Estos son los 12 escándalos por los que debería dimitir Marlaska

Marlaska
Fernando Grande-Marlaska.
Rafael Gallego

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha acumulado toda una colección de escándalos en apenas tres años desde que fue nombrado por Pedro Sánchez en junio de 2018, todo un catálogo de mala praxis al frente de uno de los estamentos clave en el Gobierno que, en circunstancias normales, justificarían su destitución. Marlaska, sin embargo, se aferra a su cargo a pesar de la creciente lista de escándalos que jalona su trayectoria, con el plácet del presidente Sánchez, que lo mantiene en su cargo. Esta es la lista de los desmanes que ha perpetrado Marlaska como ministro.

Acercamientos de etarras

El Ministerio del Interior ha autorizado más de 140 beneficios penitenciarios a presos etarras bajo el mandato de Grande-Marlaska y contra el criterio de las juntas de tratamiento de las prisiones. Estos beneficios a presos de la banda terrorista ETA por decisión de Interior consistieron en mejoras en el grado y numerosos acercamientos a prisiones del País Vasco o próximas a esta región, siguiendo la política pactada del Gobierno con EH Bildu a cambio de su apoyo parlamentario.

Los inmigrantes hacinados en Arguineguín

El pasado otoño de 2020, Marlaska evidenció una grave dejación de funciones al ignorar la avalancha de inmigrantes ilegales llegados a la localidad canaria de Arguineguín. Más de 2.000 personas, procedentes en su día del Magreb, y con picos diarios de hasta 600 llegadas, se hacinaban en pocos días en el muelle sin que Interior reaccionara ante la crisis. Más de 20.000 inmigrantes, cifra récord, llegaron a Arguineguín el pasado año ante la falta de previsión primero y respuesta después del Gobierno español.

La invasión de Ceuta

La otra gran crisis migratoria que le estalló en la cara a Grande-Marlaska ante la total falta de previsión de Interior fue la invasión de Ceuta de más de 8.000 inmigrantes marroquíes a través del espigón de El Tarajal. En la madrugada del 17 de mayo de este año 2021, centenares de jóvenes comenzaron a colarse en territorio español en un flujo que no se detuvo durante las siguientes horas, después de que Marruecos desactivase el control fronterizo horas antes. El propio Marlaska tuvo información «fiable» sobre el asalto a la frontera incluso 48 horas antes y decidió no reforzarla.

El informe ‘fake’ contra Ciudadanos

Cuando en 2019 Ciudadanos acudió con su propia pancarta a la manifestación del Orgullo Gay en Madrid y sus miembros fueron recibidos con un clima de violencia y hostilidad, incluyendo conatos de agresiones y hasta lanzamiento de orines, al ministro Grande-Marlaska no se le ocurrió otra cosa más que señalar que el partido entonces liderado por Albert Rivera tenía que asumir las consecuencias de haber «pactado con Vox». Pero Marlaska fue más allá: filtró al diario El País un informe ‘fake’ en el que se responsabilizaba a los propios miembros de Cs de provocar la violencia. Los policías no tragaron con ello y denunciaron la elaboración de aquel documento fabricado ad hoc para salvar la cara del ministro.

Mojito y hamburguesa mientras Cataluña ardía

Otro flagrante episodio de dejación de funciones por parte de Grande-Marlaska ocurrió el 17 de octubre de 2019. Aquella noche, OKDIARIO cazó al ministro en un local de moda en un céntrico barrio madrileño, el ‘Válgame Dios’, disfrutando una hamburguesa y un mojito mientras Cataluña ardía a la misma hora. Eran los días en los que la región catalana sufría un clima de violencia radical en las calles sin precedentes después de la sentencia del Tribunal Supremo condenando a los golpistas por los sucesos del 1-O. Marlaska tenía la responsabilidad de coordinar la respuesta policial a la violencia callejera, pero este diario lo encontró en este popular restaurante.

La purga de Pérez de los Cobos

«Ilegal» y «discrecional»: así calificó el juez la decisión del ministro Marlaska de purgar al coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos. Marlaska destituyó de forma ilegal al coronel aduciendo «falta de confianza», cuando la realidad es que éste investigaba la responsabilidad de la Delegación del Gobierno -dependiente de Interior- en la autorización de las marchas del 8M, unas pesquisas ordenadas por un juez. Al ministro no le gustó que el coronel de la Guardia Civil cumpliera con su labor, por lo que ordenó su destitución, una jugada que acabaría siendo tumbada por la Justicia.

