Isabel Celaá, portavoz del Gobierno

La ministra de Educación igualó a víctimas y etarras en su plan de ‘convivencia’ en las aulas vascas

Isabel Celaá
La ministra de Educación, FP y Portavocía del gobierno Isabel Celaá, durante la rueda de prensa porterior al Consejo de Ministros (Foto: Efe)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Isabel Celaá, autorizó – siendo consejera de Educación del País Vasco-la presencia de testimonios de familiares de etarras y víctimas de «abusos policiales» del Estado español en su iniciativa sobre ‘convivencia democrática y de deslegitimación de la violencia’ en las aulas vascas.

El Departamento de Educación incluyó, en concreto, un vídeo de la madre del ex dirigente de ETA Eduardo Moreno (Pertur) entre los testimonios de víctimas de la banda en las escuelas vascas. En la grabación, se relataba el sufrimiento por la desaparición de su hijo, cuyo cadáver no se ha encontrado a día de hoy.

Pertur, dirigente etarra y principal ideólogo de la banda en los últimos años de la dictadura franquista y del inicio de la Transición, desapareció en Francia en 1976.

Esa desaparición se atribuyó en un principio a la propia banda, con la que Pertur mantenía severas discrepancias sobre la estrategia -el dirigente defendía una vía más ‘moderada’ mediante la creación de un partido de izquierda radical complementario a la actividad terrorista- aunque más tarde fue reivindicado por la extrema derecha. Sin encontrar indicios, la causa se archivó en 2012.

Como material didáctico

El material didáctico del plan de ‘convivencia’ del Gobierno de Patxi López incluyó el testimonio de su madre, Marta Bergaretxe, entre los de las víctimas de la violencia etarra, al considerar que suponía un «caso de vulneración evidente de derechos humanos».

«No hemos podido enterrarle, no hemos tenido funerales», lamentaba la familiar del líder etarra en la grabación. En la misma, consideraba que las madres de víctimas y etarras podrían llegar a sentir lo mismo y decía solidarizarse con quienes habían padecido «una situación de sufrimiento». 

«No hemos podido enterrarle, no hemos tenido funerales», lamentó la familiar del líder etarra

El Gobierno vasco aprobó este plan en 2010 -Isabel Celáa fue consejera de Educación entre 2009 y 2012- con el propósito de educar en valores éticos y democráticos, en la tolerancia, el respeto a la diversidad y en libertad y prevé la presencia del testimonio de las víctimas de las acciones de ETA en las aulas.

Se trataba de una adaptación de un plan anterior, aprobado por el Gobierno de Juan José Ibarretxe en 2007, en el que se incluyó la presencia de víctimas del terrorismo de ETA en las aulas. Un asunto por el que el Ejecutivo de López recibió las críticas del entorno proetarra.

El entonces lehendakari reivindicó el testimonio de las víctimas en las aulas como «un recurso valioso para socializar el sufrimiento injusto padecido», y porque «el testimonio mismo es la mejor forma de denuncia», y destacó que «a las aulas podrán acudir víctimas del terrorismo plurales (siempre que estén preparados para ello) y asuman, de forma contrastada, que no van sólo a dar su testimonio sino que pretenden, además, el fomento de los valores democráticos y la pluralidad».

Aunque en un primer momento se planeó que únicamente lo harían las víctimas de ETA, poco después se amplió también a víctimas de «abusos policiales» o de la persecución franquista.

Conferencia de un jefe de ETA

Durante su etapa como consejera de Educación, Celaá autorizó también la conferencia del dirigente de ETA, José Luis Álvarez Santacristina, ‘Txelis’, en los Cursos de Verano de la Universidad del País Vasco (UPV).

La ponencia, que llevaba por título ‘Pedir perdón desde el sufrimiento de las víctimas’, fue finalmente suprimida por la polémica generada, aunque no así su testimonio, ya que finalmente se leyó una carta en su nombre.

Álvarez Santacristina, jefe del aparato político militar de la banda, estaba considerado uno de los principales cerebros de la banda y ‘padre’ de la ‘kale borroka’ hasta que fue detenido en Bidart (Francia), en 1992, junto a otros dos miembros de la cúpula terrorista, Francisco Mujika Garmendia, ‘Pakito’ y Joseba Arregi ‘Fitipaldi’. Fue condenado a 90 años de cárcel, entre otros, por ordenar el asesinato del exsecretario de Estado Manuel Broseta a principios de 1992.

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