Madrid forzó a Illa a endurecer la lucha contra el coronavirus: sin más medidas los contagios podían llegar a 10.000

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Salvador Illa coronavirus
Salvador Illa.
Carlos Cuesta

La inacción del Gobierno de Pedro Sánchez en la gestión de la crisis del coronavirus no es un rumor. Las últimas reuniones con la Comunidad de Madrid se han convertido en un tira y afloja en el que el Gobierno regional de Isabel Díaz Ayuso aprieta para elevar las medidas de contención, y el Ministerio de Sanidad de Salvador Illa relaja para no tomarlas. La situación llegó a su punto álgido este pasado lunes, cuando la cifra de contagios se disparó en Madrid.

Las escasas ganas del ministro de Sanidad de adoptar una subida del nivel de protección frente al virus chocaron con las proyecciones mostradas por la Comunidad en la reunión: los cálculos destacaban el riesgo de llegar a 10.000 contagios en caso de que no se adoptaran nuevas y más contundentes medidas de contención. Y una frase de Díaz Ayuso zanjó la diferencia de opiniones. Una frase en la que el Gobierno del PP madrileño dejó claro que, si el Ejecutivo socialcomunista de Pedro Sánchez no adoptaba las medidas necesarias, sería la comunidad autónoma la que las tomaría de forma unilateral.

No han sido negociaciones fáciles las de estos días entre Madrid y el Ejecutivo de Sánchez. Han sido, sin embargo, encuentros en los que Díaz Ayuso ha tenido que dar un puñetazo en la mesa para evitar que el ritmo de avance del virus en España pueda alcanzar peligrosamente las cifras italianas.

Sánchez no reacciona antes del 8M

El primer plato de estas discusiones llegó el pasado viernes, cuando el Gobierno de Sánchez, representado por el titular de la cartera de Sanidad, se empeñó en mantener el nivel de protección frente al coronavirus en el grado de mera “contención”.

Ni Madrid ni el País Vasco compartían ya antes del fin de semana ese dictamen. Pero la petición de lealtad institucional por parte del Ejecutivo nacional forzó una tregua.

El fin de semana ha pasado. También las concentraciones y manifestaciones por el 8M, objetivo electoral primordial por parte del PSOE y Podemos. Y también han pasado ya los datos previos de contagios, mucho más moderados, cediendo el lugar a cifras mucho más preocupantes.

Y en ese instante, Madrid ha decidido que no se podía continuar de ese modo, con unas medidas pensadas para el momento en el que comenzaba el brote vírico en España. La Comunidad ha insistido en que era necesario pasar el protocolo de “contención reforzada”, algo que ha exigido para el territorio madrileño ante las proyecciones que muestran una posibilidad de alcanzar los 10.000 casos de contagios en el supuesto de que no se adoptasen medidas más contundentes de lucha contra el coronavirus.

Hay que recordar que el gabinete de coordinación interministerial para evaluar los efectos del coronavirus sobre España está presidido por la vicepresidenta primera, Carmen Calvo. Que en ese organismo toman parte, entre otros, los titulares de Interior, Defensa, Sanidad, Turismo, Economía o Transportes. Y que este comité se reúne de forma periódica cada semana. En paralelo, el ministro Illa se reúne también cada lunes y jueves por videoconferencia a los consejeros autonómicos de Sanidad.

Y, en teoría, el Consejo de Seguridad Nacional, con fuerte influencia del jefe de Gabinete de Pedro Sánchez, Iván Redondo, también debería estar al corriente de las medidas de protección frente al virus.

Desgobierno

Pero las noticias de la división interna en el seno del Gobierno han certificado ya la evidencia de una inacción muy peligrosa por parte del Gobierno. Una falta de reacción provocada por una lucha de egos entre Calvo y Redondo, y por una lucha de formaciones, entre el PSOE y Podemos.

Ante esa inacción y división, Ayuso reclamó este lunes cerrar los colegios, institutos y universidades de la región para combatir la expansión del coronavirus. El plazo inicial: al menos dos semanas.

La exigencia de esa medida, unida a la advertencia de que, si no la respaldaba y anunciaba el Gobierno de Sánchez, la adoptaría de forma unilateral el Ejecutivo regional de Díaz Ayuso, es lo que ha llevado definitivamente a que Illa decrete el famoso nivel de “contención reforzada”. Reforzada, en los territorios que han presionado, es decir, Vitoria y Labastida, donde ha pesado la presión del Gobierno vasco.

De hecho, en las últimas horas el número de contagiados en España ha experimentado un crecimiento muy importante. Sólo en Madrid, del domingo al lunes, se han doblado el número de personas infectadas. La capital y la Comunidad, junto a los municipios de Labastida y Vitoria (País Vasco), continúan siendo los principales focos en España. Y hay especial preocupación en los centros de mayores y en algunos centros educativos.

La Comunidad de Madrid, por todo ello, ya el pasado viernes decidió cerrar los centros de mayores de la región para frenar la difusión de casos del coronavirus, al menos por un mes.

La medida afecta a los 213 hogares y clubes que hay en la Comunidad de Madrid. De ellos, 10 son privados, mientras que los 203 restantes son de titularidad de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS) o de entidades locales. Asimismo, permanecerán cerrados los servicios de convivencia familiar y social de titularidad privada. La suspensión del ejercicio de actividades de los centros de mayores se establece por un tiempo de un mes, «sin perjuicio de posibles prórrogas». Y ahora, además, y desde este miércoles se ha decretado el cierre de los colegios por dos semanas.

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