El juez del ‘caso Villarejo’ abre cinco nuevas piezas secretas en una causa que ya alcanza las 18
El juez de la Audiencia Nacional del ‘caso Villarejo’ abrirá en los próximos días cinco nuevas piezas secretas dentro del sumario de la ‘operación Tándem’, que llevó en noviembre de 2017 al ex comisario a la cárcel madrileña de Estremera. Entonces, los agentes de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía hallaron en los domicilios de Villarejo y de su socio, Rafael Redondo, cientos de grabaciones y archivos digitales. Toda aquella documentación, calificada por los investigadores de «infarto», sirvió para iniciar uno de los procesos más embarazosos abordados por la Justicia española.
Una de las nuevas pesquisas judiciales afecta al empresario ruso Mijaíl Fridman, el máximo accionista de los supermercados DIA, que ya tiene abierto otro procedimiento en el Juzgado Central de Instrucción número 6, acusado de llevar a la quiebra al grupo ZED. En ambas diligencias el afectado es el también empresario Javier Pérez Dolset.
Las cinco nuevas diligencias, sumadas a las 13 ya existentes, algunas de las cuales siguen también secretas, completan hasta la fecha una compleja causa que ya alcanza las 18 piezas. Teniendo en cuenta que la cifra es el resultado del desencriptado de tan sólo el 40% de las grabaciones intervenidas a Villarejo, el sumario todavía puede verse ampliado con alguna otra diligencia en los próximos meses.
Esa situación de transitoriedad, pendiente de la desencriptación de las grabaciones y su posterior revisión por parte de los agentes de la UAI, es algo que preocupa a las fuentes judiciales consultadas por OKDIARIO. Sobre todo, porque puede desembocar en una causa de proporciones incalculables, convirtiéndose en esa clase de proceso que tanto odian los jueces. Basta recordar casos como Nécora, ERE’s, Pinochet y Dictadura Argentina, GAL o Malaya, todos ellos con cientos de miles de folios. Sólo la sentencia de los ERE’s se calcula que tendrá una extensión de casi 1.000 páginas.
Según ha podido confirmar OKDIARIO, el juez García-Castellón sólo tiene previsto abrir esas cinco piezas. Nunca las 20 que aseguraba el diario El País en una información publicada el pasado 12 de agosto. En la noticia afirmaba, citando fuentes policiales y judiciales, que el magistrado de la Audiencia Nacional tenía previsto «próximamente» incoar otras dos decenas de diligencias dentro de la causa contra Villarejo.
Investigaciones concluidas
Al mismo tiempo, el juez García-Castellón ultima los autos de conclusión de una media docena de piezas de la causa, después de casi dos años de instrucción. Según ha podido saber OKDIARIO, las investigaciones que para el magistrado no necesitarían más diligencias serían las conocidas como ‘Iron’ (número 2), sobre el encargo de un bufete a Villarejo para investigar a un despacho de la competencia; ‘Land’ (3), sobre el espionaje entre los miembros de la familia García Cereceda, los dueños de La Finca; ‘Pintor’ (6), sobre un litigio entre empresarios; y ‘Marbellí’ (8), sobre los seguimientos al empresario de Marbella, Felipe Gómez Zotano.
Las otras diligencias que forman el caso Villarejo son: ‘Principal’ (0) sobre los negocios del comisario en Guinea; ‘King’ (1), que afecta a varios cargos policiales por su colaboración con Villarejo; ‘Pit’ (4), sobre la extradición a Guatemala del empresario Ángel Pérez Maura; ‘Carol’ (5) sobre las grabaciones a Corinna desveladas por OKDIARIO; ‘Kitchen’, también conocida como «fondos reservados» (7), sobre el espionaje al ex tesorero del PP, Luis Bárcenas; BBVA (9), sobre los encargos de la entidad bancaria al comisario para investigar a clientes morosos; ‘Dina’ (10), sobre la tarjeta telefónica sim de la asesora de Pablo Iglesias; ‘Comisarios’ (11), sobre la revelación de secretos de funcionarios policiales, que fue sobreseída; ‘Dolset’ (12), sobre disputas empresariales; y ‘Zenyt’ (13), sobre los delitos fiscales de las empresas de Villarejo.
Un saco sin fondo
El ‘caso Villarejo’, si se el procedimiento se mantiene como funciona hasta la fecha, puede convertirse en un saco sin fondo. Los policías de Asuntos Internos siguen seleccionando pasajes de las cintas desencriptadas y entregando periódicamente informes al magistrado García Castellón.
El sistema propicia que los propios agentes de la UAI -un departamento policial que en teoría está montado para perseguir a los compañeros corruptos- sean quienes decidan lo que vale y no vale. Además, la Unidad de Asuntos Internos, durante la jefatura de Marcelino Martín Blas, se situó en el epicentro de la conocida como “guerra de comisarios” del Ministerio del Interior, que enfrentaba al propio Martín Blas y a Villarejo.
Desde que se abrió la causa contra Villarejo, el recorrido que han seguido las grabaciones ha sido el siguiente: primero, el juez Diego de Egea se las entrega a Asuntos Internos para su tratamiento por la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía.
Más tarde, el mismo juez ante la dificultad de desencriptar algunas de ellas pide apoyo logístico al Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), dependiente del Ministerio de Economía.
Y, por último, el juez García-Castellón, tras hacerse con el caso y tras la petición de la Fiscalía Anticorrupción, pasa las cintas encriptadas al Centro Criptológico Nacional, un organismo dependiente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Este organismo, conjuntamente con la UAI, es quien tiene en su poder en la actualidad las cintas de Villarejo.