Ayuso, ante los ‘héroes’ de Tabarnia: «Se normaliza el crimen y se criminaliza la vida normal»
"No puedo ser presidenta de más cosas", bromea Ayuso, nombrada líder de Tabarnia en Madrid
Nicolás Redondo Terreros habla de la amnistía como la "gran traición a la Constitución de 1978"
En Tabarnia… «gusta la fruta». El paladar de los taberneses la agradece tanto que el periodista Albert Castillón ha parafraseado así a Isabel Díaz Ayuso para darle la bienvenida con un guiño al gran día de esta república monárquica. La presidenta del territorio en Madrid ha subido este martes al escenario ovacionada en el Hotel Catalonia de Barcelona como una estrella para participar en la cuarta edición de los premios Héroes de Tabarnia. Ha sido el reclamo, como ha indicado el presentador, por el que se ha llenado el aforo del espacio, con más de 300 asistentes. Allí se ha quejado del panorama político actual porque «se normaliza el crimen y se criminaliza la vida normal».
No ha hecho falta que pasen muchos segundos para escuchar la primera crítica, verbalizada por Castillón: «Aquí nadie destrozó Barcelona, nadie humilló a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Nadie ocupó el aeropuerto, nadie derrochó cantidades ingentes de dinero en pro de la independencia. Tabarnia no lo olvidará».
También se ha revelado en qué se ha gastado el dinero el Ministerio de Cultura de Tabarnia: «En disfrutar, no como Koldo, y en crear el cuadernillo para la amnistía». Este tiene la función de aleccionar a los niños para que sepan a quien amnistiar, porque el ministro «espera acabar como Iceta, en la UNESCO o por ahí».
Aunque antes de que el titular de Cultura sea un fugado, hay otras personalidades a las que amnistiar, y no poco relevantes para los vecinos de Tabarnia y los españoles:
- «A las mujeres y hombres del tiempo de TV3, que se empeñan en hablar de los países catalanes. Tíos, cambiad de camello».
- «A quienes se empeñan en ellos, ellas, elles. La palabra pollo tiene un mal femenino. A estos, por pesados».
- «A Pilar Rahola, porque antes entrará un pecador en el reino de los cielos que cien justos. Esto de no salir todos los días en la tele, de no engrosar la subvención… Como no ha hecho dinero con esto del proceso…»
- «A la presidenta de Paradores [Raquel Sánchez, exministra de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana], responsable de que los trenes de Cantabria no quepan por los túneles».
Y para ir preparando el camino que Iceta siguió en su día, el responsable de la cartera de Cultura ha facilitado a la salida su número de cuenta, porque «a diferencia de los socialistas -que están muy trabajados, con callos de estar en la obra-«, él presume «de corrupto».
Los mandamientos
Que no se diga que en Tabarnia no se legisla. Se está elaborando la primera Ley de Conexión, que más que artículos recoge mandamientos: «El tabarnés debe ser acusado cinco veces a la semana de facha; el tabarnés debe hablar español en la Generalidad; el tabarnés no apretará el culo cuando ríe, como hacen los nacionalistas, con esa sonrisa de superioridad». Mientras se tramita, no descartan rendirse al instante si Ayuso envía 10.000 policías madrileños para una invasión.
Aunque lo cierto es que tampoco se puede tener mucha fe en la ley, independientemente de que se apruebe. Cualquier ministro puede «triturarla» porque, «como demuestra Pedro Sánchez» -que es «un error constitucional» ya que la Carta Magna «no tenía previsto que podría surgir un Sánchez, un hombre que podría ser de cualquier partido-«, las leyes están «para pasárselas por el forro» y «delinquir hoy en España es un chollo». Así lo ha manifestado el ministro de Deportes, que ha gritado un «¡viva Tabarnia insumisa!».
La transformación en Tabarnia va a empezar por el callejero. Los taberneros han hecho entrega a Ayuso de una placa de cinco kilos en la que figura la plaza que llevará su nombre y que sustituirá a la calle Independencia.
Al dársela, no han desaprovechado la oportunidad de trasladarle algunas de las dudas que le surgen a muchos españoles: ¿Dará el paso al frente en algún momento para optar al cargo de presidenta del Gobierno central? Como periodista, ¿volvería a TVE para sustituir a Silvia Intxaurrondo, que «cobra cinco veces más»? «Hombre, visto así…», ha respondido una dubitativa Isabel de Tabarnia.
Aunque Ayuso ha aclarado que se dedicó al oficio porque «un periodista debe contar la verdad, no transformarla». En cuanto a lo de presentarse a unas elecciones generales, parece tenerlo más claro: «No puedo ser presidenta de más cosas». Aunque sí ha desarrollado cómo ve el panorama nacional en la actualidad. «Se normaliza el crimen y se criminaliza la vida normal. Esto causa muchos desperfectos. Antes discutíamos y nos volvíamos a encontrar después, con nuestras diferencias. Ahora están trasladando al resto de España la ruptura que quieren imponer en Cataluña. La gente quiere prosperar, que la política no lo cubra todo». Por eso, ha dicho, «con Madrid ocurre como con el rey o la Constitución, que no son de nadie en particular para ser de todos en general».
