Rivera dejará gobernar al PP si es el más votado pero hará una dura oposición para consolidar a Ciudadanos como alternativa
El candidato socialista Pedro Sánchez ha ofrecido al resto de partidos formar un gran pacto para desalojar a Mariano Rajoy de la Moncloa, aunque el PP sea el partido más votado.
El líder del PSOE demuestra así que está dispuesto a gobernar a cualquier precio, pactando si es preciso con Podemos como ya ha hecho en varias Comunidades autónomas, y rompiendo una regla que hasta ahora era la norma democrática desde 1978: en las elecciones generales, forma Gobierno el partido más votado.
Pero el escenario dibujado por Pedro Sánchez no entran en los planes de Ciudadanos. Albert Rivera ha adquirido el compromiso personal de respetar esta tradición y permitir que el PP gobierne si es de largo el partido más votado en las elecciones del 20D.
Si ocurre así, una vez hayan transcurrido los dos primeros años de la legislatura, Rivera endurecerá su labor de oposición para fortalecer la posición de Ciudadanos como alternativa de gobierno.
Esta estrategia es coherente con la actuación de Rivera tras las elecciones autonómicas del pasado 24M. Ciudadanos adquirió la posición de árbitro en los parlamentos regionales de Madrid y Andalucía. En ambos casos, facilitó la investidura del candidato más votado: Cristina Cifuentes en Madrid y Susana Díaz en la Junta de Andalucía.
Tanto en un caso como en otro, Ciudadanos se ha quedado fuera del Ejecutivo regional y ha impuesto varias condiciones para ofrecer su apoyo, como la aplicación de un paquete de medidas contra la corrupción.
De este modo, el partido de Albert Rivera se ha atribuido el mérito de que los ex presidentes de la Junta de Andalucía Manuel Chaves y José Antonio Griñán hayan renunciado a sus escaños, tras ser imputados en el caso de los ERE. Fue una de las condiciones que Ciudadanos impuso para apoyar la investidura de Susana Díaz.
El PSOE sigue cayendo en las encuestas
Albert Rivera se propone ahora trasladar este esquema a la política nacional: si el PP es el partido más votado podrá gobernar con el apoyo de Ciudadanos, pero este partido no le extenderá un cheque en blanco. Exigirá el cumplimiento de determinadas condiciones encaminadas a garantizar la regeneración democrática.
Y, una vez transcurrido el meridiano de la legislatura, el partido naranja no renunciará a realizar una dura oposición de desgaste del Gobierno, que permita visualizar a Ciudadanos como alternativa.
Aunque éste no es, por supuesto, el escenario favorito de Albert Rivera. Durante las últimas semanas, varias encuestas han situado a Ciudadanos por delante del PSOE, cuyo secretario general Pedro Sánchez no ha logrado frenar la sangría de votos que se inició en las elecciones generales de 2011 –la candidatura de Alfredo Pérez Rubalcaba se quedó con solo 110 diputados– y se confirmó en las pasadas elecciones autonómicas del 24M.
De este modo, Rivera se muestra convencido de que Ciudadanos se puede consolidar ya como principal partido de la oposición, colocándose por delante de un PSOE que ha sufrido la dentellada de Podemos en el segmento más radical de sus votantes.
No conforme con ello, en sus declaraciones públicas Albert Rivera asegura que si continúa su tendencia ascendente Ciudadanos todavía puede conseguir rebasar al PP y convertirse en la opción real de Gobierno en las elecciones del 20D.