Rufián pide la cabeza del jefe de la Guardia Civil en Cataluña pese a las «míseras disculpas de Cunillera»

Gabriel Rufián
Gabriel Rufián, diputado de ERC @EP

Gabriel Rufián ha pedido este jueves la cabeza del director general de la Guardia Civil, Félix Vicente Azón, y la del jefe de la Benemérita en Cataluña, Pedro Garrido, tras el discurso que éste pronunció en Sant Andreu con motivo de la festividad de la patrona del cuerpo. «La revolución de las sonrisas ha derivado en odio», fue una de las frases pronunciadas por Garrido que irritó a los mandos de los Mossos que abandonaron el acto tras escuchar al número 1 de la Guardia Civil en Cataluña.

Al portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, no le ha sentado nada bien el baño de realidad en forma de discurso del jefe de la Guardia Civil. Por eso, este jueves, ha pedido en el Congreso de los Diputados la presencia del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, para que explique las sanciones que se impondrán a los mandos policiales. «Exigimos que se haga asumir responsabilidades a Félix Vicente Azón y a Pedro Garrido por sus pronunciamientos», ha dicho el diputado independentista en sus redes.

Esta petición deja traslucir un único objetivo: que Interior destituya a los dos cargos de confianza. La indignación de Rufián con el Gobierno no sólo se circunscribe al ámbito del discurso pronunciado por Garrido. «Que jefes de la Guardia Civil hablen en un acto público como si estuvieran en una de las paellas de Tejero no puede cerrarse con unas míseras disculpas de Cunillera», ha dicho el diputado.

Y es que tras el incidente la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, acudió al complejo de Egara, sede de los Mossos, para pedir disculpas a los mandos de la policía autonómica, los mismos que abandonaron ofendidos el acto de la Guardia Civil donde Garrido pronunció su discurso.

Fue la propia delegada del Ejecutivo de Pedro Sánchez la que tomó la iniciativa de reunirse con los máximos responsables del cuerpo policial de la Generalitat, con el fin de rebajar tensiones ante la inminencia sentencia del juicio del 1-O. Hace varios días que la Consejería y el Ministerio del Interior trabajan conjuntamente para dar respuesta a una situación que puede ser muy crítica, y Cunillera no quiere que los Mossos abandonen la coordinación del dispositivo, que tiene a la policía catalana como principal baluarte de la defensa de la seguridad pública.

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