Los premiados también han tenido su altavoz para transmitir lamentos en su república. Mientras que Nicolás Redondo Terreros (ex diputado del Parlamento Vasco) ha dicho estar viviendo «la semana en la que se va a consumar una gran traición a la Constitución de 1978 que, por desgracia, no la hacen personas distintas» a las que combatieron con él «por unos ideales», Sergio Fidalgo (director de elCatalán) ha denunciado que se les intente robar su nación y convertir a los catalanes no separatistas en «extranjeros en su propia tierra». Lo ha dicho mientras sostenía una camiseta que decía «me gusta la fruta», que «es una manera muy original de decir lo que muchos pensamos» de «los mismos políticos que lanzan campañas de humo para tapar lo que está ocurriendo en España: malversar para la independencia».
«La libertad está amenazada por ese hambre que tiene siempre esta neoizquierda de intervenir la vida. Nos acabarán diciendo qué tenemos que comer o no y con qué coche deberán jugar nuestros hijos. Usan el si viene la derecha vamos a retroceder en derechos. Pero, si nos fijamos, hemos retrocedido en derechos con ellos: con Hacienda, con la presunción de inocencia, con el derecho a que cada uno tenga su interpretación de los hechos históricos, con el de educar a nuestros hijos en castellano. Perderemos también el derecho a decidir en cada uno de los palmos de tierra de este país si se da el referéndum», ha expuesto por su parte Marcos de Quinto (expolítico de Ciudadanos).
Tabarnia es el nombre que la Plataforma por Tabarnia propuso para una parte del territorio de Cataluña, el que conformaría una nueva comunidad autónoma con la unión de varias localidades de Tarragona y Barcelona. Fue ideado en 2013, aunque resurgió en 2022 por la investidura de Isabel Díaz Ayuso como presidenta de Tabarnia en Madrid.
Baño de masas en Castelldefels
Antes de acudir a la entrega de premios, la presidenta del PP de Madrid se ha reunido con los hosteleros de Castelldefels y del Bajo Llobregat, que han querido transmitirle sus inquietudes. Un encuentro que se ha dado, han explicado, porque se sienten «agradecidos con Ayuso por su actitud con el sector desde el momento en el que se produjo la pandemia de la covid, por cómo la gestionó».
De camino al restaurante en el que ha tenido lugar la reunión, Isabel Díaz Ayuso se ha dado un baño de masas. Ha caminado desde la plaza del Ayuntamiento hasta el local. Pese a la escasa distancia, apenas un par de calles, la presidenta ha tardado cerca de 20 minutos en hacer el recorrido por la gran cantidad de vecinos que se han acercado para dedicarle unas palabras o para pedirle una fotografía, mientras que otros la han saludado alegremente desde los balcones.
Investigación de la Fiscalía
También se ha detenido Ayuso con los medios de comunicación para hablar sobre la investigación de la Fiscalía a su pareja, Alberto González Amador, por defraudación tributaria y falsedad documental. La información, que se ha conocido a primera hora de este martes, es un nuevo ataque que se «está intentando hacer desde la Moncloa», ha declarado.
«Ahora tocaba el novio (…) Primero fue mi difunto padre, que no pudo defenderse de las acusaciones sobre una empresa que quebró por otras cuestiones, algo que él afronto sin deber nada a nadie; después fue mi hermano, luego mi madre, mis primos… mi pueblo, mi barrio, mi colegio -que si era mejor o peor-, mi expediente académico, mi etapa universitaria, mi trabajo, mi vida laboral…». Con esos antecedentes, esa estrategia de hacerle «trajes constantemente» que lleva «sufriendo desde hace cinco años» es algo que se «esperaba».
«Aquí no ha habido ni tramas ni redes paralelas ni nada de lo que se está intentando hacer desde la Moncloa, que me consta que desde primera hora de esta mañana está llamando también a las televisiones pidiendo más madera y generar una trama donde hay solo hay una inspección fiscal a un ciudadano», ha manifestado.
Se trata, entiende, de un «ataque personal» dado que «no es normal que los datos personales de un ciudadano anónimo estén circulando por las redacciones» y no se está permitiendo que el asunto «funcione con el cauce normal» de cualquier inspección de la Agencia Tributaria: «Se le está acusando directamente. Hacienda, como sabe cualquier empresa o autónomo, hace una acusación y él tiene que defenderlo».
Aun así, esto es algo que «no tiene nada que ver con la Comunidad de Madrid y la gestión del Gobierno regional». Solo puede responder por estas ante esta «persecución», ha detallado. En todo caso, ha aclarado, Alberto González Amador y ella no eran pareja en las fechas a las que hace referencia la investigación, que apunta al ejercicio de 2020 y 2021.
La Fiscalía ha cifrado la cantidad supuestamente defraudada por González Amador en un total de 350.951 euros. Habría emitido facturas falsas, es decir, por servicios que en realidad no habría prestado, a través de la empresa Masterman & Whitaker S.L., de la que es socio único y administrador. Así habría evitado abonar una cifra menor a las cantidades correspondientes al Impuesto de Sociedades.
Según la Fiscalía, el objetivo que perseguía con estas actividades era conseguir «un ahorro fiscal al trasladar parte la actividad a una sociedad vinculada con él, con la finalidad de generar bases imponibles negativas» y «compensar en el futuro con los beneficios que aquella pudiera obtener».