La gestora del PSOE busca calmar a los críticos explicando que el sábado fijarán la fecha del Congreso
La gestora del PSOE quiere tranquilizar los ánimos del sector crítico de cara al Comité Federal que se celebrará este sábado y este martes ha informado que en esta reunión se fijará sí o sí la tan esperada fecha del Congreso Federal ordinario en el que se elija al nuevo secretario general. Su portavoz, Mario Jiménez, espera que la decisión sirva para que «todas las energías del partido» se dediquen al proyecto que, para él, «es lo fundamental».
En declaraciones a los periodistas en la sede del partido, el ‘número dos’ de la Gestora explicó que el Comité Federal del sábado aprobará el calendario político para los próximos meses y desveló que incluirá la fecha del Congreso Federal, que el presidente de la gestora ya dijo en diciembre que será «antes del verano».
La dirección hará una propuesta de calendario al Comité Federal después de la ronda de contactos que su presidente, Javier Fernández, está haciendo de manera discreta con los dirigentes territoriales estas ultimas semanas. Una gran mayoría de federaciones apuesta por que el cónclave sea a mediados de junio, de manera que las primarias se celebrarían en mayo. Sin embargo, una minoría de barones (antes alineados con Pedro Sánchez) prefieren eso de «primarias y congreso ya» y pidieron a Fernández que la cita se adelantase a abril.
Por el momento, la dirección permanece a la espera de poder aunar todas las voluntades y que por consenso se eleve todo a una propuesta final que se llevará al Comité Federal del sábado. Lo que no se conocerá por el momento es el día en el que los militantes del partido estarán llamados a elegir a su líder, en el caso de que haya más de un candidato a la Secretaría General. Según fuentes de Ferraz, esa fecha, así como el calendario orgánico completo hacia el Congreso se fijará en un Comité Federal extraordinario posterior, en el que se convocará formalmente el Congreso y se fijará el censo llamado a las primarias.
Con todo, desde la dirección indican que la fecha del Congreso que se apruebe permitirá deducir de manera aproximada cuándo serán esas primarias. La primera vez que se celebraron, en julio de 2014, tuvieron lugar dos semanas antes del cónclave que luego ratificó a Pedro Sánchez como secretario general. Las normas del partido no fijan la distancia que tiene que haber entre la votación de los militantes y el Congreso pero sí estipulan que el cónclave socialista debe ser convocado con 60 días por un Comité Federal.
«El resultado debe ser aceptado por todos»
Con la fecha ya fijada y el calendario en marcha a falta de aprobar los flecos de las primarias y demás procedimientos, la gestora espera que se selle la paz interna y que «el resultado» del cónclave «sea aceptado por todos». En Ferraz explican que la fecha del Congreso se adoptará «democráticamente por el máximo órgano del partido» entre congresos y, por eso, «debe de ser acatada por toda la organización» y que después «todas las energías del partido se centren en la conformación del nuevo proyecto político para el socialismo en España», indican.
Por todo ello, defienden que el PSOE debe de dar respuestas al «nuevo tiempo y a la nueva situación» que vive el país, con el objetivo de convertirse en «una alternativa» que vuelva al Gobierno con el voto de las energías. A su juicio, a esto es a lo que debe dedicarse la organización, además de a la tarea de oposición que está haciendo al PP y a la de gobernar en aquellas instituciones en las que gobiernan.
Por eso, y una vez se defina la fecha del Congreso, el partido se pondrá a trabajar en la elaboración de la ponencia política que se llevará a esa cita, un proceso en el que quieren implicar a todo el partido, pero, además, a sectores de la sociedad civil y a otros partidos socialdemócratas del ámbito europeo. El resultado de todos estos debates será una propuesta política que se llevará a la cita de la que saldrá el nuevo líder del PSOE, después de los meses en que estará en manos de una Gestora, como consecuencia de la crisis que acabó en la dimisión del ex secretario general Pedro Sánchez.