Inversión

La tormenta perfecta para el euro y los mercados

El rally global de acciones de los dos primeros meses del año se ha frenado en seco por la conjunción de varios factores que se han entrecruzado en la última semana a modo de tormenta perfecta.

La Fed mejora sus perspectivas de crecimiento e inflación pero descarta subidas de tipos hasta el 2023
La Fed mejora sus perspectivas de crecimiento e inflación pero descarta subidas de tipos hasta el 2023

Todo empezó en China, donde el Gobierno rebajaba expectativas de crecimiento para 2019 después de los últimos decepcionantes datos macroeconómicos y de cerrar 2018 con el menor crecimiento en 28 años. Después el foco pasó a EEUU, donde la Reserva Federal advertía de crecimiento tan sólo entre lento a moderado en 10 de los 12 distritos del organismo como consecuencia de la desaceleración económica global, y de factores como la guerra comercial o el cierre parcial del gobierno. Pesimismo en torno a la economía que posteriormente han ido constatando los datos, con un déficit comercial que ha tocado máximos de la última década, o un NFP que ha mostrado la menor creación de puestos de trabajo de los últimos 17 meses.

Y ahora la mirada está de nuevo en la Zona Euro, donde el gobierno alemán ha vuelto a abrir la lata de los fantasmas al recortar otra vez más su estimación de crecimiento para este año hasta el 0,8% desde el 1% anterior, y que se suma a nuevos datos que apuntan a que el frenazo de la industria de la mayor economía de la Zona Euro se está prolongando también a este año. Una noticia que llega justo después de un nuevo recorte de previsiones por parte del BCE, y ya van tres en las últimas cuatro reuniones, y de advertencias de Mario Draghi de que la debilidad de la economía va a seguir presente al menos algunos meses. Un motivo que ha llevado al propio organismo a retrasar su orientación de cara a la primera subida de tipos de interés, que ahora se espera para 2020, y a anunciar más estímulos monetarios, los conocidos TLTROS o barra libre a la banca, tan sólo dos meses después de terminar con el QE, lo que sin duda revela lo delicada de la situación en torno a la economía. El resultado es que las posiciones cortas contra el euro se han incrementado de forma considerable alcanzando esta semana niveles máximos desde diciembre de 2016.

La debilidad económica empieza a ser perceptible en prácticamente todas las economías y está provocando mensajes de cautela por parte de la mayoría de bancos centrales, incluida una Reserva Federal que subió los tipos cuatro veces el pasado año pero que seguramente no los suba ninguna este año, y un Mario Draghi que va a convertirse casi con total seguridad en el primer presidente en la historia del BCE que se va a su casa sin subir ni una sola vez los tipos de interés. Todo un récord sí, pero también un claro ejemplo de la magnitud de una crisis que le ha tocado sortear.

Guillermo Uribe, Director de Audiomercados

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