Telecomunicaciones

Los sindicatos prevén despidos en Euskaltel y R por la fusión de MásMóvil y Orange

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Oficina de Euskaltel.

La fusión de MásMóvil y Orange supondrá un ajuste de las plantillas de Euskaltel y R, que fueron adquiridas por el grupo dirigido por Meinrad Spenger en 2021, según informaron fuentes sindicales a OKDIARIO. En su conjunto, las dos operadoras, que desarrollan su actividad en el País Vasco y Galicia, respectivamente, cuentan con unos 1.200 empleados, en torno al 14% del número total de trabajadores de la empresa resultante de la integración.

Tanto Euskaltel como R habían firmado con MásMóvil una garantía de empleo de 5 años cuando lanzó la opa, aunque había una cláusula que indicaba que eso podía variar si cambiaban las condiciones de mercado. La joint venture con Orange las modifican de facto, por lo que MásMóvil podrá despedir personal de esas dos compañías si lo considera oportuno. Y en este caso, con la complejidad que entraña una operación como la que se está negociando con Orange, MásMóvil querrá llegar al acuerdo definitivo «con los deberes hechos», subrayan las fuentes.

La fusión exigirá una estructura nacional y tanto la de Euskaltel como la de R son muy locales.  «Hay equipos que seguro que se podrán utilizar, pero algunos de ellos, precisamente por ese localismo, es posible que se quieran absorber en los equipos nacionales que ya existen», explican.

«Siguiendo la lógica que suelen usar desde las direcciones, aquellos equipos que por su especificidad y organización no pueden dar servicio a la totalidad de la compañía suelen tener como destino el despido», agregan.

Con todo, los sindicatos no esperan recortes sustanciales a nivel global, si bien las plantillas del resto de negocios «se pueden tocar algo para encajar a las personas que se consideren útiles, pero serían retoques menores», señalan.

Orange y MásMóvil informaron en marzo, cuando anunciaron las negociaciones de fusión, que esperan que la transacción esté firmada en el segundo trimestre de este año. Según las fuentes consultadas, ambas compañías tienen la intención de respetar ese plazo, por lo que el acuerdo podría estar sellado a finales de junio.

A la espera de la aprobación de las autoridades de competencia

En estos momentos, se negocia la definición de la dirección estratégica del grupo combinado, pese a que convivirán ambas marcas, así como el reparto del mercado o cómo se quiere trabajar, indican. Una vez que se alcance el acuerdo de la joint venture, se presentará a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que tendrá que dar el visto bueno, y posteriormente se remitirá a Bruselas. Cuando tengan su aprobación, se abrirá el proceso de la due diligence, en el que las dos empresas comprobarán «si los pactos económicos que se están cerrando se corresponden con la realidad del mercado», detallan. Ese periodo podría extenderse durante un año y medio, y en él se verá realmente la afectación para las plantillas, que se irán planificando mientras tanto, añaden.

«Nadie se va a abrir en canal ni se va a echar a nadie hasta que haya concluido el proceso», apuntan las fuentes. Es decir, aún queda tiempo para que se identifiquen posibles puestos redundantes, especialmente los directivos, por no hablar de que la fusión podría no fructificar si las autoridades de la competencia establecen unos remedies o condiciones a la operación que podrían no compensar. Ante esa tesitura, ninguna de las dos empresas van a enseñar todos sus libros porque siguen siendo rivales, inciden.

La transacción debería estar concluida en el segundo trimestre de 2023, una vez obtenidas las oportunas aprobaciones de las autoridades administrativas, de competencia y regulatorias pertinentes, y, obviamente, cuando concluya la due diligence, que es cuando el pacto será real. Se estima que la fusión generará  unas sinergias relevantes que podrían alcanzar los 450 millones de euros a partir del tercer año tras el cierre de la operación.

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