S&P cree que DIA no va a poder pagar su deuda en febrero y alerta de su quiebra
El accionista mayoritario Fridman ha roto con el presidente del grupo Antonio Coto
Baja su calificación de B a CCC, lo cual implica que En caso de condiciones adversas del negocio, financieras, o económicas, el emisor probablemente no tendrá la capacidad de cumplir con sus compromisos financieros
S&P Global certifica la situación contable dramática a la que se enfrenta DIA y que ha provocado una salida del consejo de administación de los consejeros designados por el máximo accionista, Mikhail Fridman. En una dura nota emitida este miércoles donde la agencia de calificación hunde el rating de la compañía a CCC, lo que significa que en caso de condiciones adversas del negocio, financieras, o económicas, DIA no tendrá la capacidad de cumplir con sus compromisos financieros.
Concretamente, S&P se refiere al próximo vencimiento de deuda en febrero: «DIA se enfrenta a un incumplimiento muy probable de su
pacto financiero en la próxima fecha de prueba, en febrero de 2019.
La estructura de capital a largo plazo conlleva un riesgo de ejecución significativo y un resultado incierto», ha asegurado mientras pone en duda que pueda dar la vuelta a la situación. Para S&P, o la empresa consigue una refinanciación pronto, o no dispondrá de liquidez en los próximos siete meses. En octubre, S&P ya previó la quiebra de DIA en 2022 tras pasar su rating a bono basura.
«Errores estratégicos, operativos y financieros han llevado a la empresa a pérdidas»
El valor de las acciones sólo se recuperaría en un 60%, según esta previsión de la agencia de calificación, que se une a otras puntuaciones negativas por parte de Moody’s y de Fitch Ratings. Las acciones de la compañía, que abandonará el Ibex 35 la próxima semana, caían casi otro 4% a las 13.30 tras conocerse el informe de S&P.
La calificadora ha criticado los «errores estratégicos, operativos y financieros que han llevado a pérdidas, el profit warning, la corrección contable y retrasos significativos en refinanciación de sus vencimientos de deuda». Todo un golpe en la línea de flotación de Ricardo Currás y Amando Sánchez, ex CEO y ex CFO de DIA.
Deuda de más de 760 millones
Según dice la agencia, la rebaja de rating «refleja la liquidez muy débil de DIA y su perfil de financiamiento, con más de 760 millones de euros de deuda a corto plazo con vencimiento dentro de los próximos siete meses y la incertidumbre significativa y el riesgo de ejecución». Los planes del grupo para lograr una ampliación de capital de 600 millones, suscrita al completo por Morgan Stanley, podrían no ser suficientes teniendo en cuenta la deuda de 1.000 millones de euros que acumula.
«Entendemos que el grupo está en negociaciones avanzadas con los bancos para asegurar un acuerdo de refinanciación que abordará sus necesidades de liquidez a corto plazo, incluyendo factoring. También entendemos
que en otra fase, el grupo emprenderá negociaciones para establecer una
estructura de capital financiada por la banca a largo plazo, incluyendo una ampliación de capital».
En la parte de las desinversiones, DIA cuenta con Clarel, con sus supermercados Maxi y también con unos 1.000 millones de euros en potenciales plusvalías con inmuebles, tal y como informó OKDIARIO.
Un negocio en caída libre en 2019
Esta presión financiera afecta, como no, a los resultados operativos de la empresa. «DIA también tendrá que gestionar las importantes presiones operativas, afectando sus operaciones, incluido un mercado muy competitivo en España y una importante debilidad de la moneda en Brasil y Argentina, mientras que la gestión necesita tiempo y recursos significativos para lograr su plan de recapitalización».
Para 2018, el ebitda caerá un 40% hasta los 270 o 300 millones de euros. La deuda neta aumentará entre 370 y 400 millones de euros y el impacto neto en la liquidez será de 150 millones de euros.
«Anticipamos que el bajo desempeño de DIA continuará hasta 2019», dice la calificadora norteamericana. «El modelo de negocio del grupo tendrá que someterse a una fuerte transformación para recuperar competitividad y restauración de márgenes. Tal transformación probablemente llevará
algunos riesgos de ejecución, especialmente en relación con el ritmo y el alcance de los objetivos. Es probable que DIA incurra en costos de reestructuración considerables. Eso pesará aún más en la rentabilidad del grupo en un contexto de presión competitiva extrema, en particular en España del líder Mercadona, obligando al grupo a bajar los precios».