Generalitat de Cataluña

La Generalitat amplía a 30 centros más las clases de árabe mientras veta el español en los públicos

Aragonés islámica
Pere Aragonès en una mezquita ilegal de Manresa.

El Gobierno catalán apuesta por el árabe. La Generalitat que lidera Pere Aragonès ha ampliado a 30 centros educativos más las clases de Lengua Árabe y Cultura Marroquí. Así lo confirman fuentes oficiales del Departamento de Educación a OKDIARIO. Por el contrario, mientras se amplían la educación en árabe, el español está vetado en todas las asignaturas, excepto Lengua Española, en los centros públicos.

De esta forma, ya son 138 centros públicos los que imparten clases de estas materias (6 en horario lectivo y otros 132 en extraescolar). Según la documentación oficial, «el programa Lengua y Cultura árabe se puso en marcha de forma piloto el curso 2018- 2019». No obstante, en el arranque de este curso escolar se ha aumentado la oferta de estas materias.

El Gobierno catalán pone en valor que «a través de este programa los alumnos de Educación Primaria y Secundaria Obligatoria aprenden lengua árabe e incrementan su conocimiento de la cultura marroquí». Destacan igualmente que «la iniciativa contribuye, asimismo, a desarrollar la inclusión escolar y sociocultural del alumnado de origen marroquí y les proporciona una formación que le permite preservar su identidad y vivir su cultura».

Desde la Administración autonómica no son ajenos a que cada vez más personas de religión islámica viven en la región. Por tanto, apuntan que estas clases «permiten reconocer y poner en valor la lengua y cultura propia de parte del alumnado de Cataluña». No obstante, la Generalitat quiere que el árabe también llegue a otros estudiantes porque «permite incrementar las posibilidades de aprendizaje de una lengua internacional como es el árabe».

«Fanatismo y maldad»

Por su parte, las numerosas asociaciones de defensa del español en las aulas catalanas muestran su disconformidad. No ven problema en que se impartan clases en una lengua no oficial en Cataluña como es el árabe, pero denuncian que los jóvenes que van a la educación pública no pueden estudiar en castellano materias como Matemáticas, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Religión, Educación Artística o Educación Física.

Gloria Lago, presidenta de la entidad Hablemos Español, señala a este periódico que «si la propuesta va encaminada a ser opcional no nos parece mal. Impartir clases de cualquier idioma extranjero, permitiendo su elección no tiene por qué ser negativo». Ahora bien, lamenta que «si se hace esto y al mismo tiempo se margina el español como asignatura lingüística y como lengua vehicular, los responsables están mostrando su fanatismo y su maldad».

Critica, que tal como sucede en Cataluña, «se prive al alumnado de estudiar en su lengua materna o de adquirir conocimientos de una lengua como el español». «En España sólo lo hacen quienes ponen su sectarismo por encima de los intereses y de los sentimientos del alumnado», afea Lago. «Se trata de excluir el español y demostrar que cualquier lengua es más adecuada para ser aprendida», valora.

Del mismo modo, Ana Losada, presidenta de la Asamblea por una Escuela Bilingüe de Cataluña, coincide en que si son clases voluntarias no hay problema. Pero añade: «Pero, claro, yo entiendo que muchas personas puedan ver una situación realmente extraña o incoherente cuando vemos que la escuela en Cataluña potencia lenguas que no son oficiales en Cataluña y en cambio las lenguas oficiales, en este caso el español, es excluido deliberadamente de la enseñanza».

«No se puede estudiar en castellano en ninguna escuela pública en toda Cataluña», recuerda en declaraciones a OKDIARIO. «El problema es la exclusión del español. Las clases de árabe vienen del Gobierno de Artur Mas. Entonces se firmó un convenio con Marruecos para estas clases de árabe e incluso de religión islámica. Provocó una polémica por ser una posible injerencia del Gobierno de Marruecos», puntualiza Losada.

«La exclusión en español no es algo optativo. Los padres no pueden matricular a sus hijos en ningún centro en Cataluña donde se impartan las asignaturas en castellano, lengua oficial y mayoritaria. Es de extrema gravedad. Es incoherente que se permita por el Gobierno de España. Esta situación esté enquistada desde hace 30 años», agrega. Lamenta que nadie haga algo para «cortar de raíz la situación», que es «totalmente ilegal, como han dicho los tribunales, y vulnera los derechos de todos los alumnos».

Ambas expertas en la matera coinciden en que el objetivo debe ser «simplemente respetar la cooficialidad lingüística». «En todos los países con más de una lengua oficial en su territorio, se aplica esto, permitiendo que se elija lengua vehicular en la enseñanza. Eso es lo que proponemos en Hablamos Español», pide Lago.

«Auténticos atropellos»

Preguntadas sobre si dar clases de cultura marroquí puede ser perjudicial por los tintes machistas de esa sociedad, se muestran confiadas. «Las autoridades educativas han de velar porque los contenidos sean los adecuados». En todo caso, desde Hablemos Español remarcan: «Lamentablemente, en Cataluña se permiten auténticos atropellos. No hay más que ver cómo se adoctrina al alumnado en el nacionalismo».

Por último, augura «el problema no vendrá por las clases de árabe, sino por la discriminación de los que prefieren usar el español ante las administraciones públicas y ser atendidos en esta lengua. Cada vez el registro culto del español se resentirá más». «Los jóvenes lo seguirán hablando, lo hablarán peor, pero lo hablarán», zanja Glora Lago.

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