Ayuso cree que el ataque a la educación concertada de Celaá es el adelanto a un Gobierno «de nombre socialista y apellido comunista»
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha contestado con rotundidad a la ministra de Educación, Isabel Celaá, por sus palabras sobre la elección de la educación de los padres. Cree la popular que sus palabras provocan «daño y preocupación» entre las familias con su idea «dogmática» de la enseñanza. Ayuso ha destacado que los miembros del PSOE en el Gobierno ya han hecho este tipo de declaraciones en otras ocasiones pero cobran más relevancia porque «ahora» preocupan más porque la gente ve «la posibilidad más que nunca» de que se constituya un Ejecutivo nacional de «nombre socialista y apellido comunista».
«Ahora la gente ve más posible y nosotros, los gobiernos autonómicos, los primeros que lleven a cabo esa idea dogmática de que van a igualar a todos los estudiantes, que a mi juicio es igualdad a la baja porque no se trata de decirle a todos el mundo qué tipo de educación tiene que tener sino que cada familia, cada hijo, llegue tan lejos como pueda con su esfuerzo, con sus posibilidades y con ayuda», ha explicado.
Por tanto, ha subrayado que Madrid quiere una educación «muy diferente» y ve comprensible la inquietud generada por esas declaraciones sobre la «mal llamada igualdad, que no es igualdad», pues lo que se debe tener es «igualdad de oportunidades y no de resultados». «Es una forma de entender la educación del socialismo que choca frontalmente con Madrid», ha apostillado.
Ayuso ha asistido al XV Congreso Nacional de Escuelas Católicas, el mismo lugar donde la socialista pronunció su afirmación de la discordia, y allí ha declarado que «de ninguna manera se puede decir que el derecho de los padres a escoger una enseñanza religiosa o elegir centro educativo podrían ser parte de la libertad de enseñanza» que emana del artículo 27 de la Constitución.
Ayuso ha dicho que Madrid tiene un «absoluto respeto» por la libertad de las familias para que elijan qué tipo de educación quieren para sus hijos, ya sea en la enseñanza pública, la concertada o la privada. No obstante, ha aclara que, a pesar de estar en un foro católico, eso no quiere decir que dé una «prioridad de un tipo de educación sobre otra», pero que sí representa, como dirigente, «esa libertad que ha caracterizado al sistema educativo de Madrid», que «va a seguir en marcha al menos mientras ella sea presidenta de la Comunidad».
Ayuso sí ha querido trasladar al resto de políticos, en clara referencia a Celaá, que ese tipo de afirmaciones «a vuelapluma» hacen «daño», «preocupan» y «ofenden» a tantas familias, por lo que el Gobierno central «no se puede arrogar este tipo de mensajes que luego a su vez crean tanta preocupación».
Además, ha enfatizado que ya ha oído en otras ocasiones al «socialismo» tener «reticencias» con medidas aplicadas en la Comunidad de Madrid como el bachillerato de excelencia y el sistema de educación especial. Por ello, ha remarcado que ella quiere «defender» la libertad y que, en consecuencia, la «educación concertada crecerá si así lo quieren las familias y en la proporción que ellas quieran».
«No se trata de primar ni de beneficiar una educación sobre otra», ha apuntado Ayuso para dejar claro que ella sí tiene una «responsabilidad por encima de las demás con la pública y la concertada», pero que en la región hay libertad de las familias para elegir el tipo de enseñanza que quieren para sus hijos.