CONSEJO CIUDADANO DE PODEMOS

A Errejón no le queda otra que pactar con Iglesias para que le ayude a ser candidato por Madrid

Íñigo Errejón y Pablo Iglesias
Íñigo Errejón y Pablo Iglesias discuten durante el Pleno del Congreso de los Diputados (Foto: EFE)

El hasta ahora secretario político, Iñigo Errejón, no ha tenido más remedio que pactar con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ser el nuevo candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid en las autonómicas de 2019. Ambos dirigentes han llegado este sábado al Consejo Ciudadano de la formación con las votaciones hechas y los puestos dados. Los de Errejón pierden el poder por completo, lejos de ese 40% que reclamaban, y no le quedó otra que pactar.

Durante la campaña previa a Vistalegre II, Iglesias ya explicó que le había sugerido a Errejón su idoneidad para ser el próximo candidato de Podemos tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento de Madrid. Respecto a este último puesto, Errejón avisó de que las primarias no dependían siquiera de Podemos sino de la candidatura municipalista de Ahora Madrid.

«La Asamblea Ciudadana de Podemos no es un intercambio de cromos, y muchos menos un intercambio de cromos que no son nuestros. Hay que tener respeto a las candidaturas municipalistas y a los compañeros que lo están haciendo muy bien en el Ayuntamiento de Madrid. Lo que nos debemos es un debate político de altura entre compañeros. El Ayuntamiento de Madrid no es una parada en boxes para poner a nadie», aseguró entonces Errejón.

Al diputado madrileño no le ha quedado otra que escenificar una «transición» o «nueva etapa de Podemos», como lo llaman, para evitar comentar la ‘purga’ interna a favor de Iglesias. Para guardar las formas, el resto de dirigentes quitó ‘hierro’ a la candidatura de Errejón señalando que son las bases quienes tienen que aprobarla. El anticapitalista Miguel Urbán salió profundamente cabreado y guardando las formas ante los periodistas señaló que «mucho respeto al Consejo Ciudadano de la Comunidad Madrid. No puede haber un cambio de cromos, lo que tiene que haber es un debate sosegado sobre cómo ganar la comunidad de Madrid», espetó.

Sin embargo, el principal damnificado con la imposición de Errejón es, sin duda, Ramón Espinar. El actual líder de Podemos en la Comunidad de Madrid tuvo que guardar las formas y tragarse ‘el sapo’ mostrando fidelidad a su secretario general. Así dio un paso atrás en público y frenó sus aspiraciones a este puesto señalando: «hay que tener responsabilidad para dar pasos a un lado y para dejar paso a otros compañeros cuando eso es mejor para el proyecto». 

El ‘nuevo’ Podemos

El secretario general obtiene más poder que nunca y decide tapar así la ‘etapa Errejón’ para volver a los orígenes radicales del ‘Claro que Podemos’.

El acuerdo implica que Errejón pierde la portavocía en el Congreso de Unidos Podemos y en su lugar estará la hasta ahora jefa de gabinete y portavoz adjunta, Irene Montero, que se convierte de facto en la ‘número dos’ del partido. El ‘ex número dos’ rechazó la portavocía adjunta en el Congreso después de conocer que Montero le relevaría en el cargo de portavoz parlamentario de Podemos. El ex número dos del partido lo considera “contraproducente”, según dijo antes de participar en el Consejo Ciudadano Estatal.

Estos cambios han sido confirmados este sábado y sin sorpresas, tal y como publicó OKDIARIO, Iglesias controlará el partido con sus afines en puestos clave. Así, el Consejo de Coordinación de Podemos, que equivale a su ejecutiva, fue aprobada con una abrumadora mayoría de 76 votos a favor y 2 abstenciones. El sistema de recuento que impuso Iglesias en sus documentos da la voz a la mayoría ‘pablista’. La nueva dirección que lidera Iglesias no ha cosechado ningún voto en contra y el partido explica que «es algo que ha venido con un consenso previo».

El núcleo duro de Iglesias ocupa los puestos clave y sólo hay tres integrantes del sector afín a Errejón, que ha dejado de ser portavoz en el Congreso de Unidos Podemos, pero que mantiene un asiento en la cúpula directiva, la Secretaría de Análisis Estratégico y Cambio Político, de menor peso que la Secretaría Política que antes dirigía, que desaparece. Junto a él, en la dirección están los ‘errejonistas’ Pablo Bustinduy y Auxiliadora Honorato.

Bustinduy es portavoz en la Comisión de Exteriores del Congreso y sigue al frente de la Secretaría de Internacional de Podemos, mientras que Honorato cambia la cartera de Acción Institucional y asume la nueva de Administraciones Públicas. El resto de miembros de la ejecutiva son: Pablo Iglesias como secretario general; Irene Montero, como secretaria de Acción en el Congreso y portavoz; Pablo Echenique, que renueva como responsable de Organización y ahora también de Programa, y Gloria Elizo, que es vicepresidenta cuarta del Congreso y que entra en la dirección como secretaria de Acción Institucional.

Noelia Vera es la nueva secretaria de Participación, mientras que Rafael Mayoral repite como secretario de Sociedad Civil y Movimiento Popular; Sofía Castañón es secretaria de Igualdad, Feminismos y LGTBi; Idoia Villanueva ocupará la Secretaría de Coordinación Ejecutiva del Consejo Ciudadano Estatal, y Miguel Urbán asume la Secretaría de Acción en el Parlamento Europeo.

Meri Pita es la responsable de la Secretaría de Plurinacionalidad y Diversidad Territorial; Juan Manuel del Olmo es el secretario de Comunicación y Tecnologías de la Información, y Pilar Garrido es la titular de la Secretaría de Políticas Sociales de nueva creación. A estos integrantes de la ejecutiva se sumará como miembro «invitado» Nacho Álvarez, quien junto con Carolina Bescansa optó por no concurrir en las listas a la dirección al no haberse conseguido la unidad entre Iglesias y Errejón. El primero no tendrá un nombramiento orgánico, pero seguirá actuando como responsable de Economía, puesto que desempeñaba en la dirección saliente.

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