Siemens Gamesa: la digitalización de los parques eólicos como ventaja competitiva
La información y el análisis de la misma brinda un poder sin paragón a las compañías para ganar competitividad y conquistar el liderazgo en cualquier sector. Por ello, Siemens Gamesa pisa el acelerador en el ámbito de la digitalización y usa soluciones de big data para la gestión remota de sus parques eólicos y, además, adelantarse a posibles dificultades en los aerogeneradores.
La cotizada, nacida de la unión de Siemens Wind Power y Gamesa, apuesta fuertemente por la innovación y la digitalización para elevar su crecimiento en el mercado y mejorar los costes de la producción de la energía eólica. En este momento, sin ir más lejos, la compañía opera alrededor de 28.000 turbinas monitorizadas las 24 horas del día durante los 365 días del año. Cada una de estas turbinas en uso posee 400 sensores que generan 21 billones de datos que se almacenan de manera semanal.
En el contexto actual, desde el punto de vista energético, la empresa va a tener un papel fundamental a la hora de cumplir con los objetivos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático celebrada en París, donde un buen número de países, entre ellos España, se han comprometido a reducir las emisiones de CO2. De hecho, hace apenas unas semanas que Bruselas ha fijado una cuota de renovables del 32% hasta 2030.
Siemens Gamesa pisa el acelerador en al digitalización y ya usa soluciones big data para la gestión remota de sus parques eólicos
Se pone por delante un ambicioso plan de energías limpias en el que, sin duda, Siemens Gamesa -especializada en la energía eólica- va a tener un papel protagonista que va a permitir a la cotizada crecer más rápido en el mercado.
La empresa, que está ya usando soluciones de big data, obtiene datos de las más de 28.000 turbinas que monitoriza a nivel internacional en más de 60 países y los manda directamente a sus centros de diagnóstico remoto en Pamplona, Brande (Dinamarca) y Newcastle (Reino Unido) que permiten detectar desviaciones que puedan indicar problemas antes de que ocurran.
La aplicación de la digitalización al mantenimiento de los parques eólicos de Siemens Gamesa tiene beneficios fundamentalmente en dos áreas: la monitorización remota de los parques y el diagnóstico avanzado de los aerogeneradores.
Mediante sus soluciones analíticas, Siemens Gamesa vigila el estado de los aerogeneradores de manera global, siendo capaces de detectar desviaciones en su comportamiento antes de que lleguen a provocar un fallo. De esta manera se incrementan los niveles de calidad de servicio, se mejora la disponibilidad de los aerogeneradores y se optimiza el mantenimiento realizado a los mismos.
Es capaz de identificar el 98% de los problemas en una fase muy incipiente gracias a la monitorización de sus aerogeneradores
Mención especial requiere la monitorización de componentes más relevantes del aerogenerador. Así, gracias a patrones digitales avanzados de diagnosis, los técnicos de la compañía cotizada del Ibex 35 tienen la capacidad de identificar el 98% de los problemas en una fase muy incipiente, donde las tareas de reparación se simplifican.
Gracias a sus capacidades digitales, el centro de control remoto de Siemens Gamesa es capaz de corregir, al menos en el 85% de las ocasiones, problemas o rearrancar las turbinas de los parques sin necesidad de asistencia en campo. En aquellos casos en los que es necesaria una intervención, los operarios desplazados a los aerogeneradores reciben soporte técnico remoto desde el centro de diagnóstico optimizando los tiempos de intervención o minimizando los tiempos de inactividad de la turbina.
La digitalización también permite a Siemens Gamesa actualizar los sistemas de control y software en remoto como cualquier dispositivo electrónico actual. Además, la cotizada española usa drones y cámaras con teleobjetivos para capturar imágenes en alta resolución de las mismas y conseguir crear una réplica virtual de la pala real.
Una vez conseguido esto, se hace un análisis detallado con un software para evaluar el estado o severidad de los daños que ha sufrido la pala para de manera efectiva poner en marcha un plan de acción.