El Consejo Interterritorial de Salud pidió el 4-M desconvocar eventos con sanitarios para cortar contagios

No sólo fueron las alertas de la OMS, la UE, expertos en riesgos laborales de la Policía y los equipos especializados de la Guardia Civil. También los expertos reunidos en el Consejo Interterritorial de Salud, con presencia de miembros de las administraciones públicas españolas, alertaron en marzo de la gravedad del coronavirus y del avance de los contagios,  a tiempo de haber evitado los actos del 8-M que dispararon los contagios.

Un nuevo documento que hoy muestra OKDIARIO revela que la Junta de Extremadura, por indicación de ese Consejo Interterritorial de Salud prohibió el 4 de marzo la celebración de eventos y concentraciones en los que estuviera presente personal sanitario para «garantizar la disponibilidad de este colectivo».

Traducido: que cuatro días antes de las manifestaciones feministas del 8-M, los representantes oficiales sabían de sobra que los contagios se estaban disparando y que necesitarían en breve de todos los profesionales sanitarios. Pese a ello, el Gobierno decidió permitir y animar a la participación de multitudes en el 8-M.

Organización Mundial de la Salud

El documento que publica hoy este diario viene firmado por el «vicepresidente segundo y consejero de sanidad y servicios sociales». Allí se admite que «desde que la Organización Mundial de la Salud declarara el pasado mes de enero que la situación en relación al Covid-19 suponía una emergencia de salud pública de importancia internacional, el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han venido realizando un seguimiento constante de la situación y evolución del Covid-19 con el fin de adoptar las medidas de prevención y contención necesarias en el marco de nuestro ordenamiento jurídico».

Por ello, la Ley Orgánica 3/1986, de 14 de abril, de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública, «faculta a las distintas Administraciones Públicas, dentro del ámbito de sus competencias, a adoptar medidas de intervención sanitaria excepcionales cuando así lo exijan razones de urgencia o necesidad».

En base a este poder y ante la recomendación de oficio del Consejo lnterterritorial del Sistema Nacional de Salud esta Vicepresidencia segunda y Consejería de Sanidad y Servicios Sociales adopta una serie de recomendaciones en relación con los profesionales sanitarios en nuestra región.

Entre ellas que «se suspendan en el territorio de nuestra Comunidad Autónoma todos los congresos, jornadas, seminarios o cursos de formación de los profesionales sanitarios, fuera de los habituales de sus servicios, con el objetivo de garantizar la disponibilidad de este colectivo en sus servicios asistenciales habituales y evitar que puedan actuar como transmisores de la enfermedad a los grupos de población más vulnerables con los que tratan en su práctica profesional en consonancia con lo publicado tanto por la Organización Médica Colegial como por el Consejo General de Enfermería».

Ni siquiera se veía como un problema a corto plazo. Por ello se dejó abierto el plazo de aplicación de esta restricción: «Esta prohibición estará vigente hasta que el Consejo lnterterritorial así lo considere o hasta que la situación epidemiológica cambie». Fechado todo ello en «Mérida, 4 de marzo de 2020». Es decir, cuatro días antes del 8-M de las manifestaciones que dispararon los contagios.

Se trata de un ejemplo más que demuestra que el Gobierno era plenamente consciente de la gravedad y evolución de los contagios por coronavirus en las fechas previas al 8 de marzo.

De hecho, el propio PSOE sí creyó en la necesidad de «medidas extraordinarias» por el coronavirus. Incluso desde el 3 de marzo. Y así lo demostró en otra comunidad autónoma: la Comunidad Valenciana. Aunque lo hizo de forma selectiva: para competiciones no profesionales, sí; para el 8-M, no.

Comunidad Valenciana

Por ello, el PSOE de la Comunidad Valenciana fue a más en las medidas impuestas por el Ministerio de Sanidad en esa misma fecha y para celebrar a puerta cerrada los partidos con equipos procedentes de países de riesgo: los socialistas de Ximo Puig exigieron por escrito suspender «competiciones no profesionales y que carezcan de implicación clasificatoria» cinco días antes del 8-M por el coronavirus.

Pero, ese mismo Partido Socialista, sin embargo, y pese a reconocer un «riesgo inminente y extraordinario para la salud», decidió que los controles para evitar contagios tenían que ser selectivos. Tanto que el 8-M sí se podía celebrar. Porque ese día tenían su manifestación feminista.

Hay que recordar, también, la importancia de la Comunidad Valenciana en el avance del coronavirus. Y es que los datos oficiales del Ministerio de Sanidad ya han vuelto a traicionar a Pedro Sánchez en este punto. El presidente mintió a toda la población al ocultar los contagios en Madrid, que se habían disparado a tasas diarias del 50% antes del 8-M. Y mintió igualmente al ocultar que la Comunidad Valenciana no sólo tenía, ya antes de la manifestación feminista, una tasa de contagios voluminosa sino, lo que era más delicado aún, esa región registraba ya el primer aviso de colapso sanitario, con 146 hospitalizados por coronavirus.

De hecho, este último engaño -descubierto por OKDIARIO tras acceder a los datos históricos oficiales en poder de Sanidad- se suma al ocultamiento de 28 muertos producidos en los días previos al 8-M y la jornada de la manifestación, muertos que Sánchez ha incluido en esa documentación como fallecidos de golpe en la jornada del 8-M.