Entrevista con el ex alcalde de Madrid

Álvarez del Manzano: «Presidir el PP le cuadra mejor a Ayuso, Almeida debe centrarse en ser sólo alcalde»

“No es por falta de condiciones, pero ser líder del partido le cuadra más a la presidenta de la Comunidad”

“Un alcalde de Madrid no puede ser otra cosa que alcalde, no me gusta que se portavoz del PP y así se lo dije"

Álvarez del Manzano: “En la dirección nacional del PP se echa de menos a personas con más experiencia”

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Agustín de Grado
  • Agustín de Grado
  • Subdirector y responsable del Área Política en OKDIARIO. Antes jefe de área en ABC, subdirector en La Razón y director de Informativos en Telemadrid.

José María Álvarez del Manzano (Sevilla, 1937) forma parte de la mejor historia del PP. Este año se han cumplido treinta desde que se convirtiera en alcalde de Madrid, el primero del PP. Su triunfo anticipó el vuelco político que se produciría después en la Comunidad y el Gobierno de España. Abandonó la vara de mando doce años después, no porque los madrileños le dieran la espalda (ganó tres veces por mayoría absoluta) o por que fuera derrotado en unas primarias (entonces no existían). «María Eulalia llevaba años exigiéndome que lo dejara», recuerda. Ahora asiste atónito a la pugna por el liderazgo del PP en Madrid.

PREGUNTA.- Menudo espectáculo, ¿no?

RESPUESTA.- El votante del PP no entiende que pueda haber una disensión entre dos personas extraordinarias que están gestionando muy bien y que están demostrando que se puede gobernar con tranquilidad. Créeme, yo tengo contacto con ambos y ninguno quiere tener ninguna relación negativa con el otro, sino lo contrario. Tanto Isabel Díaz Ayuso como José Luis Martínez-Almeida gestionan lo suyo, pero coordinan muy bien sus actuaciones.

P.-La cuestión es si a Génova no le agrada la idea de que Ayuso pueda ser a la vez presidenta del partido y está utilizando al alcalde para socavar su proyección.

R.- Yo no puedo llegar a tanto. El problema está mal enfocado. Si tiene que haber primarias en Madrid, porque los estatutos del partido lo dicen, pues que sean con Ayuso y otro candidato que no sea José Luis.

P.- ¿Cómo?

R.- El alcalde no debe meterse en este lío. Ser alcalde de Madrid es muy importante. A Alberto [Ruiz-Gallardón], cuando le nombraron ministro, le dije: “¡Qué pena, desciendes de alcalde a ministro!”. Porque creo que el alcalde de Madrid es más importante que un ministro. Mandas mucho más y tienes una mayor responsabilidad. Por eso creo que José Luis tiene que dedicarse a ser alcalde. No puede ser otra cosa que alcalde. Yo no quise nunca ocupar otros cargos. No quise estar siquiera de diputado en el Congreso, como Tierno Galván, por ejemplo. Yo quería ser alcalde, solamente alcalde, que es más que suficiente, y dedicarme en cuerpo y alma. Eso es lo que tiene que hacer el alcalde de Madrid. José Luis también.

P.- Entiendo entonces que tampoco le parece una fórmula institucionalmente aseada el hecho de que el alcalde de Madrid sea a la vez portavoz nacional del PP.

R.- No me gusta. Se lo dije en su momento a José Luis. La portavocía del partido le distrae de las funciones municipales. Él tiene capacidad para eso y para más. Sin embargo, creo que no debe ser más que alcalde.

P.- ¿Usted lo hubiera aceptado si se lo hubiera pedido Aznar?

R.- No. Y fíjate que Alberto tampoco lo hizo. Nunca quisimos meternos en ese planteamiento.

«No me gusta que Almeida sea alcalde de Madrid y portavoz del PP a la vez, y así se lo dije»

P.- ¿Está justificado que Génova discuta a Ayuso lo que consiente a Juanma Moreno en Andalucía o a Feijóo en Galicia: ser presidenta del partido y del Gobierno regional a la vez?

R.- No creo que la dirección nacional esté en un planteamiento de imponer, sino de que existan unas primarias. Ayuso es una persona que ha demostrado una competencia extraordinaria. Fíjate que yo al principio desconfié de ella. No la conocía bien y para mí ha sido una revelación extraordinaria. Ha sabido conectar con la gente. Tiene una capacidad de afrontar los problemas con decisión y valentía. Gestionó perfectamente todo el problema tremendo de la pandemia. ¿Tiene condiciones para ser presidenta de la Comunidad? Sin duda alguna. ¿Tiene condiciones para presidir el partido? Pues también.

