Barcelona, ciudad…¡okupada!
Barcelona, otra de las grandes ciudades en las que la simpatía que despertaban los nuevos partidos políticos llevó a la activista a Ada Colau a la alcaldía, se ha convertido en la ciudad okupada. Populismos y movimientos que han dividido y enfrentado a la sociedad catalana.
«Los okupas, al igual que los manteros, se sienten protegidos en Barcelona» afirma contundente Daniel Esteve, director de operativos de Desokupa, movimiento contrario al promovido por la propia alcaldesa de la ciudad condal: «Ha conseguido un efecto llamada de un 100%». Tachados de violentos por unos, de salvadores para otros Esteve dice que responden a la llamada de los propietarios ante la pasividad de ciertos políticos.
«Cada vez que se crean medidas que facilitan la okupación de inmuebles se produce, y está produciendo, un efecto llamada» corrobora Horacio López Fernández , secretario general de CSI-F en el Ayuntamiento de Barcelona y miembro de la Guardia Urbana.
¿Cuál es el modus operandi de los okupas? ¿Dónde está el límite? Algunos juristas asumen la desprotección ciudadana diciendo que hecha la ley, hecha la trampa pero es que además «hay un auténtico manual de la okupación en Internet de 100 páginas ilustradas». En él, según afirma Daniel Esteve, se dan indicaciones sobre cómo actuar si se presenta la policía, cómo pinchar la luz, cómo forzar la cerradura….todo un mundo de facilidades. Por ello el movimiento Desokupa también tiene sus propios parámetros de actuación. El requisito indispensable: » Contar con el control de acceso de vigilante de seguridad o director de seguridad», estar fuerte o no ya es otro tema.
Los antisistema se sienten fuertes y curiosamente los que velan por la seguridad de todos no pueden creer que Ada Colau siga siendo activista por encima de todo. «Nos ha colocado en el tablero en una situación muy comprometida pero siempre vamos a ser imparciales y cumplir lo que marca la ley pese a quien pese».
«Como soldaditos de juguetes para su propio interés» es a juicio de Esteve como Ada Colau trata a la Guardia Urbana. «Que tenga que decir a la guardia urbana cómo desempeñar su trabajo cuando lo lleva desempeñando toda la vida en Barcelona y de forma excelente…»
Acusados en ocasiones de violentos, el director de Desokupa, asegura que su papel se basa en la mediación pero también se les presentan temas complicados que requieren presencia física. Y en una ciudad donde parece que la ley sea la del más fuerte abogan por su seguridad.