El caos del Gobierno: ‘no’ a la vacuna obligatoria en residencias y ‘sí’ para cadetes militares
Defensa obliga a los aspirantes de Zaragoza a inocularse bajo riesgo de repetición de curso e incluso expulsión
El Gobierno admite ahora el riesgo «alto» en las residencias tras desoír la amenaza de la cepa delta
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En medio del debate de la obligatoriedad de la vacuna contra el Covid en nuestro país, el próximo lunes 16 de agosto los cadetes de la Academia General Militar de Zaragoza del curso 2021-22 deberán incorporarse a la misma entre las 07.30 y las 10.00 de la mañana. Son un total de 463 alumnos de diferentes disciplinas que deberán cumplir los trámites habituales de la academia: traslado a la pista de deportes, depósito de equipajes, identificación, etcétera.
Como una de las novedades que ya se ha instalado en la Academia, al igual que el resto del país, a los cadetes se les someterá a un test de antígenos para averiguar el estado de salud de los alumnos con respecto a la pandemia del Covid. Sin embargo, en la documentación a la que ha tenido acceso OKDIARIO aparece algo totalmente nuevo: “Control de situación respecto a vacunación y afección previa de COVID-19 (identificación de personal a vacunar en fecha 16 de agosto”. En la citada documentación se incluye un formulario de “Rechazo Pauta Vacunación” que en uno de sus puntos advierte del riesgo de expulsión que corren los cadetes que no accedan a ponerse la vacuna.
Mientras el Gobierno se mantiene en su tibieza sobre la decisión de obligar o no a determinados sectores profesionales a vacunarse, este periódico ha tenido acceso a la documentación que demuestra que esas dudas, en la formación militar, se han resuelto de un plumazo. Mientras en lugares de máxima protección contra la pandemia, como son las residencias de ancianos, no se ha impuesto la obligación de ponerse la vacuna para el personal laboral, OKDIARIO ha tenido acceso a la documentación que demuestra que a los cadetes del Ejército se les exige en la Academia General Militar de Zaragoza bajo riesgo de expulsión, información adelantada por el canal especializado en información de seguridad The Spanish Army.
Llama la atención que, en la misma documentación en la que se explica que el mismo día de ingreso los alumnos recibirán la vacuna, se incluya un formulario de “Rechazo Pauta Vacunación”, donde no sólo no se deja opciones a los nuevos cadetes, que ven sus estudios en serio riesgo, sino que los coloca en un plano de evidente discriminación.
En el sector civil, volviendo a las residencias de ancianos, lo que se está debatiendo ahora es que la negativa a vacunarse de los profesionales de estos establecimientos puede suponer su traslado para no estar cerca de los mayores que son, obviamente, más vulnerables.
Policía y Guardia Civil
Pero es que el sector más parecido al militar, en el ámbito de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, tampoco se obliga a los aspirantes de sus respectivas academias a vacunarse. “Es que no se puede obligar a nadie a vacunarse. Es recomendable, todos tenemos que hacerlo para protegernos, pero lo que se puede hacer es pruebas diagnósticas para controlar el estado de salud de los alumnos, pero no les exigimos que se vacunen sí o sí”, explican fuentes policiales. Desde la Guardia Civil lo dejan igual de claro: “No se está solicitando la obligación de estar vacunado para la realización de ningún curso, ni de acceso al Cuerpo ni de perfeccionamiento, al no ser obligatoria la vacunación en España”.
Entonces, si no es obligatorio ponerse la vacuna, aunque sí absolutamente recomendable, ¿cómo justifica la Academia Militar de Zaragoza esta obligatoriedad encubierta? Pues citando la Ley Orgánica de 2011 que explica la obligatoriedad de mantener la seguridad de los militares “en razón de los riesgos específicos a los que está expuesto”. El contagio del coronavirus no es un riesgo específico de los militares y este texto no se redactó pensando en una pandemia sino más bien en acciones bélicas o de entrenamiento que ponen en peligro a los soldados. Pero hay más, porque, en otro párrafo del documento, la Academia cita una ordenanza que obliga a la atención y el cuidado de la salud de los miembros del Ejército.
Pero lo más grave para los cadetes llega después de los argumentos legales. ¿Qué sucede si algún cadete decide no vacunarse? El cadete que no esté vacunado “podrá no participar en clases, prácticas, actividades de educación física y de instrucción y adiestramiento, que por sus condiciones de realización supongan un contacto estrecho y un mayor riesgo para la salud”. Aunque parezca una medida razonable esta no es la única consecuencia a la que se enfrentan los cadetes no inmunizados. La medida de precaución puede traer consecuencias muy graves.
“La no asistencia a determinadas clases, actividades y prácticas impedirá su evaluación y por consiguiente la repetición del curso e incluso la baja como alumno. (…) La negativa reiterada a vacunarse podría ser considerada como carencia de las cualidades en relación a las reglas de comportamiento del militar (…) lo que podría dar lugar a la apertura de un expediente personal extraordinario de baja del Centro docente Militar”.
En resumen, el lunes 16 de agosto, si alguno de los casi 500 nuevos cadetes se niega a vacunarse pondrá en serio riesgo su futuro en el Ejército.