El Gobierno llama a consulta al embajador de Venezuela tras los ataques de Maduro a Rajoy: «Son intolerables»
El Ministerio de Exteriores se ha reunido con el embajador de Venezuela en España, Mario Isea, para expresar su protesta por las palabras que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, dirigió anoche al jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, al que llamó «bandido» y «protector de delincuentes y asesinos». «Es intolerable, ofensivo e injusto», señaló este viernes en rueda de prensa el portavoz del Gobierno, Iñigo Méndez de Vigo.
En la rueda posterior al Consejo de Ministros, el portavoz del Gobierno informó a los medios que la reunión se había celebrado esta mañana y desde el Ejecutivo español se le trasladó que las palabras de Maduro son «un lenguaje ofensivo, intolerable e injusto y la prioridad del Gobierno debería ser el diálogo con la oposición y la mejora económica de los venezolanos».
«El Gobierno ya ha dicho que su posición es clara y pidió que el restablecimiento de la democracia sea real», respondió Vigo. Asimismo, lamentó que «la sentencia que ratifica la condena a Leopoldo López» y desde el Gobierno de España instaron a «que de verdad el gobierno venezolano tome medidas internas y hable con la oposición y llegue a decisiones», zanjó Vigo.
Isea fue convocado en el Palacio de Santa Cruz, sede del Ministerio de Exteriores, donde le recibido el secretario de Estado para Iberoamérica, Fernando García Casas, según indican fuentes del departamento que dirige Alfonso Dastis. Maduro llamó ayer «bandido» y «protector de delincuentes y asesinos» a Rajoy, después de que el presidente del Gobierno pidiera «justicia, derechos humanos y libertad para los presos políticos venezolanos», al cumplirse tres años del encarcelamiento del líder opositor Leopoldo López.
El presidente venezolano insistió en que la «derecha internacional» prepara «un plan contra Venezuela» y advirtió: «Se le reventarán los dientes a Mariano Rajoy y a toda la derecha internacional si se meten contra Venezuela y si pretenden intervenirla, se quedarán sin dientes, ustedes lo verán».
Según informa Exteriores en un comunicado, el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica le ha trasladado al embajador venezolano el malestar del Gobierno español por «el lenguaje empleado, ofensivo, inaceptable e injusto». También le ha recalcado la necesidad de «un diálogo urgente, inclusivo y efectivo en Venezuela, para la solución de los problemas de los venezolanos. España, que quiere mantener unas relaciones de respeto con Venezuela, está dispuesta a contribuir a ese diálogo».
Por su parte, al salir de la sede de Exteriores, Isea dijo a los periodistas que se ha tratado de una conversación muy serena, en la que ha planteado que «hay un problema de fondo que tiene que ver con una campaña sostenida estos últimos años contra el estado de derecho y las instituciones en Venezuela». Asimismo, señaló que ha pedido a las autoridades españolas que «no se instrumentalice a Venezuela con los problemas internos de España» y las relaciones entre ambos países «pueden ser de cariño y de respeto pero tienen que ser demostradas con hechos».
En este sentido destacó que «las relaciones de respeto y de afecto entre los pueblos se mantienen si no hay injerencias». Esta es la sexta vez desde diciembre de 2014 que España convoca al embajador de Venezuela, la última el pasado 8 de abril, cuando Maduro llamó a Rajoy, «racista, basura corrupta y basura colonialista».
Isea también acudió a la sede de Exteriores el 22 de enero de 2016 por otras palabras de Maduro contra el jefe del Ejecutivo, al que pidió explicaciones por el viaje de políticos españoles a Caracas. El 27 de julio de 2015, Isea fue también convocado para trasladar al embajador «el rechazo y el malestar» del Gobierno por los «inaceptables insultos» a Rajoy de Maduro, quien le llamó «sicario».
También fue convocado el 15 de abril de ese mismo año para trasladarle su malestar por los «insultos y amenazas» contra España de Maduro al tachar a Rajoy de «racista». El detonante en esa ocasión fue la aprobación en el Congreso de una resolución que pedía la liberación de los opositores venezolanos presos Leopoldo López y Antonio Ledezma.
Al otro lado del Atlántico, el Gobierno de Maduro convocaba al embajador español en Caracas, Antonio Pérez-Hernández y Torra, para comunicarle que iba a llevar a cabo una «revisión exhaustiva» de las relaciones bilaterales. Una semana después, el 22 de abril de 2015, España llamaba a consultas a su embajador en Caracas en señal de protesta por la «escalada de insultos, calumnias y amenazas» de Maduro contra España y sus instituciones.
La primera vez que el Gobierno de Rajoy convocó al representante diplomático venezolano fue el 13 de diciembre de 2014 cuando el secretario de Estado para Iberoamérica, Jesús Gracia, transmitió el malestar de España al encargado de Negocios, Julio García Jarpa. Exteriores convocó al «segundo» de la legación diplomática porque el embajador había sido llamado a consultas en octubre de 2014 por Maduro «en el marco del proceso de revisión integral» de sus relaciones con España, después de que Rajoy recibiera como líder del PP a Lilian Tintori, esposa del opositor López.