El Gobierno insta al fiscal a que adopte los pasos necesarios para garantizar el control de los Mossos

Trapero
El ex conseller de Interior Joaquim Forn y Josep Lluís Trapero, en una rueda de prensa convocada para informar sobre el atentado de Las Ramblas (Foto: EFE).
Carlos Cuesta

El gobierno independentista catalán se ha situado este sábado al borde de la sublevación, tras el anuncio formal por su consejero de Interior, Joaquim Forn, de que no acatarán la decisión del fiscal de crear un mando único para coordinar a la Policía, la Guardia Civil y los propios Mossos de cara al desafío secesionista.

El Gobierno de Mariano Rajoy responderá como ha venido haciendo hasta ahora: seguirá los pasos judiciales hasta el final. Ha sido la Fiscalía quien ha instado el mando único de Policía Nacional, Guardia Civil y Mossos y, por lo tanto, serán los órganos judiciales quienes tengan que llegar hasta el final para garantizar la legalidad en el comportamiento de la policía autonómica catalana después del proclamado desacato.

No ha cambio de estrategia en Moncloa. El Gobierno está dispuesto a respaldar hasta el final las decisiones de la Fiscalía, pero partiendo de una base: la decisión inicial ha sido judicial. Y por, lo tanto, las distintas armas de las que dispone tanto el fiscal, como el juez posteriormente, tendrán que ser las que obliguen a la Generalitat a acatar la decisión de que los Mossos quedan bajo el mando de un coronel de la Guardia Civil.

El Ejecutivo quiere mantenerse siempre en la respuesta desde la ley y con la ley para mantener la imagen real de que todas las decisiones están avaladas por los tribunales y por la Fiscalía, como ha sucedido hasta ahora. Rajoy no está dispuesto a facilitar una fotografía que impida a la Generalitat en ningún momento hablar de que se trata de un operativo político con el fin de desestabilizar al Govern de Carles Puigdemont.

Pero las armas de la Fiscalía a partir de ahora no serán pequeñas. La línea cruzada por la Consejería de Interior de la Generalitat catalana es de una gravedad extrema. Y es que literalmente acaba de posicionarse en desacato y desobediencia pura ante una decisión de la Fiscalía. Eso podría llevar a que, dentro de la capacidad de negociación y decisión que tiene la Fiscalía, acabase desembocando incluso en la solicitud de medidas cautelares para apartar al propio consejero Forn.

Los siguientes pasos tendrán que evaluarlos el fiscal, solicitarlos al respectivo órgano judicial y posteriormente decidir el propio juez las medidas cautelares que se pueden adoptar para garantizar el control de los Mosos.

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