La agenda del ‘procés’ desvela el papel activo de Mas: «El referéndum será más duro que el 9-N»
El expresidente catalán Artur Mas alertó de los riesgos de la hoja de ruta independentista en las reuniones del núcleo político que la impulsó, donde miembros del Govern confesaron también su temor a que un referéndum unilateral fuera «inútil» y «ridículo» si votaba menos gente que el 9N.
Así consta en un informe elaborado por la Guardia Civil sobre la libreta Moleskine incautada al exnúmero dos del Departamento de Economía Josep Maria Jové, cuando el pasado 20 de septiembre fue detenido en una operación ordenada por el titular del juzgado de instrucción número 13 de Barcelona, que investiga los preparativos del 1-O.
Jové tomaba acta en dicha agenda de las reuniones que mantenía el núcleo de responsables políticos que diseñó la hoja de ruta hacia la independencia unilateral, en la que figuran los líderes de PDeCAT, ERC y la CUP, así como de las entidades independentistas Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural.
El 31 de agosto de 2016, Jové da cuenta de una reunión celebrada en la Casa dels Canonges a la que asiste Artur Mas, quien lamenta que el Govern no disponga de más margen de actuación «porque hay gente que no cumple o ha abandonado la hoja de ruta» y acusa a la CUP de no haber cumplido «nada» de lo que se pactó con ellos.
«Cambios en la hoja de ruta, no podemos parecer una concesión a la CUP», afirma Mas, que también advierte de que, después del 9N, el Estado ya sabría cómo «cargarse» un eventual referéndum unilateral y expresa sus dudas sobre la contratación de las empresas para el recuento, la utilización del censo, el papel de la policía -«a quién obedecerán»- o la constitución de las mesas electorales.
En una reunión posterior del 22 de septiembre de 2016, a la que también asistían Puigdemont y Junqueras, Artur Mas avisó de que el referéndum unilateral sería «más duro que el 9N» y de que no se podía «abandonar el control». «Convocar elecciones, no podemos renunciar», añaden las anotaciones.
Asimismo, Mas se mostró partidario de «calibrar bien» las reacciones del Estado. «Magnitud y consecuencias: ir contra funcionarios individuales, recuperación de competencias de seguridad, suspensión de autonomía», figura entre las notas.
El expresidente catalán, según las anotaciones de Jové, expresaba también sus dudas sobre «qué harán las grandes empresas del país», al tiempo que advertía: «No podemos confiar en los impuestos y son millones de euros».
En otra de las reuniones, que el pasado mes de junio celebraron responsables de Comunicación del Govern, Jové y la diputada de la CUP Eulàlia Reguant, se pone sobre la mesa la posibilidad de celebrar un referéndum unilateral de independencia, pero también la «dificultad» de organizar una votación así y los temores a que votara «menos gente» que el 9N, lo que podría llevar al «ridículo».
«RUI (referéndum unilateral de independencia) es inútil y haremos el ridículo», reza una de las anotaciones de Jové sobre la reunión, en la que uno de los responsables de comunicación apuesta por una declaración de independencia «con efectos retardados», que durante seis meses se ofrezca «negociar», tras lo que se podría convocar una consulta.
Por su parte, la diputada de la CUP Eulàlia Reguant exige en esa reunión una «hoja de ruta clara», con fecha para un referéndum de independencia unilateral, a cambio del apoyo de su partido al presidente catalán Carles Puigdemont en la moción de confianza que éste planteó.
Según las anotaciones de la agenda, Reguant afirmó en esa reunión que la CUP podría apoyar los presupuestos «si hay alguna cosa (impuestos…) y si no se les presiona» y planteó además una «auditoría de la deuda».
«Confían más en MHP (Molt Honorable President) que en VP (Vicepresidente) porque nosotros no somos claros», añade en su agenda el exnúmero dos de Oriol Junqueras, en referencia a la CUP.