha multiplicado casi un 400% la petición del voto no presencial.

El precedente del Estatut

Hasta ahora, la cifra de participación más baja en un proceso electoral en Cataluña se registró en el referéndum estatutario de 2006. Tras el pacto entre los entonces presidentes José Luis Rodríguez Zapatero y Artur Mas en La Moncloa, sólo el 49,94% de los catalanes acudió a expresar su opinión sobre el nuevo Estatut. En esta ocasión, según los datos que maneja Moncloa, la cifra puede ser ligeramente inferior.

Aunque achacan exclusivamente a la pandemia esa posible disminución del número de votantes, según varios politólogos catalanes también hay que entender la abstención que se producirá desde la óptica del hartazgo de la política en Cataluña. Algo que se podría asimilar perfectamente con el Estatut de 2006, que se negoció y aprobó en medio de una gran polémica.

Llamada a la movilización

Hace unos días, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, hizo un llamamiento a los catalanes a participar en estos comicios para evitar que algún partido pueda poner en cuestión la legitimidad de los votos. La socialista reivindicó que “siempre tenemos que promover y hacer llamamientos a esa participación y ponerla por encima de cualquier otro cálculo partidista o electoral”.

La ministra de Hacienda, además, aseguró que «nunca se puede cuestionar el resultado de las urnas tenga o no tenga el grado de participación que a todos nos gustaría». Montero aseveró que “cuanta mayor participación, mejor para todos los ciudadanos y para esa calidad que perseguimos democráticamente, para que los gobiernos, los programas electorales y los de gobierno respondan a la inmensa mayoría de los ciudadanos”.

La portavoz recordó que la expresión en las urnas «es la mejor manera de construir sociedad, de construir democracia y que todos y cada uno nos veamos reflejados en las prioridades que posteriormente los gobiernos y las políticas plantean”. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, expresó por su parte que tiene «plena confianza» en los responsables del protocolo de seguridad para que los colegios electorales no sean un foco de contagio.