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Theresa May y la “mejor hora” de los británicos

La primera ministra de Reino Unido, Theresa May.. Foto: AFP
La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, en una rueda de prensa sobre el ataque de EEUU a Siria en respuesta al uso de armas químicas por parte del régimen de Bashar Al Assad. Foto: AFP

Hasta ahora era poco conocida la gran admiración que tiene la premier británica sobre la figura de Winston Churchill, de quien cuelga un retrato en su despacho de Downing Street, y a quien trata de emular en parte en este probablemete momento más importante para la historia británica desde la gran guerra. En aquella ocasión, tras haber llegado al cargo sólo 6 semanas antes, Churchill se empecinó en contra de la mayoría en enviar a Reino Unido a la guerra para evitar una más que probable invasión de una Alemania nazi que ya tenía ocupada más de media Europa incluida Francia.

Ahora, Theresa May parece obstinada en contra de casi todos en hacer efectivo el Brexit el próximo 29 de marzo, a pesar incluso de una nueva amenaza de rebelión interna. Según han ido avanzando medios británicos en los últimos días, un grupo de hasta 9 de sus ministros más veteranos habrían amenazado con presentar esta semana su dimisión si May no opta por retrasar el ‘Brexit’, mediante la extensión del Artículo 50, para evitar los riesgos elevados de un Brexit desordenado sobre la economía.

Un camino que también podrían seguir hasta 30 diputados conservadores después de que 3 tories abandonasen la formación la pasada semana pasando al grupo independiente. Un escenario que sin duda dejaría debilitada y contra las cuerdas a la primera ministra en plenas negociaciones con Bruselas en su intento por arrancar nuevas concesiones o garantías legales sobre la “salvaguarda” irlandesa que se ha convertido en el mayor dolor de cabeza de un ‘Brexit’ del que sigue sin recuperarse la libra.

Lo cierto es que la Unión Europea apenas ha movido su posición inicial, sigue insistiendo en que tiene que haber mecanismo fronterizo y en rechazar la idea de imponer un límite temporal, pero May sigue empecinada en conseguir algo que le permita llevar de nuevo el acuerdo al parlamento británico, cuya votación ha sido de nuevo aplazada al 12 de marzo.

La propia Merkel le preguntaba ayer en Egipto si piensa pedir la extensión del artículo 50, a lo que la premier respondió asegurando que retrasar el ‘Brexit’ no resolverá las cuestiones pendientes, dejando a las claras sus intenciones de seguir adelante con lo votado por los británicos en junio de 2016. Poco después era el presidente del Consejo, Donald Tusk, el que lo intentaba con idéntico resultado.

Mucho ingenio y su mejor oratoria va a necesitar eso sí Theresa May a partir de hoy mismo si quiere convencer al parlamento y a los británicos para enviar a Reino Unido fuera de la Unión Europea el próximo 29 de marzo, a pesar de las crecientes voces que piden retrasarlo. Más o menos el mismo al que recurrió Winston Churchill en su discurso más famoso, que supuso el inicio de la guerra contra Alemania y del que se cumplen ahora casi 80 años.

El discurso, pronunciado en el Parlamento, duró unos 36 minutos, y terminaba con una frase que no se ha olvidado desde entonces: “Preparémonos para nuestros deberes y no dudemos de que si el Imperio Británico dura unos mil años, los hombres del futuro dirán: aquella fue su mejor hora”.

Guillermo Uribe, Director de Audiomercados

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