Gonzalo Boye, condenado por colaborar con ETA, fue el abogado de Rodrigo Lanza
Rodrigo Lanza, el antisistema de origen chileno detenido como presunto autor del asesinato de Víctor Laínez, fue defendido en el caso 4F por Gonzalo Boye, abogado también de origen chileno que fue condenado a 14 años de prisión por el secuestro del empresario Emiliano Revilla.
Según las primeras investigaciones policiales, Lanza acompañado de otras dos personas propinó una paliza a Laínez a la salida de un bar en Zaragoza. El atacante y sus tres acompañantes le acusaban de «facha» por lucir unos tirantes con los colores de la bandera de España. La víctima, que había sido legionario, no se arredró y contestó a los insultos lo que desencadenó la paliza por parte de los antisistema, que finalmente ha tenido el fatal desenlace este martes.
Lanza, el agresor, es un viejo conocido de la Justicia. En el año 2006 fue condenado a 9 años de prisión –sólo cumplió cinco antes de ser puesto en libertad– por intento de homicidio a un Guardia Urbano de Barcelona, que terminó tetrapléjico por una pedrada lanzada por el antisistema como consecuencia de los incidentes durante el desalojo del Palau Alós, un edificio okupado en el centro de la ciudad.
El encargado de la defensa de Lanza fue ni más ni menos que el abogado Gonzalo Boye, chileno como el agresor, y que fue condenado a 14 años de prisión por colaborar con la banda terrorista ETA en el secuestro del empresario Emiliano Revilla. El industrial permaneció oculto en un zulo durante 249 días y sólo fue liberado tras el pago de un rescate de 500 millones de pesetas.
La línea de defensa seguida por Boye y su defendido fue muy clara: convertir el caso en una supuesta trama policial corrupta a la que, además, acusaron de torturar a los detenidos. En declaraciones a eldiario.es, Boye señaló que «la ciencia dijo que no fue una piedra lo que causó las graves heridas al policía sino algo arrojado desde un tejado» y lamentó que «los jueces pudieran más que la ciencia».
La madre del antisistema y familiares del resto de detenidos realizaron un documental titulado Ciutat Morta en el que narran la particular versión de lo sucedido en el caso 4F.
Gonzalo Boye ha sido, además, el abogado defensor de dos exconsellers huidos a Bélgica junto a Carles Puigdemont. Meritxell Serret y Antoni Comín se han hecho con los servicios del antiguo colaborador de ETA. En la capital belga, Boyé ha asistido a los dos golpistas huidos y que fueron puestos en libertad con cargos por la Justicia belga.