El Gobierno ni siquiera informó a la familia Jiménez-Becerril del acercamiento al País Vasco de sus asesinos
Entre la última hornada de acercamientos de presos de ETA a cárceles del País Vasco, comunicada la pasada semana por el Ministerio del Interior, figuran dos nombres unidos a un mismo asesinato: el del concejal sevillano Alberto Jiménez-Becerril y su esposa, Ascensión García Ortiz. Los dos autores de este atentado mortal, trasladados el mismo día, ya cumplen condena en cárceles próximas a sus domicilios familiares, tras una decisión que no fue comunicada a la propia familia Jiménez-Becerril.
Nadie en el Ministerio levantó el teléfono para llamar a la familia de Alberto y de Ascensión para informarles que Mikel Azurmendi y José Luis Barrios, ejecutores de su muerte, accedían a nuevos beneficios por parte del Gobierno. Algo que, pese a no estar escrito en ninguna norma, venía siendo una especie de muestra de cortesía con las familias de las víctimas por parte de Interior. En este caso, como confirman fuentes próximas a la familia a OKDIARIO, no se ha producido. Sí confirman que la Asociación Víctimas del Terrorismo fue informada con antelación de este movimiento.
Ascensión y Alberto, hermanos de la actual adjunta al Defensor del Pueblo y ex diputada del PP Teresa Jiménez-Becerril, fueron asesinados en Sevilla por un comando de ETA el 30 de enero de 1998. El matrimonio volvía a casa de noche paseando por la zona histórica de la capital andaluza, junto al Palacio Arzobispal, cuando Azurmendi y Barrios les mataron a tiros. Los tres hijos de ambos, de 8, 7 y 4 años, les esperaban en el domicilio familiar.
Acercados el mismo día
Pese a que Interior busca en ocasiones minimizar el daño que los acercamientos causan a las víctimas cuando son comunicados, evitando por ejemplo que se produzcan en la cercanía del aniversario del asesinato, en esta ocasión no ha habido reparos para acercar a los dos asesinos -condenados a 30 años de cárcel- el mismo día.
Mikel Azurmendi Peñagaricano es uno de los mayores asesinos de ETA que aún cumplen condena. Sobre sus espaldas pesan ocho asesinatos: Miguel Peralta Utrera, Juan José Hernández Rovira, Francisco Joaquín Martín Moya, César García Contonente, Francisco Veguillas Elices, Miguel Ángel Ayllón Díaz-González y el matrimonio Becerril-García. Ha sido trasladado desde la prisión de El Dueso (Cantabria) a un centro del País Vasco no especificado.
En el caso de José Luis Barrios, el etarra condenado por este doble asesinato y por el de Domingo Puente ha abandonado la cárcel aragonesa de Zuera (Zaragoza) para ir a la prisión de Pamplona.
Ayuso apunta al Gobierno
Una de las reacciones que ha producido este acercamiento, es la de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que calificó este viernes en Vitoria de “reprochable” el acercamiento al País Vasco de los asesinos del matrimonio Jiménez-Becerril, algo que se ha producido en el marco del fin de la dispersión de presos de ETA que viene desarrollando el Gobierno central desde 2019.
Ayuso consideró que ese acercamiento “está causando un enorme dolor a las víctimas” y reiteró que le parece “reprochable, y, sobre todo, a cambio de qué”. Tras considerar que dichos actos terroristas causaron “un enorme dolor a las víctimas”, la presidenta madrileña dijo que “cualquiera de nosotros si estuviéramos en su lugar podríamos comprobar que esto es un acercamiento por una negociación que solo está beneficiando al Gobierno y a sus socios”.