La ministra Delgado asegura que el rey Juan Carlos puede ser juzgado por las revelaciones de Corinna
La ministra de Justicia, Dolores Delgado, ha zanjado este miércoles el debate abierto sobre la posibilidad de que el rey Juan Carlos I sea juzgado a raíz de las cintas de la princesa Corinna desveladas hoy por OKDIARIO. Tras una comparecencia ordinaria en la Cámara baja, Delgado ha señalado que el emérito Juan Carlos I sí tiene aforamiento, pero ha subrayado que ya no goza de la «inviolabilidad» que atribuye la Constitución a la figura del rey.
Juan Carlos I, que abdicó en 2014 y dejó paso al heredero Felipe VI, aparece señalado en las grabaciones de Corinna zu Sayn-Wittgenstein en las que la aristócrata confiesa que el rey emérito «tiene cuentas en Suiza a nombre de su primo y de su abogado Canonica».
El grupo de Unidos Podemos, socios del Gobierno de Pedro Sánchez, abogó este miércoles en el Congreso por retirar la inmunidad a la figura del monarca, calificando de «anomalía democrática la existencia de una institución que no está sometida ni a escrutinio popular, ni a la tutela de los tribunales».
La tesis mantenida por el Gobierno saliente de Mariano Rajoy, al que tocó gestionar la abdicación, era que a partir de ese momento Don Juan Carlos perdió la inviolabilidad de la que gozaba como rey. Pero que seguiría manteniendo tal protección sobre todos los hechos ocurridos durante sus 39 años de reinado, de modo que no se podría tramitar ninguna acusación referida a esa etapa.
OKDIARIO ha publicado que las palabras de la princesa alemana fueron grabadas de manera subrepticia, sin que ella se percatara, en un encuentro secreto que mantuvo, en junio de 2015, en su domicilio londinense de Eaton Square con el ex comisario José Villarejo y Juan Villalonga. En ese momento, Don Juan Carlos ya no había abdicado.
La cuenta nodriza
Sin embargo, en las cintas se hace alusión a una serie de hechos que sí ocurrieron durante su reinado. La princesa alemana, en la larga relación de siete años que mantuvo con Don Juan Carlos entre 2006 y el otoño de 2013, tuvo la oportunidad no sólo de participar en operaciones económicas con Su Majestad sino también de conocer de cerca los negocios del monarca. La ruptura de la pareja se produjo tras estallar el escándalo de la cacería de Botsuana.
Por ejemplo, las revelaciones de la aristócrata vienen a confirmar que hubo pagos de viajes de Don Juan Carlos y Corinna en jets privados con cargo a la cuenta Soleado, controlada por el gestor suizo Gianfranco Arturo Fasana. Soleado, investigada por la Audiencia Nacional y la Fiscalía Anticorrupción, era una cuenta nodriza que servía para ocultar fondos como los de la trama Gürtel u otros empresarios españoles. Como Corinna solía consumir al año dos tarjetas prepago de vuelos por un valor de 50 horas, Fasana transfería a la compañía aeronáutica desde esa cuenta unos 300.000 euros anuales.