P.- ¿Y el alcalde no?

R.- No es cuestión de condiciones, que las tiene. Pero el cargo de presidente del partido le cuadra más a la presidenta de la Comunidad.

P.- Explíquelo.

R.- El alcalde tiene limitado su espacio. Es alcalde de Madrid y Madrid no es la comunidad entera. La comunidad abarca mucho más, no sólo la capital. Por eso hay tantos presidentes de las comunidades que son a la vez los presidentes del partido en el territorio. En ellos cuadra mejor la figura de líder del partido.

«El cargo de presidente del partido le cuadra más a la presidenta de la comunidad. El alcalde tiene limitado su espacio. La comunidad abarca mucho más»

P.- ¿No es llamativo que las dos veces que la dirección nacional del PP ha puesto trabas a que el liderazgo autonómico recaiga sobre la inquilina de Sol haya sido con Esperanza Aguirre y Ayuso, ambas con indisimulado perfil y proyecto propio?

R.- Pero fíjate, sin embargo, que tienen una raíz distinta. Isabel es una apuesta personal de Casado. Esperanza no era una apuesta personal de Rajoy. Ya estaba. Esperanza tenía ya un currículum dilatado y no era una apuesta, sino una elección que se hizo por parte de los militantes y no directamente por la presidencia.

P.- ¿Cómo cree que reaccionarían los votantes del PP en Madrid en el caso de que la pugna abierta acabase con Ayuso derrotada por Génova?

R.- Es que no quiero entrar en esa dinámica.

P.- ¿Comparte con Esperanza Aguirre, amiga y concejala de sus Gobiernos, la idea de que en Génova hay muchos chiquilicuatres?

R.- Hablé con ella y le dije que no se había expresado correctamente. En Génova hay gente sin experiencia, que es distinto. Hay algunas personas que no tienen la experiencia suficiente y ya está. Pero nada de disminuir su capacidad en un sentido peyorativo.

P.- ¿Sin experiencia en qué?

R.- En el ejercicio de la práctica política y de lo que es un partido. Los partidos por dentro son muy complicados y hay que distinguir bien entre la finalidad del partido. Los partidos se han transformado en máquinas para ganar elecciones. Pero las elecciones se ganan para algo. Las elecciones no son para que el partido gane, sino para que el partido pueda ayudar a la sociedad a resolver sus problemas.

P.- ¿Y la dirección nacional del PP está huérfana de gente así?

R.- Le faltan algunos con alguna experiencia mayor, sí.

P.- ¿Hay riesgo de que la pugna abierta en Madrid pudiera acabar en escisión?

R.- En absoluto. Vamos a ver, nadie pone en duda a Pablo Casado. Es un tipo fenomenal, con una competencia extraordinaria, capacidad de síntesis de los problemas y valentía como jefe de la oposición. Casado defiende principios. No creo que ponga en duda ni a José Luis ni a Isabel. Estamos ante una polémica ficticia.

P.- Hace treinta años su triunfo, José María, abrió las puertas del poder al PP en España por primera vez. Además, Madrid y su comunidad pasaron de la izquierda a convertirse con los años en feudo inexpugnable del PP. ¿Cómo fue posible?

R.- Cambiamos la filosofía. Llevamos a la certidumbre de la gente el hecho de que se puede gestionar bien y mantener los principios. El vuelco comenzó cuando los españoles se dieron cuenta de que el Ayuntamiento del Madrid se gestionaba bien. Recuerdo que cuando Rodrigo Rato trataba de explicar qué haría el PP cuando llegara al Gobierno de España, repetía: “Vamos a hacer lo mismo que Álvarez del Manzano en Madrid”. Y eso consistía en hacer más con menos. Yo gastaba poco. Me acusaban de roñoso. Lo que pasa es que gestionaba con mucho cuidado el dinero que tanto cuesta pedir a los ciudadanos. No sólo los madrileños, los españoles empezaron a ver que gestionábamos bien, que éramos unos tíos normales y dijeron, pues venga. Cuatro años después llegó el triunfo en la Comunidad de Madrid y al año siguiente Aznar alcanzó La Moncloa.

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