El salvaje ataque contra Vox en Vallecas

La campaña de las elecciones autonómicas madrileñas del pasado 4 de mayo comenzó marcada por la salvaje agresión contra los dirigentes de Vox que abrieron su campaña en un acto en Vallecas. Aquel acto se saldó con 13 heridos y otros 13 detenidos por el lanzamiento de piedras y palos contra los simpatizantes de Vox, un saldo de daños que pudo haber sido aún mayor de no mediar la valiente actuación de los escasos agentes desplegados. Una valentía a la que hubo que recurrir ante la escasa dotación policial que la Delegación del Gobierno decidió desplegar en el acto, a pesar de tener conocimiento de la violenta actuación que radicales de ultraizquierda estaban preparando.

Ocultó que dos detenidos eran escoltas de Iglesias

El disfuncional comportamiento de Grande-Marlaska con respecto al acto de Vox en Vallecas no se quedó en la desprotección a los simpatizantes de este partido, sino que continuó en las fechas siguientes. Dos de los detenidos por prender la violencia y liderar las agresiones resultaron ser dos escoltas de Pablo Iglesias, a la sazón candidato de Podemos a esos comicios del 28-A. Marlaska sabía desde el 15 de abril, pocas horas después de los hechos, la identidad de estos dos detenidos, y ocultó la información durante toda la campaña, hasta después de las elecciones. Marlaska ordenó no comunicar que entre los arrestados se encontraban Alberto y Daniel, dos miembros del equipo de seguridad conformado por Pablo Iglesias para garantizar su protección personal.

Las balas ‘fake’ a Iglesias no investigadas

La convulsa campaña a las elecciones autonómicas madrileñas dio una vuelta de tuerca más cuando comenzaron a aparecer unas supuestas cartas con balas y amenazas, la primera de ellas dirigida a Pablo Iglesias, y las siguientes, al propio Marlaska y a la ministra Reyes Maroto –recibió un cuchillo ensangrentado–, además de a la directora general de la Guardia Civil, María Gámez. En el caso de la ministra Maroto, la Policía encontró rápidamente que el remitente era un vecino con problemas de esquizofrenia residente en El Escorial: había puesto incluso su nombre y dirección en el remite. Pero sobre el origen de las balas, nunca se tuvo noticia. De hecho, la Policía de Marlaska llegó a reconocer dos meses después ante la juez que no había investigado las balas de Iglesias por una razón tan peregrina como que «el fax no ha funcionado durante un tiempo».

Bronca a la Guardia Civil tras detener a los terroristas CDR

En septiembre de 2019 la Guardia Civil completó una exitosa misión que se saldó con la detención de nueve personas vinculadas a los llamados Comités de Defensa de la República (CDR) que habían formado un grupo terrorista, fabricaban explosivos y sobre los que se descubriría en la investigación que estaban recabando información como posibles objetivos de Pablo Casado, Manuel Valls o José Manuel Villegas. Pues bien, la reacción de Marlaska tras completar la misión fue convocar a los mandos de la Guardia Civil para abroncarles porque estimó que no se le había informado con suficiente antelación de la acción que se iba a llevar a cabo. La razón para este comportamiento de Marlaska tiene su origen en que su jefe, Pedro Sánchez, estaba en ese momento llegando a Nueva York y cuando fue preguntado por la prensa acerca de la operación, desconocía que se habían encontrado explosivos en la misma.

Interior compró una cinta de correr para su casa

El cesarismo de Fernando Grande-Marlaska al frente de la cartera de Interior alcanzó un punto álgido -más por los simbólico que por lo pecuniario- cuando trascendió que el Ministerio había cargado a sus cuentas la compra de una cinta de correr para su uso y disfrute en su domicilio particular. La justificación para esa compra dada por su gabinete fue que salir a correr a la calle conllevaría «cuantiosos gastos adicionales».

Estiró la agresión homófoba para cargar contra Vox

El ministro del Interior ha alcanzado la docena de escándalos en su mandato esta misma semana, al haber tratado de sacar rédito político del episodio protagonizado por el chico que se inventó una agresión homófoba en Madrid. Grande-Marlaska alimentó durante varios días la apariencia de veracidad de la denuncia, estirándola hasta la misma mañana del miércoles, pese a que la Policía ya investigaba como falsa desde el martes esa denuncia. El ministro del Interior tenía cumplida información del avance de las investigaciones, pero prefirió mantener la puerta abierta a la posibilidad de que la agresión hubiera sido real para sostener sus señalamientos a «la ultraderecha, Vox» como supuestos responsables de la violencia homófoba.

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