Belarra y Montero urden un plan para desacreditar a Díaz por su acuerdo para la reforma laboral

Podemos fijó unas aspiraciones de máximos que, tras admitir que no se ha derogado la reforma, dejan en entredicho la promesa de Yolanda Díaz

Estos son los cambios que introduce la reforma laboral tras el pacto entre Gobierno, sindicatos y CEOE

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Ione Belarra e Irene Montero
Belarra y Montero ponen a Díaz en la diana por su crecimiento en los sondeos.
Joan Guirado

Antes de acabar el año el Gobierno dará luz verde a una actualización de la reforma laboral. Era la medida estrella de Unidas Podemos en campaña y la reforma que generaba más tensiones en el seno de la coalición. Había un pacto entre el PSOE y Podemos, para derogar la norma establecida en 2012 por el PP, que según ha reconocido la propia vicepresidenta Yolanda Díaz se ha incumplido. Porque en el pulso con Nadia Calviño, la titular de Economía ha logrado imponer sus tesis más pragmáticas frente a lo que exigían los morados. La responsable de Trabajo lo resumía este jueves, en La Ser, como «una derogación política», ya que no se puede derogar la norma.

A Díaz no le ha quedado otra que asumir la victoria moral de ser la ejecutora de un acuerdo complicado, que implica al Gobierno, a los sindicatos y a la patronal, aunque el texto final no se parezca nada a lo que había prometido. Un logro que le permite recibir alabanzas externas, pero no en las filas de su propio espacio político. De eso ya se encargan sus dos compañeras de gabinete, Ione Belarra e Irene Montero, que aprovecharán la situación para iniciar una campaña de descrédito contra la gallega. La tienen en la diana desde hace semanas y ahora «ha llegado el momento de darle la puntilla», aseguran fuentes cercanas a las dirigentes podemitas.

Podemos, partido del que no forma parte la ministra de Trabajo y Economía Social, situó unas expectativas muy altas respecto al nuevo marco de relaciones laborales, para que cualquier acuerdo que no las superase pudiera servir para atacar a Yolanda Díaz. De hecho, Belarra, desde el inicio de la última crisis con el PSOE a cuenta de las «injerencias» de Calviño, se puso al frente de la reivindicación morada a petición de la propia Díaz. Era su oportunidad, que aprovechó, para fijar unas posiciones de máximos que se han diluido a cambio de incluir a la patronal en el pacto, declarándose «satisfecha» por el texto alcanzado. Una cesión que no ha gustado en el espacio político progresista.

Buena relación con la CEOE

Una de las bazas que usarán los agitadores de Podemos, en la guerra interna contra la vicepresidenta segunda, es su relación con la CEOE. «La foto de cercanía con Antonio Garamendi le perseguirá en sus aspiraciones políticas», señala a este periódico una fuente conocedora del plan que están urdiendo Belarra y Montero. Podemos nunca ha llevado bien la transversalidad de la ministra de Trabajo y su voluntad de llegar al máximo de consensos.

Desde que asumió la cartera hace ya casi dos años, a Yolanda Díaz se le ha reprochado la buena relación labrada con la patronal. Es algo que en su espacio político ni gusta ni entienden. Y con Iglesias aún en el Gobierno, antes de su dimisión, se lo hicieron saber a la ministra en distintas ocasiones. El equipo de Díaz siempre ha defendido la amplitud de miras para lograr grandes consensos en el marco de las relaciones laborales, tal como exigió Pedro Sánchez para dar luz verde a la reforma laboral.

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