Iceta quiere dimitir en octubre y que la catalanista Nuria Parlón le sustituya al frente del PSC

El primer secretario del PSC, Miguel Iceta, podría no presentarse al congreso del partido que se celebra en octubre si Pedro Sánchez no consigue la remontada del PSOE el 26J y es ‘desahuciado’ del liderazgo en el congreso donde los socialistas deberán arreglar su situación interna.

Voces de la corriente catalana alertan a OKDIARIO que “si no se frena a tiempo” las discrepancias entre la federación catalana y la dirección nacional se puede desatar una guerra abierta. Iceta se plantea su marcha, pese a haber dicho públicamente que se presentará de nuevo como candidato al congreso en otoño. Sin embargo, ya se estaría pensando en dejar a su ‘mano derecha’ y viceprimera secretaria del PSC, Nuria Parlón, al frente de la organización. Algo que desagrada tanto al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, como a muchos barones entre ellos, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.

Parlón es conocida por su gran defensa en el derecho a decidir e, incluso, en llegar más allá planteando en una entrevista que “se tendría que hacer un proceso similar al de Escocia y Reino Unido. Diría mucho del grado de madurez de Cataluña y España”, defendió la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona). La catalana allá donde va promueve que el PSC tiene que recuperar el espacio que le ha quitado Podemos, cuando no todos en su partido piensan igual.

Dos posturas enfrentadas

Dentro del PSC reconocen que hay “dos posturas claramente enfrentadas” y que una de ellas, la más soberanista, ganaría la partida ligeramente en estos momentos entre las bases. Por ello, en Ferraz se han puesto manos a la obra enviando a una mujer fuerte y preparada que puede plantar cara a Parlón, Meritxell Batet. La hasta ahora ‘mano derecha’ de Pedro Sánchez y ‘número dos’ en la lista por Madrid dejó hace un par de semanas este puesto para lanzarse a la carrera de ser candidata por Barcelona. Lo consiguió y con un puesto fuerte dentro de la federación, ahora deberá de luchar por reforzar el mensaje del centro que envían desde Madrid.

El partido apuesta por una reforma constitucional que incluya una apuesta federal para todos los territorios. Batet goza de apoyos dentro del partido, algo que según apuntan distintas fuentes a este medio no consiguió Carme Chacón y por eso se retiró, insisten. Aunque la catalana sigue gozando de buenos apoyos, sobre todo del sur, tras haber recibido una invitación de la presidenta de la Junta para asistir a un mitin de esta campaña en Andalucía.

El equipo de Iceta niega que esté pensando en presentarse e insisten en que “ahora en lo que está el partido es en ganar las elecciones”; mientras que la propia Parlón todavía no ha descartado presentarse al congreso de otoño y responden que “lo tiene que hablar con Miguel, aunque ya le ha propuesto que haya bicefalia». El último atrevimiento de la alcaldesa ha sido proponer al líder del PSC crear una bicefalia de manera que Iceta siga siendo el primer secretario del partido y ella la candidata a la Generalitat o a la inversa. Desde Ferraz y para que se olvide del Congreso, decidieron premiarla incluyéndola en el equipo de ‘ministrabais’ de Pedro Sánchez. A partir de ahora, Parlón también se encargará de asesorar sobre políticas sociales en la campaña electoral de cara al 26J.

El referéndum a la canadiense de Iceta alertó a Ferraz

Las discrepancias entre Ferraz y el PSC comenzaron a airearse cuando el secretario general del PSOE negociaba entre bambalinas una abstención que le diera el Gobierno con los independentistas. Entonces, nadie entendió el guiño del primer secretario de los socialistas catalanes, Miguel Iceta, al líder de En Comú Podem, Xavi Domènech. Ambos mantuvieron una reunión e Iceta planteó que si la reforma federal que promueve su partido no sale adelante, el PSC sería partidario de un ‘referéndum a la canadiense’. El gesto alertó a Ferraz y a algunas federaciones que vieron un cambio en el discurso oficialista por la parte catalana. Un referéndum en Cataluña, tal y como propone Podemos, forma parte de las líneas rojas que el PSOE no ha querido cruzar jamás.

Al PSOE se le acumulan los deberes de cara al Congreso que se celebrará tras las elecciones del 26J. Si Sánchez no consigue ganar y recuperar el suelo del partido, los suyos difícilmente le dejarán pactar con el resto de formaciones para conformar Gobierno. Ello, creará cierta inestabilidad en algunas territorios como Cataluña que sigue luchando porque se reconozcan las dos facciones dentro del partido. El congreso de la federación catalana se producirá con todo resuelto o al menos es lo que esperan algunos dirigentes para cerrar las discrepancias y volver al marco de la Declaración de Granada.