Marlaska dio la orden de controlar y acallar a los CDR hace ocho meses para poder preparar los indultos

Marlaska
El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Carlos Cuesta

El Ministerio del Interior, Fernando Grande-Marlaska tiene constancia desde hace, al menos, ocho meses del incremento de actividad de los llamados comités de defensa de la república en Cataluña (CDR). A finales de octubre del pasado año, el departamento que dirige el ministro Fernando Grande-Marlaska ordenó el incremento de medios desde la Comisaría General y por medio de la Unidad de Inteligencia Interior con un fin: atajar y silenciar la actividad de la kale borroka separatista que ha controlado desde hace tiempo la calle catalana.

Durante todo ese tiempo se ha estado desarrollando la negociación de los indultos del Gobierno de Pedro Sánchez a los golpistas condenados por el 1-O. Pese a ello y al conocimiento oficial de que los partidos separatistas volvían a poner en disposición de operar a sus CDR, el Gobierno ha controlado y acallado a estos grupos violentos, algo que ha permitido dar la sensación de calma necesaria para intentar justificar los indultos.

La labor de la Brigada de Información en Cataluña igualmente se ha incrementado en el control de los CDR. Porque dentro del Ministerio todo el mundo era consciente de que el sentimiento golpista volvía a las estructuras de ERC, Junts y las CUP. Es cierto que ya no cuentan con un respaldo popular tan amplio como el del 1-O. Pero sus estructuras políticas y violentas han vuelto a desarrollarse con una única meta: la independencia de Cataluña al coste que sea.

La Guardia Civil encontró, de hecho, en el mismo periodo de tiempo un power point de ERC en el que se describe, con puntos y comas, el plan para conseguir forzar al Gobierno de Pedro Sánchez a otorgar los indultos y, después, lograr la ruptura con el Estado a través de una declaración unilateral de independencia. Este power point se ha incorporado al sumario de la operación Voloh, que investiga el supuesto desvío de dinero público para el procés, y le fue intervenido el pasado octubre a Xavier Vendrell, ex secretario de organización de ERC y supuesto cabecilla en la sombra del 1-0 y del movimiento Tsunami.

El documento desmonta el espíritu de la carta emitida por el dirigente de ERC, Oriol Junqueras, en la que supuestamente renuncia a la vía unilateral, y describe con absoluta precisión todos los movimientos que el partido y aliado del Gobierno ha ido realizando durante los últimos meses. Unos movimientos que han desembocado en la conformidad del Gobierno del PSOE y Podemos a la concesión de los indultos a todos los condenados por sedición tras el 1-O.

Las pruebas encontradas por la Guardia Civil organizaban los objetivos de ERC en tres fases denominadas «Prepararnos», «Votar» y «Culminar». Según la investigación, la formación de Junqueras ya habría conseguido materializar dos de ellas. De hecho, ya ha conseguido la Presidencia de la Generalitat.

La tercera fase, según el documento, consiste en conseguir una mesa de negociación con el Gobierno, con la finalidad de, por un lado, que se otorguen los indultos a los condenados golpistas del 1-O, y por otro, forzar un referéndum pactado que permita la salida de Cataluña de España.
Así, como evidencian los últimos acontecimientos, ERC ha logrado todo lo que se ha ido proponiendo en esa hoja de ruta. De hecho, desde La Moncloa ya se está ultimando la mesa de negociación con el actual presidente catalán de ERC, Pere Aragonès.

Por si fuera poco, las labores de control de la Policía han confirmado el avance soterrado de un nuevo golpismo en Cataluña. De hecho, la Policía ha cazado el documento base de los CDR que prueba su reactivación golpista en plena negociación de los indultos por Pedro Sánchez. Los canales de comunicación de la kale borroka catalana intervenidos por la Policía han distribuido el texto titulado “Los indultos son un insulto”. Un argumentario donde se desvela que los denominados comités de defensa de la república no aceptan en ningún caso el perdón de las penas de Sánchez, donde afirman que el paso dado por el Gobierno les “hace más conscientes de que la única solución posible es la independencia”, y donde se despide con una rotunda amenaza: “Os pasaremos por encima”.

Su argumentación explica que “ni los políticos, ni la ciudadanía lo han pedido porque no aceptamos ninguna culpa”, en referencia al indulto.
“Los indultos benefician sólo a los prisioneros y dejan fuera a las personas en el exilio y a más de 3.300 represaliados”, afirman. Un colectivo en el que ellos incluyen a las personas procesadas por “manifestarse, protestar, pendientes de juicios injustos, personas multadas, amenazadas, perseguidas, acosadas”.

Por ello, los CDR concluyen que “no. Los indultos no nos desactivan, no nos desmovilizan. Al contrario, nos hacen más conscientes de que la única solución posible es la independencia”. Tras esa argumentación, el documento se despide con una amenaza: “Os pasaremos por encima”.
Es más, los policías incrustados en los CDR han levantado ya la voz de alarma por los llamamientos de la kale borroka separatista a un “conflicto armado” en Cataluña contra “todo lo español”. Porque “si no, será imposible” alcanzar “la independencia”, según los grupos violentos autodenominados de “defensa de la república”, tal y como ha publicado OKDIARIO. Todo ello ocurre mientras el presidente Pedro Sánchez pide a los españoles “comprensión” y “magnanimidad” para conceder los indultos a los golpistas del 1-O condenados por el Tribunal Supremo.

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