Álvarez de Toledo acusa a García Egea de practicar «el mobbing, el bullying y el acoso» en el PP
Afirma que 'Políticamente indeseable' "es un libro que cree que la política deseable es posible"
Sobre la guerra entre Génova y Ayuso: "Todo es matizable, pero parte de esa experiencia la reconozco"
Cayetana critica la abstención del PP en declarar ‘non grato’ a Abascal en Ceuta: «Es un disparate»
Álvarez de Toledo: «La política de apaciguamiento en Cataluña ha fracasado»
El entorno de Ayuso tiende puentes: ofrece a Génova un «proyecto de consenso» con Almeida
La diputada y ex portavoz del Partido Popular Cayetana Álvarez de Toledo ha vuelto a la primera línea mediática a través de su esperado libro Políticamente indeseable (Ediciones B) y que, como cabe esperar, no dejará indiferente a nadie, comenzando por el secretario general del PP, Teodoro García Egea, del que ha llegado a decir que «ejerce un mando testoterónico y perjudica a Casado; hace bullying».
Estas manifestaciones la realiza la popular Álvarez de Toledo al contestar si antes de su destitución se produjo una operación de derribo mediante filtraciones similares a la actual guerra que mantiene Génova contra Isabel Díaz Ayuso. «Sí, todo es matizable, pero parte de esa experiencia la reconozco» aunque matiza luego que su libro no es «un ajuste de cuentas» ya que es «un libro que cree que la política deseable es posible».
Sin embargo, al volver a insistirle que en su libro señala como ejecutor de este tipo de maniobras al secretario general del PP, Teodoro García Egea, la diputada popular asegura que «la suya es una manera de entender la política a través del ordeno y mando. Es el sometimiento de cualquier atisbo de sensibilidad, inteligencia, deliberación, debate y libertad» afirma. De este modo, menciona expresiones que ha oído «y que ahora -confiesa-se reproducen en el caso de Ayuso como esta va por libre o es un verso suelto; etiquetas lamentables que se aplican al normal ejercicio de la personalidad dentro de un partido político».
Por otra parte, en cuanto a una reunión que describe en su libro especialmente violenta en el despacho de García Egea, la diputada Cayetana Álvarez asegura en El Mundo que fue algo realmente «desagradable» que nunca había vivido. «Por el nivel de agresividad, de insensibilidad y de irracionalidad» y subraya «irracionalidad» porque cree que «en toda esta operación, como la de Ayuso, hay un elemento de irracionalidad. Egea impuso una vigilancia soviética nacida de un pueril e injustificado afán de control absoluto» detalla la diputada.
«Practicó el mobbing, el bullying y el acoso impúdico a través de sus afines y los medios. Quería el control total del grupo parlamentario, de las finanzas, nombramientos, posicionamientos; quería una portavoz florero, que tuviera intervenciones más o menos brillantes, pero que no molestara en todo lo demás y yo no soy un florero en general ni pretendía ser una portavoz florero. Fue un derribo a cámara lenta, iniciado desde el primer minuto» ha explicado Álvarez de Toledo sobre su relación con el secretario general de su partido, Teodoro García Egea.