Sánchez avisa a los suyos: si hay 155 será largo y con el PSC ocupando cargos en el Govern

PSC
El líder del PSC, Miquel Iceta, desde el estrado en el Parlament de Cataluña
Carlos Cuesta

Pedro Sánchez no quiere recurrir a la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña. Pero en caso de tener que hacerlo, no se prepara para un 155 suave: planea intervenir la comunidad autónoma durante un periodo largo y ocupará el Govern por cargos de su partido en Cataluña, el PSC.

El Gobierno de Pedro Sánchez no quiere cruzar la línea del 155 y de su consiguiente intervención del Ejecutivo catalán. Pero lo cierto es que ya ha trasladado el mensaje al Govern y a los partidos golpistas de que si no queda más remedio, lo aplicará. Es más, ya ha trasladado internamente a su partido en Cataluña, al PSC, que en caso de llegar a este punto, no tomará el mando desde Madrid como hizo Mariano Rajoy, sino que implantará cargos desde allí por medio de la capacidad que le confiere el Senado.

Los socialistas no quieren llegar a ese punto por nada del mundo. Y es que significaría romper su estructura de apoyos, basada principalmente en los votos de ERC y PdeCAT.

Pero lo cierto es que la escala de violencia es notable y la participación activa o por omisión del Govern empieza a serlo también. Y eso supone que, en caso de no reaccionar ante la opinión pública, el impacto electoral puede ser tan duro para el PSOE que ya no pueda recuperarse en futuras citas ante las urnas.

Por ese motivo, en caso de tener que aplicar ese 155 de la Constitución, el Ejecutivo necesita tiempo para ganar impulso y recuperar imagen y votantes por el flanco constitucionalista.

Cargos del PSC al frente del Govern

Los cargos del PSC se justificarían precisamente como una opción intermedia, algo en lo que el PSOE pretende aprovechar el mensaje generado por ellos mismos de que los socialistas “no han estado en ninguno de los bloques”.

El argumentario del PSOE, así, ha empezado a prepararse para una transición. Y ha incluido la crítica a las declaraciones de Torra alentando a una “insurrección violenta como vía de solución”. Los socialistas ya ven estas expresiones como un “error”, un “absoluto disparate” y una “gran temeridad”.

La idea pasa por ganar tiempo y sacudirse la imagen de un partido qu ha sido o cómplice o engañado por los separatistas. Y es que, tal y como valoran los expertos del PSOE, si no se pueden apoyar electoralmente en los separatistas, deberán emprender el camino contrario.

Y todo ello requerirá de aplicar ese 155 durante el suficiente espacio como para tener tiempo de intentar convencer a los electores de que no se ha tratado de un simple juego electoral, sino de que se creyó en el diálogo y han sido los golpistas los que han traicionado ese intento.

De este modo, el 155 pasaría a ser no sólo largo, sino de amplio espectro: sobre los Mossos, las escuelas e, incluso, no se descarta, que afectase a los medios como TV3, precisamente para poder dar un mensaje y una imagen benévola con su actuación.

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