Iglesias olvida en el Día contra la Violencia de Género que dijo que azotaría a Mariló Montero

Un lavado de imagen demasiado burdo. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, se presenta este viernes como el abanderado de la lucha contra la violencia de género, tras haber alardeado de que le gustaría «azotar» a la periodista Mariló Montero «hasta que se sangrase».

Iglesias sólo pidió disculpas por aquellas palabras después de que Montero denunciara los hechos ante el Instituto de la Mujer, cuyo veredicto fue tajante: las expresiones utilizadas por el secretario general de Podemos son “totalmente inadmisibles por sexistas y porque incitan a la violencia” contra las mujeres.

En un arranque de sinceridad, Iglesias se definía como «un marxista algo perverso convertido en un psicópata», en el mismo mensaje enviado a través de un grupo de Telegram de Podemos.

Sus incondicionales argumentan que se trataba de un «comentario privado», que por lo tanto no merece ninguna censura pública. Tan privado como la conversación en la que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, presumía de que puede hacer lo que quiera con las mujeres porque es famoso. Trump ni siquiera habló de azotarlas.

Aquellas palabras de Pablo Iglesias fueron algo más que un desliz. En otro mensaje de Telegram, también difundido en exclusiva por OKDIARIO, Iglesias se presentaba ante sus compañeros como un «macho alfa» dispuesto a «partirle a cara» a un individuo que había acosado «visualmente» a una de sus asistentes en el Parlamento europeo.

Por todo ello, el feminismo militante que los principales dirigentes de Podemos exhiben en las redes sociales este viernes, Día contra la Violencia de Género, no deja de ser una nueva impostura de cara a su electorado.

En otras ocasiones, Iglesias ha revestido su machismo de la solemnidad del Congreso de los Diputados. Como cuando afirmó desde la tribuna que la popular Andrea Levy “se calienta” con el diputado de Podemos Miguel Vila y ofreció a ambos su despacho para que «se conozcan mejor” en la intimidad.

Tal como han recordado algunos tuiteros, como director y presentador del programa Fort Apache Pablo Iglesias ha recibido durante años financiación de Hispan TV, el canal islamista del régimen teocrático de Irán en el que se violan sistemáticamente los derechos de las mujeres. Las adúlteras mueren lapidadas y los homosexuales son ahorcados, en aplicación de la lectura más radical de la Sharia, la ley islámica.

Como ha informado OKDIARIO, esta televisión islamista paga incluso las facturas del teléfono móvil de Pablo Iglesias. El líder de Podemos disfrutaba de mucha más libertad en su otro programa, La Tuerka, donde hablaba de las «miradas lujuriosas» de la actual portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, condenada en sentencia firme por participar en el asalto a la capilla de la Universidad Complutense.

Acoso sexual en el Círculo Joven

Pero Pablo Iglesias no es el único dirigente de Ahora Podemos que da muestras del peor machismo. Como ha informado OKDIARIO, varias integrantes del Círculo Joven de Podemos en Madrid han denunciado que sufrieron «agresiones sexuales» y «abusos» por parte de sus compañeros masculinos. Como resultado de esta denuncia, el partido anunció que expulsaría a cuatro de sus miembro.

Hay casos más graves. El número 2 de Podemos en Castilla y León, Pedro de Palacio Maguregui, dimitió de su cargo después de que OKDIARIO desvelara que fue condenado en 2002, cuando tenía 17 años, por abusar sexualmente de una niña de 5 años. El hecho de que fuera menor de edad cuando se produjo esta agresión le libró de ir a la cárcel. Pero casos como el suyo ponen en entredicho, una vez más, la autoridad moral de Podemos para presentarse como el partido defensor de los derechos de las mujeres.

También se libró de la cárcel por ser menor de edad el joven de 17 años que agredió al presidente Mariano Rajoy en la campaña electoral del 20D. Este simpatizante de las Mareas y de Izquierda Unida (hoy integrada en Unidos Podemos) se expresaba en las redes sociales en los siguientes términos refiriéndose a una de sus profesoras:

Y otra impostura: la de Carolina Bescansa llevando a su bebé y a su niñera al Congreso de los Diputados en la primera sesión de la pasada legislatura, para atraer la atención de los fotógrafos. Bescansa actuó como una privilegiada y se burló así las miles de mujeres que no puede permitirse el lujo de acudir a su puesto de trabajo acompañadas por su hijo de corta edad y su niñera.

Una vez cumplido su objetivo, por las Cortes no ha vuelto a aparecer el bebé de Bescansa, al que inicialmente quería llamar Napoleón en homenaje a la Revolución francesa, como desveló OKDIARIO. Los mismos aires de grandeza le han llevado luego a comparar a su bebé con la Princesa de Asturias, que sí tiene un papel institucional en los actos solemnes de las Cortes.

El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, también ha mostrado su desprecio a las mujeres entonando ante los aplausos de sus compañeros: «Chúpame la minga, Dominga, que vengo de Francia. Chúpame la minga, Dominga, que tiene sustancia». Al menos Echenique ha pedido disculpas por cantar tan mal «el noble género de la jota guarra».