El día después del desconfinamiento

Así viajaremos en avión: sin despedidas en las terminales y toma de temperatura antes de embarcar

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Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Viajar en avión, a partir de ahora, va a ser distinto a como lo habíamos hecho hasta la actualidad. La primera novedad la encontraremos nada más llegar a los aeropuertos. Para poder entrar a la zona pública de los aeródromos será imprescindible llevar el billete consigo. Sin ese justificante de viaje no será posible entrar.

Con esta medida, que impedirá las típicas imágenes de despedidas y reencuentros en la terminal, el principal operador de los aeropuertos españoles, AENA, pretende limitar el número de personas que se concentran en las instalaciones.

Aunque cada país podrá adoptar medidas complementarias para garantizar la seguridad en sus vuelos, el marco normativo es de carácter europeo. Y es que tras comprobar que la movilidad fue uno de los grandes vectores de transmisión del coronavirus, es muy importante que todos los ciudadanos, residan donde residan, cumplan las mismas recomendaciones a la hora de subir al avión.

Como en tantos otros servicios, al facturar las maletas en la terminal, nos tendremos que acostumbrar a tener una mampara entre nosotros y los empleados de las compañías. Algunas aerolíneas, como la española Air Europa, ya ha empezado a instalar en los principales aeropuertos donde opera estos elementos de protección.

En las colas de facturación habrá que adoptar el distanciamiento social, dejando dos metros de distancia de seguridad respecto al resto de viajeros. Aunque el personal encargado de la seguridad de los aeropuertos estará atento a que se cumplan estas medidas, la responsabilidad personal será muy importante. Mediante marcas instaladas en el suelo los pasajeros podrán calcular la distancia que deben dejar.

Facturadas las maletas, de camino al avión, las autoridades sanitarias tomarán la temperatura a los pasajeros que se dispongan a embarcar. Será durante el control de seguridad. Tener más de 37,5 de fiebre, puede ser uno de los motivos por el que se deniegue al pasajero la posibilidad de tomar el vuelo que tenía previsto coger.

Finger mejor que microbús 

El embarque también será ligeramente distinto a como se venía realizando. Las compañías optan por la ralentización, embarcando de la zona trasera del avión a la zona delantera, para evitar aglomeraciones dentro de la cabina. Siempre que sea posible, se embarcará mediante finger. El uso de la pasarela que conecta la terminal con el avión, intentando evitar los desplazamientos en autobús, permite guardar mejor las distancias.

Para subir a la aeronave, que se desinfectará tras cada viaje, será obligatorio colocarse la mascarilla de tal forma que cubra la nariz y la boca. Los viajeros deberán llevarla puesta durante todo el viaje. Y es que dentro de la aeronave, se tiene contacto con muchas personas. Según la normativa europea, las compañías no tienen la obligación de dejar ningún asiento vacío.

El desembarque del avión también sufrirá novedades, aunque estas estarán sujetas a cada tipo de avión y compañía. En los aviones más pequeños serán los tripulantesm los que irán indicando la salida de los pasajeros de uno en uno. En los grandes, mediante la megafonía, se indicará a los pasajeros cómo deben recoger su equipaje y abandonar el avión dejando la distancia de seguridad entre los viajeros.

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