Los catalanes sobre la Barcelona de Ada Colau: «Es una pocilga, hay mucha inseguridad e independentismo»
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Siete años son los que lleva Ada Colau al frente de la alcaldía de Barcelona. Desde entonces, la ciudad condal ha experimentado numerosos cambios. La inseguridad, la escasa limpieza y la masificación turística están siendo señas de identidad de esta Barcelona de Colau. Una Barcelona que muchos no dudan en tildar de «sucia» debido a los numerosos residuos que se acumulan en las calles de la ciudad. Además, el independentismo sigue estando presente en la ciudad española. OKDIARIO se ha trasladado hasta la ciudad condal para conocer qué opinan los catalanes de esta ciudad cuya regidora es Ada Colau. «Es una pocilga, hay mucha inseguridad e independentismo», zanja un ciudadano catalán entrevistado por este medio.
Mobiliario en las aceras, mascarillas desechadas en la playa y cajas al lado de los contenedores de basura son sólo algunos de los ejemplos de la basura que se acumula en las calles barcelonesas. Incluso, en plena avenida del Paralelo, un váter con suciedad en su interior yace en medio de la calle sin ser recogido. Pero es que eso no es todo puesto que en el resto de barrios de la ciudad también abundan los escombros. Colchones y sofás esperando que alguien les lleve a un punto limpio o latas vacías son ejemplo de la degradación a nivel de limpieza que ha sufrido la ciudad española. «Barcelona está fatal, muy sucia», explica un catalana entrevistada por este medio.
Sin embargo, estos problemas de limpieza no son nuevos. Barcelona lleva años sumida en la suciedad lo que ha obligado al ayuntamiento a tomar cartas en el asunto. La propia alcaldesa, Ada Colau, puso en marcha un plan de choque bajo el lema Cuidem Barcelona que de poco ha servido puesto que la suciedad sigue apoderándose de la ciudad. «A veces huelo a pis y pienso que soy yo, pero luego leo Twitter y hablo con la gente y a ellos también les huele a pis, apesta», explica un joven que vive en Barcelona desde hace años.
Pero la suciedad es un problema añadido a la importante inseguridad que vive la ciudad. Los robos se suceden a diario y la delincuencia se ha instaurado en la urbe. «En barrios como El Raval no se atreve Amazon a repartir, no es aconsejable visitar esa zona», explica un ciudadano catalán en una conversación con OKDIARIO.
A todo esto se unen unos servicios públicos tensionados debido a la masificación turística. Cada día llegan hasta Barcelona numerosos turistas que vienen a visitar la ciudad. La propia alcaldesa Ada Colau propuso limitar el número de cruceros para así contener el número de turistas, sin embargo, su idea fue tirada por tierra debido al importante impacto económico que tiene la llegada de estos turistas. «A mí los turistas no me molestan», asegura un barcelonés entrevistado por este periódico.
Independentismo
El independentismo también sigue presente en Cataluña. Muchos balcones de la ciudad condal lucen la bandera estelada símbolo del independentismo. La presencia de estas insignias se acentúa en ciertos barrios como Vallvidrera o Tibidabo que son las zonas donde en las elecciones municipales se disparó el apoyo en las urnas a los partidos independentistas.
Llevar con libertad una bandera española sigue siendo una asignatura pendiente en Barcelona. «Es peligroso», llega a asegurar una vecina en la plaza Universidad. Incluso, otra vecina que se encontraba en el ágora asegura que no se anima a la gente ni a que apoye a la selección española en los partidos del mundial.
Con todos estos ejemplos, queda latente que la cuestión independentista aún no se ha superado en la ciudad. La alcaldesa de Barcelona en Comú tampoco favorece a la reconciliación, ni está en sus planes aplacar el sentimiento independentista. Catalanes más moderados llaman al entendimiento y respeto de ambas posturas para tratar de conciliar ambos sentimientos nacionalistas. Sin embargo, lo cierto es que aún se mira con estigma a aquel que se siente orgulloso de ser español.
El conjunto de todos estos problemas han hecho que algunos catalanes cuestionen la labor de Colau al frente del consistorio barcelonés. Ada Colau asumió la alcaldía en junio de 2015 cuando encabezó las listas de la coalición electoral Barcelona en Comú. Este partido político nació de plataformas ciudadanas como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de la que era portavoz la propia Ada Colau. Con un marcado perfil de activista, Colau ha conseguido llegar al despacho de la alcaldía de Barcelona tras suceder en el cargo a Xavier Trias. Desde 2015, Ada Colau yace en este cargo. Pero no todos los vecinos de Barcelona están contentos con su gestión. «A mi no me representa», explica una mujer entrevistada por OKDIARIO en el centro de Barcelona. Y es que no es la única puesto que una usuaria del transporte público también asegura que «no tienen una buena alcaldesa». La inseguridad, la suciedad y la masificación se ha apoderado de la ciudad más cosmopolita de España.
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