Indignación de los jueces con Pérez de los Cobos por cuestionarles frente al desafío independentista
El discurso de despedida de Francisco Pérez de los Cobos, como presidente del Tribunal Constitucional (TC) ha dejado una profunda indignación en los magistrados que integran la institución por considerar que sus palabras sobre el desafío independentista hacen un «flaco favor» a su trabajo.
En su última intervención al frente del Alto Tribunal, Pérez de los Cobos aseguró que el problema «no puede ser resuelto» por este órgano por sí solo. Además, advirtió de que «el diálogo político en democracia no puede ni debe ser una realidad episódica o coyuntural, a la que se recurra cuando las circunstancias la imponen, pues atañe a la esencia misma del sistema, su práctica debe ser permanente y a todos los niveles».
El magistrado se refirió, en concreto, a la resolución de marzo de 2014, en la que se acordó anular la declaración por el derecho a decidir que había sido aprobada por el Parlamento catalán.
A juicio del aún presidente del TC, la citada resolución de 2014 y las que la han seguido en relación con el proceso separatista de Cataluña pretendieron dos cosas que «por desgracia no se han conseguido», que son la de «salvaguardar y restaurar la legalidad constitucional» y reconducir el denominado «derecho a decidir a una aspiración política susceptible de ser defendida en el marco de la Constitución».
«Desde aquel pronunciamiento nuestro, la tensión no ha cesado», ha reconocido el presidente del TC, antes de añadir que por ello la llamada al diálogo político sigue siendo válida. «Diré más, creo que se han convertido en una necesidad inexcusable y urgente», avisó.
Las palabras de Pérez de los Cobos han provocado malestar en ambos bandos. En el conservador, por interpretar que pone en cuestión las facultades del Tribunal en lo que respecta a la cuestión independentista. De hecho, las aseveraciones fueron respondidas de inmediato por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, que consideró que «indudablemente, el Tribunal Constitucional es un elemento para la resolución de conflictos».
También entre el sector progresista, en su día muy crítico con la reforma legal por la que el TC asumió la facultad de suspender a cargos públicos en caso de desobediencia en el cumplimiento de sus resoluciones.
Entonces, el fallo se aprobó por ocho votos-los conservadores-frente a tres, y provocó la dimisión de la magistrada Adela Asúa como ponente de la resolución. Asúa había cuestionado que el Alto Tribunal tuviese capacidad para suspender a políticos en el ejercicio de sus funciones, pero su ponencia quedó en clara minoría y recibió una enmienda total por la mayoría del TC, de índole conservadora.
La intervención de Pérez de los Cobos ha reabierto así el enfrentamiento entre los dos sectores de jueces sobre la autoridad de los magistrados para hacer cumplir sus sentencias, un asunto de gran relevancia en un tema, Cataluña, que centra la mayor parte del trabajo de esta institución.
Pérez de los Cobos realizó estas afirmaciones tras la toma de posesión de los nuevos cuatro magistrados designados la pasada semana por el Senado -Ricardo Enríquez, Alfredo Montoya, Cándido Conde-Pumpido y María Luisa Balaguer- y ante el ministro de Justicia, Rafael Catalá, el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes y numerosos integrantes de la cúpula judicial y diputados de las Cortes.
Pérez de los Cobos será sustituido por el magistrado Juan José González Rivas como nuevo presidente. La vicepresidenta será Encarnación Roca.