La condición oculta que puso Puigdemont a Rajoy para convocar autonómicas: la cabeza de Albiol

La oferta que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, trasladó al Gobierno a través de PNV incluía mucha cosas, pero una especialmente personalizada: la cabeza en bandeja de plata de Xavier García Albiol.

Para dar marcha atrás al plan golpista y a la DUI, Puigdemont quería la puesta en libertad de los Jordis: Jordi Sánchez (presidente de la Asamblea Nacional Catalana) y Jordi Cuixart (presidente de Òmnium Cultural). Quería la salida de Cataluña de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. Quería también la garantía de que su proceso judicial sería borrado del mapa, que no quedase en nada. Pero quería una cosa más que, literalmente, suena más a venganza que a objetivo político concreto. Y es que quería la destitución de Xavier García Albiol como presidente del Partido Popular.

La negociación se medió a través de Iñigo Urkullu. Sin hablar previamente con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Y la respuesta conjunta a todas y cada una de las medidas fue que, evidentemente, no se aceptaban.

No se trata de la primera vez que los viejos convergentes tratan de conseguir cambios en el PP. La anterior ocasión es conocida. Y quedó bautizada para la historia como el Pacto del Majestic. En ese pacto, firmado en 1996 por el PP y CiU, Jordi Pujol se comprometió a apoyar la investidura de José María Aznar como presidente del Gobierno a cambio de un listado de peticiones. Entre ellas destacaban tres: más competencias para Cataluña, el apoyo del PP a CiU en Cataluña, y otra cabeza: la del también presidente del PP en aquel entonces, Alejo Vidal-Quadras. El pacto se denominó del Majestic porque tras dos meses de negociaciones se alcanzó el acuerdo en una cena el 28 de abril de 1996 en el Hotel Majestic de Barcelona.